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Junto con Eugenia Neme y Pablo Candamil, participa de la muestra que acompaña la edición en curso del Festival de Teatro de Humor Da para Re Ir. “La fotografía teatral es acción que se transforma en otro tipo de acción”, define.

Entre otras facetas que también se relacionan con el quehacer artístico, Virginia Salamida es fotógrafa y actriz. Esa duplicidad juega a su favor en la muestra de la que participa hasta fines de abril en La Llave, porque se conforma con imágenes que tomó en ediciones anteriores del Festival de Teatro de Humor “Da para Re Ir”. De la exposición conjunta también son parte Pablo Candamil y nuestra compañera en El Cordillerano, Eugenia Neme.

“Cuando logro capturar una buena foto teatral es porque antes o durante la función mucha gente hizo muy bien su trabajo”, le dijo la fotógrafa a este medio, lejos de todo vedetismo. En efecto, para Virginia “un instante capturado es el arduo trabajo previo del director o directora de la obra, de escenógrafos/as, vestuaristas, maquilladores” junto con “la expresividad y espontaneidad de quienes actúan, pero sobre todo de una buena iluminadora o iluminador”, porque “la fotografía es luz”.

Cuando se conjugan tantas destrezas, “hay obras que son fiestas para los fotógrafos. Cada instante es una oportunidad para hacer un buen registro porque lo que se ve a través del lente es rico visualmente”. Claro está, después “va mi elección al momento de seleccionar las fotos para exponer, donde creo que cada parte se luce en su trabajo”, sintetizó. La nueva edición del festival que organiza Pim Pam Pum arrancó el jueves último y se reanudará el próximo viernes (5 de abril) en Moma.

De la explicación que brinda nuestra interlocutora parecería que la cosa es fácil, pero en realidad “es un tipo de fotografía compleja, porque en un principio la prioridad es la expectación”, aclaró. “Es muy importante que mi presencia pase desapercibida. Cuando estoy haciendo fotos yo no puedo llamar la atención más que lo que está sucediendo sobre el escenario”, señaló. Nadie quiere que el público desvíe la mirada.

Jerónimo, de Pim Pam Pum, en la mirada de Virginia.

Entonces, “esto es un límite concreto en este tipo de trabajo. Aun así, es un desafío, porque hay que hacer un resumen o un recorrido de la obra a veces parada desde un solo punto de la sala”, compartió. Ese ejercicio “requiere de una mirada muy atenta para capturar aquello que se arma y desarma en un solo segundo: un gesto, una corporalidad, una luz que llega al personaje de determinada manera y al instante se desarma”.

Así las cosas, “la fotografía teatral es acción que se transforma en otro tipo de acción”, definió Virginia. “Es un llamador, por decirlo de alguna forma. La fotografía convoca a nuevos espectadores a moverse desde la comodidad de su casa hasta una sala de teatro, porque algo de lo que vio lo sedujo”, sugirió. “Como dije antes, que haya una exposición de fotos refleja el inmenso trabajo que hubo para generar un festival en años anteriores y que nuevamente se renueva este año. ¡Lo que hace la gente de Pim Pam Pum es inmenso!”

La fótografa.

Que comparta espacio con Candamil y Neme no es casual. “Desde hace unos años nos venimos cruzando en distintos festivales, foteando obras de teatro o eventos musicales. Nos llevamos muy bien y de alguna forma terminamos siendo referentes como fotógrafos para este tipo de actividades”, consideró. “Cuando es sencillo y divertido trabajar con alguien, creo que en cierta manera se refleja en los resultados. Esto me ocurre con Pablo y con Euge, fluye y para mí es un honor exponer junto a ellos”, resaltó.

Además, Virginia tuvo otras palabras de reconocimiento. “No quiero dejar de destacar a los chicos que organizan el Festi Da Para Reír, que son quienes nos propusieron hacer la muestra. Ellos se ocuparon absolutamente de todo y hay muchas horas de trabajo invertidas de su parte, para que esto se haga realidad”. En efecto, “siento un agradecimiento muy grande por Jero, Poke, Mica y Juan y también hacia la gente de La Llave, como Andreina y muchos más, por Andino Color y La Papelera que fueron quienes realmente gestaron esto. Es un regalo del Da Para Reír hacia los fotógrafos”, redondeó. “Así lo siento yo”.

La muestra conjunta está a disposición del público en la antesala de la Escuela Municipal de Arte, adonde las acciones del festival retornarán el otro fin de semana. El próximo, las funciones se mudarán a Moma, con el siguiente cronograma: “La lechera”, de la Formación Teatro (viernes a las 21); “Ella en mi cabeza”, de Patagonikus (sábado a las 21) y “Hachalibur”, de Alejandro Talarico y Pim Pam Pum (domingo a las 21). Para fotógrafes y para todo público, la fiesta continúa.