UN LIBRO DE ESPLENDOR INUSUAL

| 30/04/2022

Mirta Santiago y Samanta Contín difunden “Patagonia. Relatos de viento y piedra”

Mirta Santiago y Samanta Contín difunden “Patagonia. Relatos de viento y piedra”
Compiladora y fotógrafa en El Cordillerano Radio.
Compiladora y fotógrafa en El Cordillerano Radio.

La escritora hizo de compiladora, además de aportar textos. La fotógrafa -su sobrina- trabajó en asociar imágenes y letras. Un trabajo colectivo de nueve autores.

Con una belleza visual que induce la lectura desde el vamos, “Patagonia. Relatos de viento y piedra” (Yzur Editorial 2021) es una producción colectiva que tuvo como compiladora a Mirta Santiago, incansable impulsora de talleres literarios en Dina Huapi. Con calidad gráfica desusada, el volumen tiene bastante de emprendimiento familiar, porque la coordinación fotográfica corrió por cuenta de Samanta Contín, sobrina de la escritora.

Una y otra visitaron días atrás “La piecita del fondo”, el programa que conducen Juan Carlos Montiel y Edgardo Lanfré en El Cordillerano Radio (93.7), de lunes a viernes de 19 a 21. La nómina de autores se integra con Heidi Bitterman, Julia Contín, Clementina Macaroff, Sandra Plana, Diana Pantanali y la propia compiladora. Desde la perspectiva fotográfica, además de Samanta sumaron sus trabajos Guido Contín y Lía Kucher.

Precisamente, la joven Samanta explicó que la portada reproduce una imagen que tomó en el Parque Nacional Perito Moreno y aportó una precisión: “no es el de los glaciares, aclaro porque se suele confundir. Es el Parque menos visitado del país y tiene una belleza tremenda”, resaltó. En su trabajo, pueden verse unos guanacos mientras transitan por una huella de la estepa, con la cordillera nevada de fondo.

En charla con nuestros compañeros de trabajo, su madre explicó el porqué del subtítulo. “Coordino un taller de Escritura en la Biblioteca de Dina Huapi hace muchos años. Hay un grupo estable en este taller y para este trabajo, se sumó un grupo nuevo de jóvenes. Entonces, en ese momento le pusimos al grupo estable Piedra y al de los jóvenes que llegaron como un huracán que arrasa, Viento. Después, a la hora de editarlo, no encontramos mejor subtítulo”, compartió.

Además, “son los dos elementos definitorios de Patagonia”. El libro “es un proyecto de pandemia, surgió porque en 2019 armamos un grupo para participar de una asociación civil estadounidense, que se dedica a difundir a escritores hispanohablantes para el público de allá. Por sugerencia de un escritor patagónico que viaja a la feria de Miami llevando materiales de acá, ingresamos a la asociación con el proyecto de viajar a la feria de 2021. Pensamos en no ir con las manos vacías y en llevar algo que nos retratara”, recapituló Santiago.

Cuando se definió el concepto, el grupo prefirió no referirse “a la Patagonia bucólica del paisaje perfecto, sino la Patagonia de la vida, a cómo escribirla y a la Patagonia de los residentes”, explicó. “Esa fue la consigna: escribir y narrar sobre cómo es vivir en Patagonia. Ahí empezaron a aparecer las Patagonias que cada uno tiene adentro, cosas muy interesantes porque hay un grupo de personas llegadas y los jóvenes, son nacidos”, señaló la coordinadora.

En una suerte de reedición del clásico “nacidos” vs “llegados”, “unos y otras retratan la Patagonia de forma diferente y eso se nota en las escrituras. Hay puntos de contacto, por ejemplo, el asombro que provocan el silencio o la vastedad, pero el nacido, es como que llega a las entrañas de la Patagonia de una forma diferente. En este caso, coincide con que son los jóvenes, cuando cuentan historias vividas por ellos, que, por ahí, los adultos o los que vinimos de afuera, no nos atrevimos”, admitió.

En cuanto a la faceta visual, “somos tres fotógrafos y yo me encargué de compaginar o de aportar otras dimensiones a los textos, a través de la imagen”, apuntó Contín. “Más que enriquecer la imagen al texto, es el texto el que enriquece a la imagen, porque la imagen tiene dos dimensiones y los textos aportan sonidos, aromas y otras cosas que no se ven en las fotografías”, consideró. “El trabajo consistió en amalgamar las imágenes con esos textos y producir un libro que tuvo relatos fotográficos y escritos”, indicó.

Bitermann es oriunda de Patagonia y docente. Antes de esta experiencia, editó “Patazoo”, un libro de poesía para la niñez. Además, formó parte de “Las puntadas perdidas” y de “Mujeres de alambre”, experiencias anteriores del taller que coordina Santiago. Por su parte, Guido Contín nació en Bariloche y se define como “aficionado por la fotografía, la literatura, la aventura, los viajes y el silencio”.

Julia Contín también es barilochense y geóloga de profesión. Su participación en la obra que nos ocupa es la primera en una publicación literaria. De Samanta ya hablamos, pero hay que añadir que, como fotógrafa, documenta bodas y vidas, además de consagrarse a viajar para descubrir “diversas culturas”. Se sumó el proyecto en 2020. En tanto, Lía Kucher reside en Neuquén y si bien se expresa básicamente a través de la fotografía, en 2021 editó la novela “Nada hará que deje de quererte”.

En tanto, Macaroff escribe narrativa hace muchos años. De 2014 data su novela “Los hijos del monstruo” y participó de varias antologías de cuentos. También fue parte de “Las puntadas perdidas” y de “Mujeres de alambre”. El recorrido literario de Sandra Plana también coincidió en las dos experiencias que mencionamos, aunque más bien se consagra a la plástica, con habituales participaciones en exposiciones y bienales.

Diana Pantanali es bibliotecóloga y participa del taller de la compiladora, con presencia en “Mujeres de alambre” y desde ya, en el libro que es noticia. Por su parte, Santiago viene de publicar en 2020 “Lo incierto es un amparo”, libro de poesía. Hay que aclarar que “Mujeres de alambre”, el proyecto que nació de su taller, reunió los lenguajes de la escultura y la escritura, no siempre asociados.

“Trabajamos muchísimo todo 2020 y lo se produjo en la escritura, fue un volumen mucho mayor a lo que después se editó. Hicimos un trabajo de selección por la cantidad de textos que había y quedó de todo: desde cómo vestirse, cómo se hace un cordero al asador, cómo teje una tejedora de poncho de guanaco y uno de Guido, que describe el ambiente de la ruralidad”, introdujo. Una obra que invita a experimentar la Patagonia, desde su verdad de viento y la piedra.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias