21/02/2019

Sin temor al fracaso

Sin temor al fracaso

Entre los motivos de los diversos problemas de pareja que existen, uno de ellos es la dificultad de construir y mantener en el tiempo el “vínculo afectivo”. Este es el vínculo que se arma entre dos por el mutuo interés sincero (no fingido) que no requiere palabras. Es decir, lo no verbal.

Donde mejor se ve dicho vínculo es en los primeros tiempos de una relación amorosa donde, por lo general, la actitud del cuerpo de ambos (de profundo interés) coincide con lo verbal. Uno le dice al otro: “Te amo” y lo confirma con todo su cuerpo. La manera en la que se acercan es sellada por lo que hablan y no hay discrepancia. Con los años, esta conexión no verbal se deteriora, o deja de existir, y es necesario reconstruirla.

En muchos casos, la ausencia del vínculo lleva a muchas parejas a separarse provocando tristeza, rencor, reproches y, en la mayoría de los casos, temor a volver a vivir la misma experiencia en el futuro. Comparto a continuación algunos tips que nos pueden ayudar a superar el miedo a volver a fracasar con una pareja:

Escoger a alguien no porque lo necesito, sino porque lo deseo. No es beneficioso elegir a una persona para compartir nuestra vida, sobre todo después de una experiencia negativa, impulsados por la carencia. Esto solo nos hace esperar que el otro nos dé lo que nos falta. En cambio, cuando elegimos a alguien porque así lo deseamos, estamos bien con nosotros mismos y, sobre ese fundamento, podemos compartir la felicidad con esa persona.

Hacer todo lo posible por estar bien conmigo mismo. Esto es fundamental, antes de formar pareja nuevamente. La primera pareja siempre es con uno mismo. Cuando nos amamos equilibradamente, nos conocemos, nos respetamos y nos cuidamos, la forma de relacionarnos con los demás es mucho más sana.

Basar la relación nueva no sobre la obsesión, sino sobre la pasión. Hay personas que creen que encontrarán la pareja ideal y se frustran. Toda persona sana posee características positivas y negativas pero la relación debe basarse en la pasión, no en la obsesión, ya que la primera nos atrae, nos motiva y nos hace libres. En cambio, la obsesión es sinónimo de posesión y causa dolor.

Trabajar para disfrutar una comunicación amorosa. Toda comunicación, y en especial en la pareja, tiene que ser respetuosa y amorosa. Una palabra dicha con amor es poderosa y se recibe de modo diferente que una dicha desde el enojo, el rencor, la demanda, etc. La relación no puede funcionar bien cuando no existe el ingrediente del amor.

Construir el poder de los dos. En una pareja hay simetría y ninguno domina al otro, sino que los dos opinan y deciden en busca siempre del bien común. Quienes pelean todo el tiempo intentan definir, aun sin darse cuenta, quién ostenta el poder. Pero el poder está en ambos, nunca en uno solo.

Para concluir, la pareja es una construcción de a dos. Es ese nosotros que ambos van armando con el tiempo y deben nutrir cada día con amor incondicional y respeto mutuo. Aquel que tiene la bendición de disfrutar esta clase de relación no le teme al fracaso.

Por consultas, podés escribir a [email protected].

 

Te puede interesar
Ultimas noticias