Un 3 de mayo especial

Un aniversario muy especial en el cual podemos repensar nuestra ciudad, esa ciudad que construimos entre todos con el aporte de cada uno a partir de nuestro trabajo cotidiano en el lugar que nos toca.

Un 3 de mayo en el que se combinan varias cosas, es domingo, día nublado, y estamos en asilamiento social obligatorio y se siente el silencio y la tranquilidad de esa conjunción.

No están los actos, las manifestaciones públicas, los desfiles, el paseo por la ciudad disfrutando y acompañando a cada uno de los barilochenses nacidos y criados como así también a quienes, por diferentes razones, la ciudad nos recibió hace muchos años y pudimos armar nuestra familia y llevar adelante nuestra vida laboral al pie del Cerro Otto y con la belleza de los lagos que nos rodean.

Somos más de 150 mil personas las que conformamos esta comunidad que hoy cumple 118 años y hacemos latir el corazón de la ciudad desde cada uno de los barrios y nos preparamos permanentemente para que aquellos que nos visitan, puedan disfrutar de la belleza de este rincón de la Patagonia.

Estas últimas semanas de Aislamiento Social Obligatorio ha transformado nuestras vidas. Sin duda alguna produjo cambios fundamentales que, si pudiéramos aprovecharlos, nos darían la posibilidad de transformar nuestra ciudad.

Muchos temas se discuten en estos días sobre los efectos de esta situación y por supuesto que los que más sobresalen son aquellos referidos a la actividad económica en todos sus aspectos y a la realidad social que nos golpea diariamente cuando observamos las realidades de las zonas más carenciadas de la ciudad.

Sin dudas es de suma importancia, pero como suele decirse, veamos “la mitad llena del vaso”. La situación nos obligó a entrar en nuestras casas, pasar más horas con los nuestros, producir el reencuentro con nuestros hijos, nietos, hermanos, esposos, parejas. Por supuesto la realidad de cada casa fue distinta, pero algo seguro cambio y es que empezamos a transformar nuestra casa en un hogar y aquellos que vivíamos bajo un mismo techo y que teníamos momentos juntos, pudimos reencontrarnos con aquella figura que es la base de nuestra sociedad, la familia…. Pudimos compartir lo mucho o poco que teníamos y darnos tiempo para pensar, pensar juntos y pensar en nuestro futuro.

La realidad nos mostró crudamente lo efímero que puede ser todo y lo inestable de nuestra condición. Un virus cambio nuestra situación y eso nos permitió el reencuentro.

Los negocios cerraron los domingos, para desinfectar se dijo, y eso posibilito que todos permanecieran en sus hogares con sus familias y la ciudad se calmó, la ciudad descansó y todos pudimos reacomodar nuestras vidas sin crearnos necesidades de último momento. Hemos aprendido a organizarnos, a ser pacientes, a planificar a reconocer la importancia del trabajo que cada uno realiza y que sin esas actividades nos hubiéramos sumido en un profundo caos.

Por eso este aniversario es especial… tenemos la posibilidad de repensarnos, de distinguir entre lo urgente y lo importante y por supuesto atender especialmente a todos aquellos aspectos que quedaron al descubierto en este tiempo. Todas las falencias, deficiencias y necesidades sobre las que debemos trabajar todos y en particular deben ser tenidas en cuenta por aquellos a quienes otorgamos la tarea de gobernar esta ciudad.

Seguramente todos tenemos una idea de como queremos que sea nuestro entorno, nuestro barrio, nuestra ciudad y disfrutar el orgullo de disfrutar de la misma. Somos andamios en esta construcción y como todo andamio en alguna etapa de la obra se retira y se puede ver la misma finalizada y en todo su esplendor….

Que podamos reavivar esas ilusiones y podamos disfrutar por que hoy es el cumpleaños de todos.
¡¡¡Feliz día barilochenses!!!

Víctor H. Báez, ex decano de la Universidad Nacional del Comahue
DNI 12979292
41 años en Bariloche