03/01/2018

Andrés Vaccari, el filósofo de terror

- LA EMB PUBLICARA SU LIBRO DE CUENTOS -  Investigador del CONICET y docente de Filosofía en la UNRN, el doctor obtuvo el más reciente concurso de Narrativa que convocara el sello municipal. Su literatura abreva en la ciencia ficción y también en el terror.

Andrés Vaccari, el filósofo de terror
Andrés Vaccari, el escritor doctor.
Andrés Vaccari, el escritor doctor.

Después de su firma, hay otras cinco líneas al pie de cada mail que envía Andrés Vaccari. En ellas se detalla que el remitente es doctor en Filosofía e investigador adjunto del CONICET, además de profesor de la asignatura en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), entre otros destellos académicos. Pero el libro que dará a conocer en marzo próximo será de cuentos de terror y ciencia ficción, volumen que pasará a engrosar el catálogo de la Editora Municipal Bariloche (EMB).

En la redacción de El Cordillerano, el también escritor precisó que su inminente obra “es un conjunto de siete relatos que fueron escritos en diferentes épocas. Van a ver mi interés en los géneros de la ciencia ficción y el terror, pero los uso de una manera filosófica”, advirtió comprensiblemente. “Yo quería ser escritor antes que filósofo, aunque no sé qué vino primero. Soy una especie de escritor frustrado porque terminé siendo filósofo”, detalló.

Sin embargo, está claro a partir del veredicto de los jurados (Marisa Godoy, Marcelo Gobbo y Luis Cattenazzi) que sería prematuro utilizar el verbo terminar para la faceta literaria de Vaccari. “Siempre todos se ríen, porque suelo decir que quise ser filósofo para tener un trabajo (risas). Me gustaba enseñar y me parecía lo más cercano a la literatura”, justificó el entonces filósofo-escritor, quien vive en Bariloche hace ocho años.

Según su criterio, “los cuentos se caracterizan por ser bastante bizarros, por usar esa palabra... Es un tipo de uso por ahí contra la corriente del género, son difíciles de explicar y me gustaría que los lectores tuvieran su propia experiencia”, invitó. En términos de galardones, “este es el primer concurso que gano con un libro, había ganado otros pero esporádicamente y sólo de cuentos”. Sin embargo, “mi historia con la literatura empezó de muy chico, siempre quería ser escritor, era mi sueño desde que tengo memoria”.

Vaccari recuerda que leyó desde siempre: “a los 10 años empecé mi primera novela… Yo leía mucha ciencia ficción y crimen. Esa impronta todavía se nota... Viví mucho tiempo en Australia y publiqué una novela allá, un tiempo antes de empezar mi doctorado. Para mí, escribir es una necesidad. Soy un tanto obsesivo, me gusta escribir y ahora que tengo una actividad académica más organizada, me hago el tiempo como para escribir ficción. Lo encuentro terapéutico y necesario porque la escritura académica a veces puede ser muy seca. Así que siempre mantengo esa avenida de la literatura. Tengo unas novelas escritas y estoy buscando que se publiquen porque siempre estoy escribiendo”, insistió.

Culpa de Bradbury

El escritor dijo no saber de dónde proviene su inclinación por la ciencia ficción y el terror, aunque la incógnita se develó rápidamente cuando hizo un poco de historia. “Ya de chico, el primer libro que leí en mi vida fue Crónicas marcianas, de Ray Bradbury. Leí mucho Bradbury, después me empecé a interesar en Stephen King y cosas así. También hubo mucha influencia del cine pero paralelamente leía a autores como (Franz) Kafka o (Fiódor) Dostoievski, que son todavía mis autores de cabecera. Ya de muy chico, mezclaba ese aspecto filosófico de la literatura seria, entre comillas, con la fantástica. Argentina y Latinoamérica en general tienen una tradición muy madura sobre ese tipo de literatura: Borges, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Horacio Quiroga… Le dieron respetabilidad a ese tipo de género”, afirmó.

Según Vaccari, no hay relaciones explícitas entre sus cuentos y el ambiente barilochense. ”La mayoría fueron escritos antes de que yo viniera a Bariloche pero fueron terminados para esta colección durante estos últimos años. Algunos fueron rescritos porque tenía otros borradores y los fui rearmando, así que supongo que Bariloche habrá tenido aunque sea una influencia subliminal. Hay uno particular que se llama Arribos, al que desarrollé acá pero al nivel de la superficie narrativa no veo una vinculación muy obvia pero seguro que Bariloche está por ahí”.

No obstante, esta ciudad influyó en la manera de ejercitar el oficio. “Bariloche tiene un ambiente muy lindo para escribir si te gusta el silencio. Lo que sí aportó fue un entorno donde podía estar en silencio, escribiendo… Cuando nos mudamos llegamos al kilómetro 20 y me pude instalar en una rutina de escritura muy diferente a la que estaba acostumbrado, así que me parece que por ahí, me dio ese entorno de libertad. Ahora sí estoy escribiendo una novela que está ambientada en Bariloche”, avisó. No precisó si también será de terror y ciencia ficción…

Despertar el asombro

En la escritura de Andrés Vaccari, la filosofía “se cuela, lo quiera o no”, según admitió. “A veces trato de que no pero me han dicho amigos que han leído mis cosas que sí, que es muy obvio. Por ahí no me doy cuenta, pero me parece que está muy presente. Uno de los jueces del concurso dijo que el tema era la entropía, que unía a todos los cuentos. Como una exploración filosófica de la entropía… Eso me pareció interesante porque los jurados no sabían que yo era especialista en Filosofía”.

De todas maneras, “si se mezclan la literatura y la filosofía, trato de que sea de un modo orgánico, es decir, que no sea una clase de Filosofía. Que el tema filosófico se sugiera dentro de la narrativa misma y que no sea aleccionador”, diferenció Vaccari. “Me gusta que el lector se pregunte las cosas pero no darle una respuesta, porque además no la tengo. Por ahí, la literatura y la filosofía tienen en común la capacidad de despertar el asombro, el cuestionamiento por la realidad. Si lograra eso, estaría feliz. Mi trabajo de escritor estaría bien hecho”, afirmó.

La publicación de los cuentos estará lista “me dijeron que en marzo. Creo que son 500 ejemplares, una parte para mí que voy a tratar de comercializar para llegar al público más amplio posible, así que voy a hacer un lanzamiento, alguna lectura… Un evento alrededor. Tengo experiencias de leer frente a un público, lo he hecho en bastantes ocasiones pero es raro, porque cuando uno escribe está en silencio. Un test que hay que hacerle a un cuento o una novela, es leerlos en voz alta. Tiene que haber un flujo, es algo muy instintivo que uno va aprendiendo con el oído al leer mucho”, compartió.

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