La exdiputada habló sobre cómo fue superar la ola de hate que recibió tras su salida de Gran Hermano, siendo una de las concursantes más polémicas de la última edición.

Romina Uhrig fue una de las participantes que más polémicas generó en la pasada edición de Gran Hermano. La exdiputada fue cuestionada por su pasado político, pero sobre todo por haber expuesto una difícil realidad económica que luego, cuando salió de la casa, se terminó revelando que se trató de una farsa.

Por esta vida de lujos e incluso por tener una investigación en proceso por enriquecimiento ilícito junto a su marido Walter Festa, Romina fue una de las participantes más cuestionadas. Y está claro que, cuando hay mucho lugar de sobra y situaciones tan controversiales, los haters están a la orden del día.

A través de su estadía dentro del reality, la concursante generó tanto amores como odios, sin embargo cuando salió de GH todo esto se potenció. Y más aún cuando descubrieron su vida adinerada. La gente siguió opinando de ella y en las redes recibió mucho hate.

Pero todo ha sido una situación que debió surfear para poder seguir adelante, y de esto habló en el programa Estamos a tiempo extra, reconociendo que la ola de odio además de ser duro para ella también lo es para sus hijas, quienes fueron las que peor la pasaron, especialmente la mayor de ellas.

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“Yo sé dónde me exponía, pero no imaginé que lo harían con tanta maldad, no sé si es porque estuve en la política, pero con mis hijas también”, comenzó explicando Romina sobre las repercusiones que tuvo su paso por la casa y las críticas que recibió durante su estadía en el show y luego de abandonar GH.

Luego lanzó: “Yo estoy muy tranquila. Soy una mujer muy creyente. Muchos de los que me conocen me preguntaron cómo hice para aguantar tanto, y yo oraba todas las noches y sé que Dios me dio las fuerzas. Sí me duele que haya gente tan mala que no piensa en mis hijas, por ahí en la más grande, que sufrió un montón, y nunca imaginé que podría pasar”.

Hoy Romina se encuentra tranquila porque terminó de entender que lo que hizo fue lo correcto, y así se lo explicaba una de sus hijas: “Me dijo que esto es lo que siempre soñé y ahora no me tiene que importar nada y tengo que seguir por mis sueños”, cerró.

Definitivamente, la fe en la religión fue el argumento más sólido que tuvo la ex GH después de un paso bastante polémico por la casa más famosa del país. Con el tiempo, dichas cuestiones se van apagando y mientras tanto la exfuncionaria sigue haciendo su camino en los medios, sin detenerse. 

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