LITERALIDADES HILARANTES SOBRE FRASES POPULARES CONTEMPORÁNEAS

| 30/05/2019

Cosmovisión

Es cierto, aunque la remanencia sea un sobrante no siempre es descartable, como lo demuestran los avances científicos en múltiples ámbitos. Esto viene a probar que la mirada fragmentaria propia de la civilización occidental es parcial hasta la ceguera.

"Yo te miraba y vos ni mu"; es la misma forma de decir aquello, con los matices aristocráticos propios del amor.

En cambio, en sus haikus, las diminutas partículas de algo, iban describiendo al ritmo con que crece el pasto, las características más o menos exactas de lo que ven.

Por eso a vos lo que te importa es lo que viene desde fuera, lo exógeno, lo exótico, lo erótico y también la otredad que llega con su espejo tan transparente, tan limpio y reluciente que las sombras lo habitan y cobran vida como personajes macedonianos, persiguiendo la sangre sajona hasta los sueños, que llamamos pesadillas para no reconocer que son nuestro camino inexorable hacia la vida, esa que negamos diciendo "no" con la miopía, la sordera, la tristeza y la burbuja insensible en que habitamos.

Así de impávido salí a la calle cuando su mirada de fuego me interceptó. Aguijón y sanguijuela, abrió la pregunta con una elevación de cejas hasta la mollera y fustigó:

- ¿Cómo puede la magia detenerse y abrevar en la lluvia musitada del tiempo?
- Eso, como puede.

Respondí adivinando entre las lágrimas la retórica porfía de quien reconoce habitar suspendido en un realismo inmanente de lo más canchero.

Hacemos como si diera vueltas la Tierra y los relojes contaran segundos; como si hubiera hambre de doce a tres; como si fueran necesarios las matemáticas y el periodismo; como si todo final fuera a hallar un abrazo o un temblor de otoño.

Queremos coser la venganza punto por punto con una shmets 60/8 donde una gota carmín queda siempre enhebrada como un grito arcano de la tierra.

Pero no puede. Porque a fin de cuentas está en un cuento rechinando los huesos y nadie duda que esta lluvia es un poco pertinaz pero mayoritariamente triste.

Eso sí, tras bambalinas, y a pesar de todo, las lágrimas cuelgan de a tendales en la ventana y solo el rayo cálido las despegará para siempre de esa adicción tan patológica como invisible.

Ariel E. García, es barilochense de tercera generación por parte de madre y su ascendencia paterna lo acercó desde muy joven a la comunicación y la palabra. Estudió Letras en la Universidad Nacional del Comahue sin relegar por ello su vocación de escritor.

Sus Literalidades son interpretaciones textuales de frases hechas cuyas metáforas son aceptadas por la cultura, lo cual representa a la vez un juego humorístico heredado y una puesta en cuestión del sentido común que fomenta el espíritu crítico. Los textos conforman un libro cuya publicación se hace semanalmente en este diario.

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