“La otra cara de la postal” ya se presentó un par de veces en Bariloche y también en El Bolsón, pero el próximo miércoles debutará internacionalmente. El autor estará en la Cúpula de la Plaza Bogotá, un sitio clave de la cultura santiaguina.

Cuando se puso a escribir la historia de la música que ama para después publicarla en “La otra cara de la postal. Punk en Bariloche”, difícilmente imaginara Claudio Vargas Ojeda repercusión internacional: el próximo miércoles (18 de mayo), el muchacho del barrio San Ceferino estará nada menos que en la Cúpula de la Plaza Bogotá, en Santiago, para contar cómo fue que un puñado de amigotes echó a rodar la rueda punki que marcó la década de los 90 de este lado de la cordillera.

La cosa pasó a mayores. “Fue idea de mi amigo Rupestre, cantante de KNTI (Ke Nunca Te Importe), una banda de cíber punk o punk industrial, con reminiscencias de la movida de Sigue Sigue Sputnik y las bandas alemanas o polacas de los 80. Música medio tecnosa y un poco oscura”, introdujo el especialista. “Rupestre está ligado a Santiago Ander”, una editorial santiaguina y así se encadenaron los acontecimientos.

KNTI y Santiago Ander “suelen trabajar juntos cuando hacen presentaciones de libros o lecturas: KNTI hace música mientras se recita”, describió Vargas Ojeda. “De ese grupo viene Emilio Ramón, uno de los que va a estar conmigo para hacer una especie de presentación. Él es novelista, las últimas que sacó son Los muertos me escriben y Labios ardientes y bueno, es uno de los encargados de Santiago Ander”.

El cónclave será concurrido porque “otro que se va a sumar es Marcelo Aray, cuyo último libro es La muerte me está siguiendo, editado en Buenos Aires por Piloto de Tormenta. Él ha sido músico, estuvo en La Mosca Travesti y ahora se dedica a ser DJ. De esa organización, invitaron a Estriba, una banda punk que va a musicalizar y también se van a juntar varios DJ que van a usar casetes, material de los 80 y 90 de bandas de Latinoamérica”. De punk rock, claro.

“Va a ser una linda jornada”, anunció el protagonista del asunto. “Se va a hacer en Plaza Bogotá, en Santiago centro, un lugar bastante histórico que cuando fue el estallido, fue uno de los lugares donde las organizaciones se juntaban a debatir y a hacer cosas”, informó el difusor del punk. “Es una zona bastante artística y como es una plaza, instalaron una pérgola central que la municipalidad cerró para hacer cosas artísticas cuando el tiempo no ayuda. Se pasan películas y se presentan libros permanentemente y ahí caímos nosotros”, bromeó.

“La otra cara de la postal. Punk en Bariloche” ya se presentó en dos ocasiones en esta ciudad y una tercera en El Bolsón, con gran repercusión. Pero el acontecimiento que se viene tendrá relevancia particular. “Para mí, que se presente el libro allá es muy importante porque además de hablar de la movida barilochense, tiene una parte que habla de Puerto Montt e incluso, podemos decir que parte del punk que escuchábamos a fines de los 80 y principios de los 90 venía de Chile”.

Aquellos pibes no hacían mucho caso a las fronteras. “Nosotros también cooperamos llevando música hacia allá y fue bastante recíproca toda esa movida”, recordó Vargas Ojeda. Entonces, “estar en un lugar como ese, marcado por la revolución que estuvo sucediendo en Chile, la verdad que me gusta mucho por lo que es el movimiento punk, que siempre ha estado ligado a la cosa revolucionaria y a los cambios fuertes de pensamiento”, resaltó.

La ansiedad va in crescendo. “Estoy esperando poder viajar y poder presentarlo, el miércoles 18 a partir de las 19. Vamos a ver qué sucede”, aventuró. “Por lo visto, hay bastante movimiento porque se han enterado varios amigos y me han escrito desde Santiago, de Buenos Aires y eso está bueno para que se conozca el movimiento punk de Bariloche. Que tengan ganas de escuchar es muy positivo, sabiendo que es bastante difícil salir a presentar libros”, valoró el autor. Qué duda cabe: punk’s not dead, ¿cachai?