NO FUE CARLOS WIEDERHOLD

| 19/05/2023

El primer concesionario de las tierras que hoy ocupa Bariloche fue un británico

El primer concesionario de las tierras que hoy ocupa Bariloche fue un británico
Fragmento de un mapa que Müller incluyó en su obra. Puede advertirse que la concesión comprendía buena parte del lago Nahuel Huapi.
Fragmento de un mapa que Müller incluyó en su obra. Puede advertirse que la concesión comprendía buena parte del lago Nahuel Huapi.

Se llamaba Wilson Bell y operó en nombre de la Compañía de Tierras del Sur Argentino. A través de diversas maniobras, la empresa británica obtuvo 48 mil kilómetros cuadrados de los mejores campos. Entre ellos, la costa sur del lago.

La primera mensura que se hizo en el área que actualmente ocupa Bariloche no es la que generalmente se cree y se llevó a cabo en beneficio de un súbdito británico que operaba para la Compañía de Tierras del Sur Argentino. La concesión que obtuvo Wilson Bell vulneró la normativa que estaba en vigencia a fines del siglo XIX, pero el Estado hizo la vista gorda. De quedar firme aquella medición, esta ciudad no existiría o ocuparía campos del emporio ganadero.

“La mayoría de los historiadores están convencidos de que el primer plano de la Colonia Nahuel Huapi es el que corresponde al de exploración y mensura de los terrenos que rodean al lago Nahuel Huapi, realizado por el Ing. Carlos E. Martínez y aprobada por decreto el 26 de febrero de 1902”. Pero, “en realidad, el primer plano que se presentó como Colonia Nahuel Huapi fue ejecutado por el agrimensor Pablo Gorostiaga comisionado por el Gobierno con fecha 18 de enero de 1888 para ubicar la concesión otorgada al Sr. Wilson Bell. Este se aprobó el 30 de septiembre de 1892”.

Estudió el caso en profundidad Cristian Müller en su libro “Las colonizaciones del Nahuel Huapi. Patagonia-Argentina” (Edición del autor-2017). El agrimensor, activista ambiental y fotógrafo se jubiló hace poco, después de décadas de desempeñarse en la Dirección de Catastro de Río Negro. Para Müller no quedan dudas: “El análisis de este expediente nos permitirá ser testigos de la colonización inglesa que luego de dos intentos fallidos de hacerlo por las armas en 1806 y 1807 lograría su cometido económica y comercialmente”.

En estas latitudes, la empresa que concretó aquello que no pudieron William Carr Beresford y Home Popham fue “la Argentine Southern Land Company, Limited”, estableció el barilochense. “La solicitud (de mensura) se basa en la utilización de la Ley 817 de Inmigración y Colonización del año 1876”, que “habilitaba a las compañías colonizadoras a solicitar en los territorios que no están medidos y dados a la colonización hasta dos secciones de 40.000 ha con la obligación de establecer 250 familias de agricultores en el término de cuatro años”.

Para superar escollos legales “la ASLCo se movía con varios intermediarios. Cada uno de ellos podía pedir el máximo permitido por la ley, dos secciones en zonas no exploradas ni dadas a la colonización, es decir, 80.000 ha en cualquier lugar. Luego de las concesiones eran cedidas a los operadores de la compañía. Algunos de los nombres de estos operadores se repiten a lo largo de la historia y en la formación de diversas sociedades inglesas que funcionando en conjunto llegaron a manejar un millón de hectáreas en la Patagonia”, encontró Müller.

Para redondear las maniobras, “más tarde se solicitaba el cambio de ubicación del lugar asignado en primer término porque se aducía que el lugar otorgado era inadecuado para la colonización. El nuevo lugar asignado era en los lugares que la Compañía tenía interés y habían sido explorados previamente por la misma. Quien se había internado en los territorios y fue encargado de que se cartografiara la zona fue el ingeniero Asahel Pilkington Bell para la Chubut Central Railway Co. entre 1886 y 1888. Bell era además el apoderado de la Chubut Co. y el hermano de Wilson Bell, el solicitante de estas tierras”. Vaya casualidad…

Gorostiaga trabajó sobre “la concesión otorgada al señor Wilson Bell, entre los límites setenta a setenta y dos grados de longitud (70° a 72° longitud) y cuarenta y uno a cuarenta y tres grados cuarenta y cinco minutos de latitud S (41° a 43°45’ latitud S), según consta en el expediente original”. Para Müller, “lo primero que llama la atención es la ubicación geográfica que se le asigna a la mensura, dentro del territorio de Chubut. Sabemos que el lago Nahuel Huapi se extiende entre las provincias de Río Negro y Neuquén”.

Es más, “según la Ley 1532 de organización de los Territorios Nacionales de 1884 el límite entre Chubut y Río Negro era el paralelo 42°. Por lo tanto, el área asignada para la ubicación de la concesión […] está encabalgada sobre ambas provincias”. La superficie en cuestión se extendía por 48.000 km2”. El estudioso destacó que “esta área es una de las de mejores pasturas y con abundante agua. No es fruto de la casualidad que allí se ubicaran todas las estancias de los ingleses de la sección cordillerana”, es decir, “las estancias El Maitén, Lepá, Fofocahuel, Cholila, Fitiriwin y Esquel”, todas de la Compañía.

El artículo 66 de la Ley N°817 “admitía que si uno de los límites (de las secciones) era un límite natural la superficie podía variar un 20 por ciento más o menos”. El límite noroeste de la concesión de Bell era precisamente, el lago Nahuel Huapi. “En este caso la sección noroeste que limita con el lago tiene un excedente de 4.113 ha 47 a (áreas) que, según el agrimensor actuante, Pablo Gorostiaga, no representaba un problema ya que se hallaba comprendido dentro de lo prescripto por este artículo”. Hubo objeciones por parte de la Sección Topografía de la Oficina Central de Tierras y Colonias, pero su titular, Nicasio Oroño, las desestimó. Según Müller, un reconocido masón. Pero esa, es otra historia. El primer concesionario de las tierras que hoy ocupa Bariloche no fue Carlos Wiederhold, sino el británico Wilson Bell.

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