En un contexto áspero para el sector, la editorial La Ballesta Magnífica reeditó el libro de la autora barilochense. Se presentará el próximo domingo, en el stand 602 del Pabellón Azul.

El próximo jueves (25 de abril) abrirá sus puertas la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en coincidencia con la crisis más dura que afronta el sector editorial desde 2001-2002. Si bien lejos de la afluencia considerable de autores que supo registrarse a fines de la década anterior, habrá presencia barilochense: el domingo (28 de abril) Luisa Peluffo dará a conocer “Todo eso oyes” desde las 20 en el stand 602 del Pabellón Azul.

No es un Déjà vu ni se coló un archivo de fines de los 80, porque además la digitalización era todavía una quimera. En verdad la editorial La Ballesta Magnífica consideró pertinente reeditar la novela de la escritora, cuya primera versión salió a la calle en 1989. Cuando el cronista preguntó el porqué del retorno, respondió Luisa, ya desde Buenos Aires: “Buena pregunta, pero me parece que se la tendrías que hacer a Marisa Negri y Gabriel Martino, los editores. Por mi parte supongo que les interesó esta novela y por eso quisieron sumarla a su catálogo”.

En un punto, la publicación inicial de “Todo eso oyes” implicó uno de los momentos más importante en la trayectoria de la autora, que reside en Bariloche desde 1977. “Fue una felicidad enorme, porque la envié sin mucha expectativa al Premio Emecé y resultó elegida. Y elegida por un jurado de lujo: Isidoro Blaisten, Eduardo Gudiño Kieffer y Josefina Delgado”, recordó.

El Cordillerano: -¿Cómo es trabajar sobre un libro cuya primera versión es de décadas atrás?

Luisa Peluffo: -En este caso fue releer para detectar cualquier errata no advertida al digitalizar la versión editada en 1989. No te olvides que en esa época no había computadoras; ni internet, ni mail, ni redes sociales. Pero no resultó arduo porque en esa lejana primera edición, el asesor editorial de Emecé era Juan Forn, un maestro, que cumplió cabalmente su rol de editor, le encantó la novela y no se le pasaba nada. Para las revisiones nos manejábamos vía correo postal, ¿podés creer?  Esto dio lugar a una correspondencia riquísima que conservo con mucho cariño.

La escritora no suele utilizar la palabra pionera, que además por estas latitudes tiene otras connotaciones, pero que se adelantó en el tiempo es evidente. “En la novela perdura un tema del que no se hablaba en aquel momento, y es el tema del despojo a los primeros habitantes de la Patagonia. Y no me refiero solo al despojo del territorio, sino al silenciamiento de su cultura y sobre todo de su lengua”.

Obra pionera.

Además, “Todo eso oyes” avanza hacia “un paralelo entre aquel despojo, aquel silenciamiento y los desaparecidos durante la dictadura. En aquel momento yo me aferré a la escritura de esta novela como una suerte de talismán para que no vuelva ese horror”, resaltó Luisa. Precisamente, para tratar de poner distancia entre la mayor virulencia del terrorismo de Estado es que junto con su familia, abandonó Buenos Aires para instalarse en Bariloche.

El Cordillerano: -Es un momento dificilísimo para el sector editorial. ¿Cómo valorás la chance de la reedición en este contexto?

Luisa Peluffo: -Yo no puedo más que agradecer que Marisa Negri y Gabriel Martino, editores de La Ballesta Magnífica, hayan elegido “Todo eso oyes” para esta reedición; especialmente en este momento en que se cierran tantas puertas para la cultura en nuestro país. Y agradezco especialmente a Luciana “Tani” Mellado, poeta e investigadora, no sólo por su prólogo, sino por cómo se sumergió -literalmente- en esta novela y la difundió.

Por si algún barilochense anda por Buenos Aires en los próximos días o tiene la chance de difundir entre sus relaciones porteñas, el libro se volverá a presentar en la noche del próximo domingo desde las 20, en el stand 602 del Instituto Cultura PBA (Pabellón Azul). Por su parte, Luisa prevé “disfrutar este rescate de mi primera novela y tener muy presente que para proyectar el futuro hay que oír, escuchar el pasado. Todo eso oyes”. Tal vez, más que nunca.