11/10/2017

Una ratificación y dos novedades

- PREMIO A LAS ARTES VISUALES -  Que Ingrid Roddick se alzara con el primer galardón no puede sorprender a nadie, pero el salón municipal también distinguió a Nadia Palavecino y a Santiago Conte Mac Donell, nombres relativamente nuevos en la escena plástica local.

Una ratificación y dos novedades
Cíclica, la obra de Palavecino.
Cíclica, la obra de Palavecino.

Si bien la octava edición del Premio a las Artes Visuales consagró a Ingrid Roddick como ganadora, el segundo galardón y la mención de honor recayeron en artistas que pueden considerarse nuevos en la escena barilochense: no hace mucho que Nadia Palavecino reside entre nosotros y por el lado de Santiago Conte Mac Donell, recién en los últimos tiempos tomó impulso para comenzar a mostrar en público sus creaciones artísticas.

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Presente en la premiación que tuvo lugar el lunes, El Cordillerano dialogó con los artistas distinguidos. “Presenté una obra que se llama Aproximación 17 al Volcán Puyehue Cordón Caulle”, comentó Roddick. “Es una serie que empecé a trabajar este año a partir de la explosión de este volcán, que nos afectó en 2011. Investigando mapas encontré que los japoneses tienen mucha actividad volcánica y que la representan en sus mapas, que son muy coloridos, muy hermosos, de colores muy saturados… Entonces, pensé que quería partir de esa idea pero al mismo tiempo, lo que nos sucedió fue muy gris y oscuro, por eso la parte más importante de la obra espacialmente, es la pluma de ceniza y está trabajada con tinta, tinta china, aguadas… Es gris y negra”, detalló.

Al obtener el primer premio, la artista se confesó “feliz” y señaló que “la verdad, fue inesperado. Estoy súper contenta, yo vivo en Bariloche y que Bariloche reconozca la labor de los artistas… Todo el salón es muy bueno, así que me parece muy importante que se hagan estas actividades y convocatorias”, resaltó. En cuanto a su serie, “está como por la mitad. Hay un artista japonés muy famoso (Katsushika Hokusai) que retrató el volcán Fuji y una de su series era de 36 vistas, así que estoy aspirando a llegar a 36 por lo menos (risas)”, anunció.

Antes de quedarse con la segunda distinción en el Premio a las Artes Visuales, Nadia Palavecino había obtenido el máximo galardón en el Concurso 60 años del Instituto Balseiro y otro similar en el Concurso de Manchas Salón Otoño. “Participé con una obra que es un dibujo hecho con tinta y acrílicos. Se llama Cíclica y representa los diferentes momentos en la vida de una mujer que anda y sigue andando. Forma parte de una serie, de un conjunto de varios dibujos en los que todavía sigo trabajando, es todo mi trabajo del año 2015, 2016 y este... Tiene que ver un poco con mi vida y con la vida de las mujeres de mi familia, de seguir y seguir andando”.

Escena interesante

Comentó la artista que el corriente “es mi quinto año de vivir acá en Bariloche. No sabía del concurso, así que me pareció interesante la propuesta. Estoy contenta de compartir el espacio con artistas como Ingrid o Mariana Pabstleben o con Juan Manuel Ferrarini, que son buenísimos. Está bueno”, insistió. Palavecino encontró “muy interesante” a la escena plástica de esta ciudad. “Soy de Buenos Aires, estudié Bellas Artes allá y bueno, la movida que hay acá me parece súper interesante. Está bueno que se hagan este tipo de concursos”, resaltó. A pesar de su logro, la artista no prevé una muestra individual en el corto plazo. “Por ahora no, sigo trabajando y vamos a ver un poquito más adelante, a ver qué sale. Estoy pensando por ahí hacer una cosa que no sea muestra tradicional, aunque todavía no sé qué”, dijo sin dar pistas.

En cuanto al trabajo de Santiago Conte Mac Donell, “es básicamente un dibujo con una intervención de un MDF pintado en negro con cierta volumetría, entonces genera una sombra cuando se lo ilumina. Es una serie de trabajos que estoy haciendo en base a mi rubro, porque soy arquitecto entonces trabajo mucho con el dibujo técnico. Se me ocurrió esta serie que estoy empezando a hacer con estos cuadros, simplemente lo presenté y bueno, tuve suerte”, confió.

Son las primeras armas de Conte Mac Donell en el rubro exposiciones. “En realidad, presenté unos trabajos hace un año y pico en la escuela donde iban mis hijos: La semilla… Ahí presenté fotos y unas esculturas que trabajan con la luz. Este cuadro vino después de esa presentación y recién ahora estoy arrancando a plasmar obra que tengo en mi cabeza. Hacía rato que venía dando vueltas y finalmente la pude volcar. Está buena esta mención porque me da un impulso para seguir trabajando y haciendo”, avisó.

Saber del Premio a las Artes Visuales apuró las cosas para el artista. “Fue una casualidad, me pasaron la información y sencillamente, estuvo muy bueno porque en definitiva, te permite empezar a dialogar con tu propia obra y con la gente. Es la manera en la que uno puede mostrarse, sino uno queda muy reducido a alguna muestra. Está muy bueno”, destacó. La nómina de expositores se completa con Blanca Valiñas, Jorgelina Guglietti, Marco Prandi, Estela Romaniuk, Natalia Lukacs, Martín Asencio Sánchez, Marta Tallarico, Brian Fusswinkel, Juan Manuel Ferrarini, Roxana Pérez Jacob (ver recuadro), Gabriela Herrera, Mariana Pabstleben y Alejo García. 16 razones para detenerse en el SCUM por estos días.

La vida como interrelación

El cronista también dialogó con Roxana Pérez Jacob, quien acompañó el pequeño acto de premiación. Su obra “se llama Trama. Es un conjunto de croquis realizado con figuras humanas. Las monté sobre un plano dorado y el papel donde está puesto el óleo es dorado también. Sobre eso hay una trama dorada”, explicó. El trabajo “nació de la experiencia de terminar las sesiones de pintura y al verlas todas juntas, encontrar que había una secuencia, una interrelación entre ellas. Las relaciono con la vida, cómo esa trama de la vida es la forma en que nos interrelacionamos. Las personas aparecen y desaparecen, después vuelven a aparecer… Cada vez más, voy creciendo y veo a la vida como un tejido”, confió.

No hace mucho que El Cordillerano había dialogado con Pérez Jacob. Fue en ocasión de exponer en la Sala Panozzi. En este caso, su aporte “es bastante distinto. Viéndolos y acomodándolos me surgieron ganas de presentarlos de esta manera, de representar esa trama de esta manera y bueno, me animé porque también los salones o concursos son estímulos para animarse a experimentar. Así lo tomé”, indicó.

Precisamente, el retorno a escena del salón municipal “es algo muy importante porque es un estímulo para seguir trabajando. Es un rubro complicado que no le importa a toda la sociedad, siempre somos un porcentaje los interesados... Entonces, cualquier movimiento u oportunidad que aparezca es muy importante para poder ser y hacer socialmente”, señaló.

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