01/08/2019

Carina Kendikian comparte su “Metamorfosis”

Texto: Adrián Moyano/ Fotos: Tonny Romano
Carina Kendikian comparte su “Metamorfosis”
Carina Kendikian.
Carina Kendikian.

La expositora dice que llegó a Bariloche dos años atrás y que desde entonces, el arte se colocó en el centro de su escena. Objetos que nacen del reciclado de materiales y de la imaginación de su creadora.

Algunos de los componentes pueden reconocerse en su función original: grandes resortes metálicos, cintas que integraron viejos relojes, trozos que se hicieron pequeñas láminas… Pero en la propuesta artística de Carina Kendikian, la nueva suma de las partes redunda en impensados todos: una mariposa que extiende sus alas, una casa que reproduce rasgos de la arquitectura regional, una grácil bailarina en pleno movimiento…

Estaba particularmente ruidosa la sala Panozzi al abrir su muestra la expositora. Es que la presencia de la flamante ministra Martha Vélez en la Delegación de la Secretaría de Cultura, convocó a más prensa de la habitual. Cabe recordar que la nueva funcionaria no solo tiene en su organigrama a Turismo, sino también a Cultura y Deportes. La apertura de la exposición coincidió con su primera encuentro con el staff local.

Quienes se acerquen al espacio hasta el 30 de agosto, “van a ver obras en hierro reciclado combinado con vidrio y trabajos en vitral, por eso el nombre Metamorfosis. Van a ir viendo justamente, el cambio de una persona durante mucho tiempo. Hace dos años que comencé con esto y para mí, es muy importante. Es un trabajo que sale del alma, creo que eso se ve en las obras. Me gustaría que si pueden, pasen a ver un ratito la muestra y espero que les guste”, invitó Kendikian.

La utilización de materiales que inicialmente tuvieron otra finalidad, es rasgo distintivo en la propuesta de la escultora. “Empecé buscando algo diferente para hacer, no algo tradicional. Me pegó muy fuerte lo del reciclado y trabajar viendo como una cosa oxidada, puliéndola, uno puede darle vida nuevamente. Combinando también un poco de colorido con otros materiales, como la madera o la piedra, esto de pronto tiene vida. Es así de simple.

También es alegría, digo yo, porque la vida es alegría, no es todo óxido. Esto ayuda a renacer”, proclamó la expositora.

Según le contó a El Cordillerano, su relación con el arte no existía apenas tres años atrás. “Es nuevo esto. Nunca hice nada, nunca tomé un curso, nunca había hecho un taller especial. Por supuesto, después tuve que tomar un taller para aprender a usar la amoladora, la soldadora y poder ir creando. Es muy lindo estar con los materiales muertos, diría yo, y darles vida, ir encontrando y sentir algo que te pasa adentro cuando ves que de esto, va a resurgir algo”, compartió Kendikian.

La expositora con la nueva ministra de Turismo, Cultura y Deporte, Martha Vélez.

Espontaneidad

A pesar de la precisión que se advierte en cada trabajo, la actitud de la artista tiene más que ver con la del músico de jazz que con la del arquitecto. El tema de cada obra “es lo que va apareciendo. Lo que no puedo hacer es plasmarlo en un papel, lo tengo que armar en mi cabeza, diseñarlo y una vez que lo visualizo, lo empiezo a trabajar, a buscar los materiales y a ver cómo hacer”, señaló.

Con la improvisación del jazz o con cierto espíritu dadaísta. “No me los planteo, me van saliendo espontáneamente. Por ejemplo, a mí me gusta ver ballet y un día, viendo El lago de los cisnes, es tan perfecto y tan fino, que visualicé una de las obras”, señaló la expositora. “Es la que tiene las flores… Esas flores son las manos de la bailarina, que son la perfección. Así salió mi obra pero nunca la había pensado”, insistió.

Kendikian “Metamorfosis” como una suerte de lanzamiento propio. “Quiero encararlo como un trabajo, si es que a la gente le gusta y me acepta”, esperanzó. “Como un trabajo profesional aunque es muy difícil hacer esto por encargo, no se puede. Al menos, con lo poco que empecé, yo no puedo por encargo. Me tiene que surgir, lo tengo que sentir. Lo que no siento, no lo puedo hacer”, confesó.

Algunas de las piezas que forman parte de sus obras, todavía presentan óxido, aunque con finalidad estética. A pesar de la hostilidad que podrían presentar para su manipulación, “me llevo muy bien con los materiales y trabajar con el vidrio es maravilloso, disfruto muchísimo. Esa parte requiere mucha paciencia, con el vidrio es todo milimétrico. Para poder armar estas piezas que son de vitral, es todo milimétrico y me gusta mucho. Es un desafío”, resaltó. Un cambio bienvenido.

Universo Kendikian.

Lugar en el mundo

La artista incorporó las técnicas del reciclado y su nuevo ensamble en forma simultánea a la relación con el vidrio. “Sí, le dije al profesor que quería agregar vidrio, que me enseñara a hacer vitral y empecé a practicar. Trato de mejorarlo día a día”, apuntó Carina Kendikian. También participa con sus aportes en “Metamorfosis” Roxana Raimondo, quien no pudo estar presente en la inauguración por cuestiones laborales.

“Somos amigas”, justificó su compañera. “Unos meses después de que yo empezara, ella también empezó con el taller y bueno, la pasamos bien. Lo importarte es estar bien y divertirse, cada una tiene su estilo, sus necesidades de crear y de sentir. Es lo que siente cada uno y lo expresa por medio del arte”, relató. “Somos muy diferentes, pero podemos mezclar las distintas obras porque es arte. Es muy lindo lo que hace ella”.

No hace mucho que la recicladora reside a pasos del Nahuel Huapi y en su percepción, la mudanza mucho tuvo que ver con su irrupción en el universo del arte. De ahí también el nombre de la muestra. “Es mi transformación.

Me vine a vivir a Bariloche desde Buenos Aires hace dos años y siento que esta es mi transformación y la estoy representando en las obras. Este es mi lugar en el mundo”, definió. “Se siente”.

Texto: Adrián Moyano/ Fotos: Tonny Romano

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