14/02/2019

Mini cónclave poético reunió a Graciela Cros, Liliana Campazzo y Carina Rita Medina

Adrián Moyano
Mini cónclave poético reunió a Graciela Cros, Liliana Campazzo y Carina Rita Medina
Medina, Cros y Campazzo.
Medina, Cros y Campazzo.

Las tres cumplimentaron un recorrido por la Línea Sur. Al comienzo, la barilochense ultimó detalles y tuvo una reunión con algunas de las poetas que integrarán un libro del FER. La neuquina describió la experiencia de “Algún poema tiene que haber”, de la que también participa Paula Yende.

Eran cuatro las poetas que se sentaban a la mesa y tres las temáticas que afloraron: la próxima publicación de la antología “Transversal. Poesía contemporánea Río Negro”; el lanzamiento de una colectiva que agrupa escritoras a escala patagónica, y el reciente periplo poético que tres de ellas, concretaron entre el mar y la cordillera a través de la Línea Sur. Imposible más intensa la charla que Graciela Cros y Paula Yende (Bariloche), Liliana Campazzo (Viedma) y Carina Rita Medina (Neuquén) mantuvieron con El Cordillerano.

Antes de que Cros, Campazzo y Medina se largaran por la Ruta 23 desde el este hacia el oeste, “hubo una instancia de trabajo muy fuerte, porque Graciela se pudo juntar con las poetas que integran la antología Transversal.

Poesía contemporánea rionegrina, que va a editar el FER”, ilustró la segunda, que en realidad reside en El Cóndor. “Hasta el momento, el contacto había sido únicamente por mail. Se pudo hacer un encuentro en casa de Yolanda Garrafa con todas las poetas de la costa y eso tuvo una formalidad diferente y con un espíritu que hace a la concreción de la obra”.

Por su parte, la autora de “Pampa de Huenuleo” relató que se reunió con Daniel Welschinger, “el director del FER, y firmé el contrato para la realización de la antología, que se llama Transversal. Poesía contemporánea Río Negro… No aparece en el título o en el subtítulo, pero es una antología de mujeres, de voces femeninas”, resaltó Cros. “Poder encontrarme en la casa de Yolanda Garrafa, nombre insoslayable dentro de la poesía de Río Negro, con buena parte de las escritoras de la Costa Atlántica, fue emocionante y gratificante para todas”.

Gracias a esa reunión, “nos pudimos ver las caras y espero que (el libro) pueda estar para la Fiesta de la Palabra en Bariloche. Para mí ha sido una enorme felicidad que el FER me convocara para hacerla y me diera libertad absoluta en cuanto al trabajo. Tuve la alegría de tener una prologuista de lujo como Cecilia Fresco, yo escribí el prefacio y soy la compiladora. Creo que va a ser un libro importante, estoy muy entusiasmada y trabajé muchísimo”, destacó la barilochense.

Leer y grabar

Pero entre las escritoras patagónicas, las cosas no están para sentarse a esperar. Poco tiempo atrás se puso en marcha una experiencia inédita por estas latitudes. “Algún poema tiene que haber… es en realidad el fragmento de un verso de Liliana Lukin, de la Carta N° 2. Lo pensamos como nombre para una colectiva de escritoras que se viene gestando hace menos de un mes, empezamos con algunas de Fiske (Menuko – General Roca) leyendo poemas grabados de manera casera en las redes. Primero de poetas que nos gustaban e inmediatamente, se nos ocurrió leer poetas patagónicas y se fueron sumando compañeras a la iniciativa”, historió Medina.

La multiplicación fue explosiva: “en menos de dos semanas teníamos tres series de video-poemas grabados, de Graciela Cros, Liliana Campazzo y de Liliana Ancalao… Comenzamos cuatro poetas y enseguida tuvimos un canal de Youtube, un perfil de Colectiva de Escritoras, un grupo de WhatsApp muy activo, una fan page que se llama Algún poema tiene que haber, y un proyecto que se vuelve cada vez más programático para pensarnos, darnos a conocer y visibilizar la escritura de nuestras escritoras”, resaltó la neuquina.

Y el ritmo no afloja: “En la subida que hicimos esta semana, leímos a Panchi Ocampo (Esquel). Es una locura de organización feminista, sorora y horizontal. Cada día se suman más escritoras que se autoconvocan para compartir”, celebró la autora de “No andarse con chiquitas”.

La cofundadora describió la metodología: “a la escritora elegida la votamos a través de una especie de asamblea por WhatsApp. Cada día nos damos espacios de debate sobre qué queremos y sobre cuestiones programáticas para pensarnos juntas en una colectiva que se piensa a sí misma como espacio de sororidad y también para visibilizar, independientemente de la consagración de cada escritora. Ninguna va a tener más espacio que otras, aunque sean noveles o consagradas. La idea es que seamos mujeres que le pongan el cuerpo y la voz a la palabra de la otra, cada vez con más generosidad y calidad estética”.

En esa línea se sumó Yende. “Participo porque me convocó Carina y la verdad que el proyecto me interesa, tiene corazón y es muy genuino. Me parece que, en estos tiempos, leerse entre mujeres es necesario y siempre estoy militando la poesía, desde adentro o desde afuera. Es una manera de vivir, por eso el proyecto me parece re-interesante y dije que sí. Además, también cayó en un momento interesante la invitación de leer a Liliana Ancalao porque ese mismo día, habían incendiado una casa en la comunidad mapuche Las Huaytecas, así que, para mí, leer ese poema esa noche fue muy fuerte. Por las palabras de Liliana y por lo que significan para nosotros como pueblo mapuche, todas estas cuestiones. Es una manera poética de militar”, resaltó la vecina de Bariloche. El canal de la Colectiva de Escritoras Patagónicas queda en https://youtu.be/WNr7zpWs2JM.

Poetas en el camino

El encuentro rodante que consumaron Graciela Cros, Liliana Campazzo y Carina Rita Medina fue “una situación de recrear un espacio de goce y de encuentro”, apuntó la segunda. “Cuando la gente escribe, las distancias son enormes y esta híper comunicación que tenemos ahora, no hace más que incomunicarnos. Nos mandamos WhatsApp y nos mandamos muchas cosas, pero hay una comunicación que tiene que ver con la sonrisa, con el gesto, con el mirarse a los ojos. Sigue siendo la más efectiva, entonces decidimos juntarnos y la trasladamos en el Tren Patagónico a Graciela Cros a la costa y nos pasamos unos días de fiesta leyendo y comentando lo que pasa cuando uno crea, vive y trata de militar la poesía. Ese fue el viaje”, resaltó.

Para la barilochense, “fue un encuentro de poetas, porque como dijo Liliana, los tres o cuatro días que estuvimos juntas, nos pasamos de la mañana a la noche hablando de poesía, de escritores y leyendo poesía. No tuvimos otro tema de conversación que no fuera ese, pero además, rescatamos una cuestión de convivencia sorora muy linda, muy divertida y nos permitimos hacer boberías para disfrutarlas mucho. Yo hacía mucho tiempo que quería ir a visitarla a Lily en su casa del mar y logré hacerlo. Ir con el Tren Patagónico ya fue parte de la diversión y después, se sumó Carina Rita”. La de poemas que saldrán de esa experiencia.

Adrián Moyano

Te puede interesar
Ultimas noticias