La jornada del “doble no”: al federalismo y a la participación  

La Corte Suprema no dio lugar a las sorpresas. La polémica acordada, con muchos tintes políticos, determinó la proscripción del gobernador Alberto Weretilneck. Festejos en la carpa chica del Frente para la Victoria; algo de desazón y rápidas consultas en la de Juntos Somos Río Negro para definir el obligado reemplazo.

Momento de quiebre en el panorama político rionegrino, con cambios de candidato y modificaciones de las estrategias. Porque en definitiva nadie se va a librar del cimbronazo que produce esta definición. Unos, porque su principal referente queda excluido de la competencia electoral. Los otros, porque ahora deberán explicar también las razones por las que se empeñaron en sacarlo de la cancha.

Mientras tanto, seguiremos masticando la intromisión del máximo tribunal en un tema ajeno a su competencia originaria (así lo establece la letra fría de la Constitución), y en un fallo que quedará sospechado por la intromisión de factores ajenos a los propios de la provincia. Allí prevaleció la pugna interna de la Corte, con sus realineamientos, y el enfrentamiento con el gobierno nacional, antes que un criterio estrictamente jurídico y constitucional. No de otra manera puede interpretarse la alusión al caso de Gerardo Zamora en Santiago del Estero, un antecedente que guarda enormes diferencias con el rionegrino.

Para la causa federal y la autonomía de las provincias queda un antecedente sumamente negativo. Es un evidente avance sobre la jurisdicción provincial y deja abierta la posibilidad de que frente a cualquier situación la Corte disponga a contrapelo de los intereses de los rionegrinos.

Pero también es un retroceso en cuanto a la evolución de nuestro sistema democrático y la ampliación de la participación de la sociedad. Y sobre el derecho de los ciudadanos de votar a quien desea.

¿Habrá efecto búmeran? La pregunta daba vueltas en el Complejo Cultural de Cipolletti. La proscripción del gobernador Weretilneck, definida en Buenos Aires por un organismo judicial politizado y con poca credibilidad, es un revulsivo sobre la conciencia de los rionegrinos.

Mientras tanto, Juntos terminaba de definir el reemplazante del mandatario en la lista.