EN EL HALL DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD DEL COMAHUE

| 17/08/2019

Nadia Guthmann sabe ver “A través de la piel”

Texto: Adrián Moyano / Fotos: Facundo Pardo
Nadia Guthmann sabe ver “A través de la piel”
Nadia y sus creaciones en la Pared Blanca.
Nadia y sus creaciones en la Pared Blanca.

Por primera vez en la sede universitaria, se exhiben dos esculturas de considerables dimensiones, además de otras que la expositora dispuso en su Pared Blanca. La muestra acompaña las Jornadas de Interacción en Investigación y Extensión.

Si bien hace rato que sobre uno de sus flancos se despliegan obras de arte, “A través de la piel” marca un hito para el hall de ingreso de la Universidad del Comahue. La nueva exposición de Nadia Guthmann no solo se instaló sobre la llamada “Pared Blanca”, además se compone de una pieza de considerables dimensiones que se ubicó en el centro del espacio y de una más, que se situó frente a la puerta del aula magna. Nunca antes la expresión artística se había explayado de esa manera.

La inauguración coincidió con el inicio de las Jornadas de Interacción en Investigación y Extensión, que tienen lugar en la sede barilochense de la casa de altos estudios. “En primer lugar, estoy mostrando una obra que es inédita. La terminé a principios de año y es la primera vez que la muestro. Encajaba muy bien con la invitación que me hicieron: exponer en el marco de las Jornadas… Se llama Gemelos”, introdujo la escultora.

El trabajo lleva su sello distintivo: el hierro desplegado. Se trata de “dos lobos que están en una situación, traspasando los límites de uno y otro… Cada uno de ellos se mete dentro del cuerpo del otro. Me parecía que tenía mucho que ver con esta situación, en la que hay dos cosas que se entrelazan y arman una trama donde se conectan”. Guthmann se refería a las dos facetas de las Jornadas, la investigación y la extensión universitarias.

En cuanto a los lobos, “parecería que tienden a estar separados, pero en realidad están unidos, esos límites quedan difusos y se empiezan a mezclar. Es la idea de los gemelos, de los diferentes similares y complementarios, que tienen un funcionamiento que se hace completo uno con el otro”, señaló la artista. “Eso también tiene mucho que ver con la obra que vengo haciendo, donde no hablo de unos o de otros sino del sistema, de que cada uno y cada ser se entiende en relación a la existencia de los demás”, expresó.

La inauguración en el CRUB.

Mala prensa

Desde Caperucita Roja y Los tres chanchitos o quizá desde antes, los lobos tienen mala prensa. Inclusive en la actualidad, hay quejas en poblados de Estados Unidos y Europa del Este al resultar relativamente exitosas prácticas conservacionistas, que permitieron la recuperación parcial de sus jaurías. “Sí, por un lado tienen una parte de mala prensa por predador y agresivo”, concedió Guthmann, “pero justamente es un aspecto que también rescato: nuestro aspecto agresivo que también está relacionado con un aspecto social”, destacó.

Según la escultora, “las personas o los seres que son capaces de una gran agresividad también son capaces de regular la agresión y de tener una gran sociabilidad. De hecho, juego con la imagen de los perros o de los lobos cuando están jugando: juegan como si estuvieran peleándose, pero no se lastiman. Así que juego con esa ambigüedad de lo agresivo y lo amoroso”, remarcó.

“Gemelos” implica la continuidad de una larga serie de esculturas en hierro desplegado y tela metálica, de la que son protagonistas diversos animales. “Lo que me viene pasando es que cuando digo ya está, me aparece una idea que es una continuación, por eso veo todo como una serie”. Lejos de agotarse, “esta obra que presento es el inicio de una serie dentro de la serie, porque hasta ahora, eran más unos (animales) dentro de otros y en estos, ya no está claro que uno esté dentro, sino que hay una interacción y un traspasar los límites”, diferenció.

En “Gemelos”, uno de los lobos “mete una parte de su cuerpo (en el otro), atraviesa, y son preguntas que tienen que ver con eso: hasta qué punto uno está separado de los demás”, inquirió Guthmann. “Ahí arrancan un montón (de esculturas), ya estoy haciendo otra obra dentro de esa idea y me da la impresión de que se abrió otra puerta para reflexionar, porque en definitiva, no es algo que apunte a lograr la finalidad, es el proceso lo que para mí es la forma de pensar en la vida, en lo que me sucede y en las grandes preguntas”, proclamó.

El que firma quiso saber qué observaciones captaron la atención de la artista para que eligiera reflexionar sobre esas interacciones, que por ahora se expresan en lobos gemelos. “En lo social y político, la polarización o la dualidad también despiertan mucho de esto: hasta qué punto es la presencia de uno lo que crea y refuerza al otro. Cuanto más crece el uno, más crece el otro. Quizá no en esta obra específicamente, pero tiene que ver con la serie por venir”, especificó la artista. Cualquier semejanza con la realidad, no es mera coincidencia.

Gemelos, la nueva obra.

En defensa de los ratones

Efectivamente, es la primera vez que una obra de arte se instala en el hall de acceso al Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB). “Creo que no, no vi antes”, concedió Nadia Guthmann. “Lo que está funcionando hace tiempo es la Pared Blanca, donde también traje algunas obras para que estén ahí. Y hay otra que está frente al aula magna, que ya mostré antes”. Se trata de “Endangered”. Para el espacio habitual, Guthmann trajo “lo que tenía a mano y que se adecuara al espacio”.

Al tratarse de la Pared Blanca “en un momento me planteé mostrar bocetos, pero después recordé que tenía algunas pequeñas que podía colgar. Coincidentemente, hay dos que tienen ratones. Para mí es muy especial estar mostrando acá porque estudié acá, me licencié en Biología y después hice el doctorado. Me doctoré en la misma universidad y mi doctorado fue sobre poblaciones de pequeños mamíferos, con ratones justamente”.

En los últimos meses, se viven momentos de alarma en la zona norte del Parque Nacional Nahuel Huapi ante una nueva ratada, como consecuencia de otra floración de caña colihue. Pero la bióloga artista se relaciona sin pánico con los roedores. “Hay mucho del uso de la imagen del ratón que está bastante ligada a mi relación con los ratones, porque por ahí, para otros pueden significar desagrado o desprecio. Para mí, eran el objeto de mi trabajo. Por ejemplo, este (señala) se llama Atrapa sueños y lo relaciono con esa excitación por aquello que atrae y se quiere atrapar, algo así como la persecución de los sueños o aquello que falta y se quiere alcanzar. Entonces, es una imagen positiva del ratón”, indicó la escultora. La nómina de obras en exposición se completa con “Sapito que no convida”, “Ouroboros” y “Todo bajo control”. Creaturas de una experta en mirar y hacernos ver un tanto más allá.

 

Texto: Adrián Moyano / Fotos: Facundo Pardo

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