VIOLENCIA DE GÉNERO

| 19/02/2019

Diez meses en suspenso por meterle la cabeza dentro del inodoro, lesionarla y amenazarla

Mariano Colombo
Diez meses en suspenso por meterle la cabeza dentro del inodoro, lesionarla y amenazarla
Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.

Un hombre se declaró culpable por hechos enmarcados en un caso de violencia de género y en un acuerdo pleno de juicio abreviado resultó condenado a la pena de diez meses de prisión en suspenso. Le imputaron dos hechos que configuraron varios delitos, aunque solo por dos de ellos pidieron la pena. Deberá respetar pautas de conducta y no podrá acercarse ni contactar por cualquier vía a la mujer. En su cobarde ataque, metió la cabeza de su expareja dentro del inodoro.

Nicolás González Cerda aceptó la propuesta del fiscal Tomás Soto y admitió su responsabilidad en dos hechos encuadrados bajo la figura de amenazas y lesiones, por lo que resultó condenado a la pena de diez meses de prisión en suspenso. Deberá respetar pautas de conducta de rigor y no podrá acercarse a la víctima ni contactarla por cualquier vía bajo apercibimiento de que la condicionalidad de la pena se revoque y sea alojado en una cárcel. En el mismo acuerdo de juicio abreviado, fue absuelto por dos hechos encuadrados en las figuras de robo y abuso sexual.

El sujeto llegó a esta instancia detenido con prisión preventiva que fue impuesta a inicios del mes de febrero cuando en el marco de una audiencia fue formalmente acusado. Recuperó su libertad tras la celebración del acuerdo del juicio abreviado.

El fiscal Soto remarcó en su ofrecimiento que solicitaba el sobreseimiento por el delito de abuso sexual simple (lo que antes se denominaba tocamientos) y por el hecho encuadrado en la figura de robo, aunque mantuvo la acusación por las lesiones y las amenazas.

Según detalló la fiscalía, el primero de los hechos investigados ocurrió el 17 de agosto de 2018, cuando se presentó en el domicilio de su expareja y luego de mantener una discusión le mordió los labios y la tocó en sus genitales.
Ya en febrero de este año, interceptó a la mujer a la salida de su trabajo y tras algunas discusiones logró convencerla para que suba a su automóvil y ambos se trasladaron al domicilio del sujeto. Ya en el interior de la vivienda, se produjo otra discusión y la amenazó de muerte.

Instantes después, le aplicó un golpe de puño en el rostro y le provocó lesiones. En su intento defensivo, en el marco de un forcejeo, la mujer mordió el brazo del acusado y lo golpeó en el rostro, lo que motivó una reacción todavía más violenta del sujeto, que intentó estrangularla y pretendió hundirle la cabeza dentro de un inodoro. Finalmente, tras insultos y empujones, el agresor abandonó el domicilio llevándose la cartera de la mujer.

Pese a esa acusación inicial, en el marco del juicio abreviado solo resultó condenado por los hechos que configuraron los delitos de amenazas y lesiones.

Al afirmar que aceptaba su responsabilidad en el hecho, el acusado acordó con la pena propuesta por la fiscalía. Su defensora particular, Claudia López, aseguró que el sujeto no registraba ningún antecedente penal y que las pautas de prohibición de acercamiento y contacto serían respetadas porque su asistido ya no deseaba tener contacto con la víctima.

Todo el procedimiento fue homologado por el juez Marcelo Barrutia, quien en definitiva impuso la condena y las pautas de conducta peticionadas por la fiscalía.

Mariano Colombo

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