28/08/2023

Hay que reconciliar a los jóvenes con la democracia, es urgente

“La democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado” dijo Churchill hace mucho, los que en este momento piensen muy negativamente de esta frase/personaje, desde su parada progresista y/o republicana, podrían hacer el ejercicio de imaginarse viviendo en una villa, cartoneando todo el día, por años, para igual no llegar a dar a sus hijos una vida mejor que la propia, ¿cómo seguir confiando en un sistema así de lejano?, interpreto que no hay mucho margen si antes no se logra dejar las anteojeras, de un lado u otro del espectro político, y empezar a hablar de datos, vidas reales, índices sociales, dato mata relato, realidad del barrio mata promesas.

En los últimos 48 años la Argentina no para de retroceder, con pequeñas mesetas, los índices sociales, sobre todo el más importante de todos: “Menores viviendo en la pobreza” (porque nos muestra el futuro que se viene) no paran de empeorar, en ese lapso hubo gobiernos que desaparecieron personas, gobiernos que liquidaron la industria, gobiernos que rompieron la transferencia cultural del trabajo como ordenador social, gobiernos que rompieron la militancia ensuciando causas indispensables con hechos de corrupción, gobiernos con buenas intenciones pero con poca capacidad y menos fuerza, o peor aún, comodidad, gobiernos que directamente nos quieren convencer que somos una mierda, de todo un poco. ¿Cómo seguir apostando a un sistema así?

Los que vivieron la década del 60 y principios del 70, y los primeros años de Alfonsín podrán recordar esa energía, esa alegría/ilusión de un país mejor que atravesaba a los jóvenes de todas las clases sociales, y era su motivo diario de discusión.

Después, la incapacidad de canalizar esas fuerzas por vías no violentas, terminó destruyendo el futuro del país, que hoy es nuestro presente. Se empezó dejando de creer en el sistema democrático, se siguió aceptando socialmente destruir al adversario con la palabra, se continuó avalando el destruirlo materialmente, y se terminó destruyendo los límites de cualquier dignidad/honestidad en el sistema político, al nivel que desaparecer a otro, o destruir su economía de por vida, fuese algo dentro del marco de lo posible, lo aceptado, y lo necesario.

Este proceso de fracaso permanente ha hecho que los jóvenes no se interesen masivamente en la política y descrean en la democracia como instrumento de transformación social, el discurso antipolítica de gente que irónicamente se beneficia haciendo política, la negativa a retirarse de dirigentes cuyos nombres hemos escuchado por décadas y siguen postulándose sin poder mostrar logros importantes, y de esa forma negando la renovación necesaria, y presionando a los jóvenes a tener que militar al candidato que saben flojito de papeles, y por último el cambio revolucionario en el lenguaje de comunicación por la irrupción de la internet en la vida social, que ha hecho que los jóvenes no miren nunca un noticiero, y mucho menos lean un diario.

En los últimos años entramos en una pendiente mucho más pronunciada de deterioro, se aceleró dramáticamente el endeudamiento del país que creó inicialmente la dictadura, impidiendo cualquier plan sostenible, se deterioró y no se recuperó gran parte del ingreso de la mayoría de las familias, estuvimos encerrados más de un año por una pandemia que además de los muertos produjo cientos de miles de personas que tienen problemas psicológicos, y otros tantos que se niegan a volver a trabajar al ritmo por el que les pagan, argumentando el trabajo virtual como la gran panacea, dato bastante cuestionable pero que sobre todo debilita los lazos sociales que necesariamente se crean en el trabajo.

Además de la angustia acelerada de dicho deterioro, se ha instalado la idea de que la libertad para atacar verbalmente al oponente no necesita de ninguna prueba o evidencia comprobable, y en este ataque en los comentarios de cualquier medio digital o red social, están avalados los insultos, los ataques personales o a familiares, las denuncias sin pruebas, mentir los datos a mi favor, todo se puede hacer, y sin consecuencias.

Esta violencia que ha crecido en las redes desde lo simbólico ya empieza a mostrar coletazos de realidad material, pibes asesinados por fuerzas federales, intentos de magnicidio, etc. Todos preludios, como en los 70, de algo mucho peor.

¿Cómo desarmar esta bomba de violencia creciente?, en el Sanjo creemos que reconciliar a los jóvenes con la democracia empieza necesariamente reconstruyendo las reglas sociales de respeto al otro por más que piense distinto, y para lograrlo es imprescindible aprender el lenguaje de los jóvenes e interpretar las legítimas causas del hartazgo generalizado.

“El Sanjo Pregunta” es un intento en ese sentido, fueron muy interesantes las discusiones entre jóvenes nativos digitales, y adultos con otros leguajes y cosmovisiones, sobre qué es lo importante, y cómo decirlo, esta serie de entrevistas de excelente calidad audiovisual que son mucho más breves de lo que los adultos hubiéramos querido, y mucho más largas de lo que los jóvenes aceptan en su ritmo de absorción vigente, son el punto de encuentro posible.

Intentamos acercar a los candidatos/as a la gente, sin ventajas para ninguno/a, con las mismas reglas y cuidado a todos/as, coincidamos o no con sus ideas.

Creemos que el resultado es sorprendente y único en la historia de nuestra ciudad, en calidad de producción y neutralidad/respeto de todas y todos.

“El Sanjo Pregunta” rompió con todo lo que se venía haciendo en la ciudad, vemos con alegría que algunos candidatos, y otras organizaciones empiezan a copiar la iniciativa y el lenguaje.

Estamos muy felices porque además del reconocimiento de los ciudadanos traducido en más de 10.000 vistas de los cortos a pocos días de subidos, y por la calidad del trabajo de nuestros talleres de Cine, Diseño, Computación, Redes, Periodismo y Comunicación, con muchísimas horas de trabajo de madrugada de varios héroes de nuestra familia de la Fábrica de Futuro, creemos que hemos puesto un ladrillo en esta reconstrucción imprescindible y urgente de nuestro país, empezando por nuestra ciudad, y por nuestro barrio, recuperando esas “Palabras de Barrio” que se charlaban sobre cómo juntarnos para mejorar las cosas.

El Sanjo Pregunta puede verse en:

www.palabrasdebarrio.com

https://www.youtube.com/@fundacionsanjoseobrerobari8556

https://www.instagram.com/sanjo_brc/

https://www.tiktok.com/@fundsanjoseobrero

https://www.facebook.com/sanjoseobrerobrc

Los talleristas héroes de nuestra familia: Jerónimo Vázquez, Ezequiel Fernández, Francisco Fernández Herrero, Daniel Lorenzo, Matías Fernández Herrero, Lautaro Romczyk, Sebastián Fuentes.

Los pibes y pibas de los talleres: Natanael Crespo, Nancy Rodríguez, Ayelén Sanders, Alan Navarro, Susana Estrella Barrientos, Mariano Taboada, Amada Antío, Lidia Froy, Gabriel Ramos, Ana Triana Lucía Talero, Lucas Albaneses, Eduardo Méndez.

 

Fernando Fernández Herrero

Fundación San José Obrero

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