28/11/2017

Gran participación barilochense en la película que ganó en Mar del Plata

- SE RODO EN EL ALTO DE LA CIUDAD -  Se trata de “El azote”, el film que José Campusano filmó entre nosotros desde septiembre de 2016. Obtuvo el primer premio en la Categoría Largometraje Nacional. El galardón alcanza a técnicos, actores y actrices de Bariloche.

Gran participación barilochense en la película que ganó en Mar del Plata
Premio para la película sobre un paisaje inconfundible.
Premio para la película sobre un paisaje inconfundible.

La película que José Campusano rodó en el Alto de Bariloche desde septiembre de 2016 se alzó con el premio Astor a la Competencia Nacional como Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Se trata de “El azote”, un film cuyo staff se nutrió de numerosos vecinos de esta ciudad. Las bondades del film decidieron la consideración de los jurados, quienes habían llegado de Bélgica, Lituania y Corea. El trabajo del realizador bonaerense prevaleció sobre otras 10 películas.

Campusano había desarrollado una intensa actividad en Bariloche en 2015 y el año pasado. En la primera oportunidad, había concretado “El sacrificio de Nehuen Puyelli”, otro film que contó con la participación de actores, actrices y técnicos de esta ciudad, quienes compartieron faena con colegas bonaerenses. No obstante, la historia que la había inspirado, había transcurrido en Esquel. Parte del equipo de “El sacrificio…” también se sumó a “El azote”.

En el caso de la ganadora, si bien su trama es ficción, se inspira en un sinfín de anécdotas de la vida real con los barrios como inmejorable escenografía. Para el rol protagónico, el director de “Vikingo” y “El Perro Molina” confió en Kiran Sharbis, actor de origen neuquino. El cineasta oriundo de Quilmes puntualizó oportunamente que su proyecto ahora ganador es el resultado del trabajo asociativo entre el Cluster Audiovisual de provincia de Buenos Aires y su similar de Bariloche.

En el local desempeña un rol fundamental Miguel Ángel Rossi, suerte de mano derecha en la zona de Campusano. En “El azote”, el bonaerense se propuso trabajar con “el conocimiento social, que es distinto al del guionista y al académico”, todo indica que con grandes resultados. En esa línea, varios de los protagonistas secundarios del film se interpretaron a sí mismos. El director se basó en el aporte de varios trabajadores sociales que se desempeñan en la Municipalidad de Bariloche.

Entre ellos y los vecinos, proporcionaron “un andamiaje de anécdotas que nadie se las contó, las saben por estar ahí”, destacó el realizador en su momento. En ese marco, “El azote” transcurre por “una línea confundida entre el documental y la ficción”. En la trama, Sharbis es “un asistente social que trabaja en los centros de asistencia a menores y está comprometido con la problemática, no sólo desde el puesto de trabajo para ir a ganar el sueldo”.

En una charla con El Cordillerano durante el rodaje, señalaba: “mi personaje tiene un compromiso realmente importante con los chicos, con la comunidad y entonces, se encuentra con una problemática que no sólo es de los chicos sino también de las instituciones”. En declaraciones que reprodujo La Mañana de Neuquén, después de conocerse la consagración, el actor dijo que los jurados “quedaron impactados por la audacia y la autenticidad del cine de Campusano y la fortaleza de los personajes”.

Añadió que “para ellos la poética y la crudeza de la realidad le dieron un sentido mágico a la película”. Sharbis hizo votos para que a partir del logro, “El azote” disponga de más salas para su lanzamiento comercial. “No está definida la fecha aún, se habla de marzo o abril. Tenemos la esperanza de que se pueda estrenar en Neuquén en simultáneo con Buenos Aires y Bariloche”, agregó.

Cabe recordar que “El sacrificio de Nehuen Puyelli” tuvo serias dificultades para instalarse en regla en salas comerciales de esta ciudad, a pesar la repercusión que había tenido en grandes ciudades. También había participado del festival marplatense, aunque sin la contundencia de su continuadora. Ojalá que a partir del premio y dada la importante participación de amplios sectores de la sociedad barilochense, pueda estar al menos una semana en cartel.

Compromiso contra la violencia

Según la crítica especializada, Carlos (Kiran Sharbis) es un asistente social que trabaja en un centro de menores en la periferia de Bariloche. Tiene alrededor de 40 años y una apariencia de motoquero o cultor del heavy metal, caracterización recurrente en el cine de José Campusano. Para su disgusto, le dicen “Murciélago”. Su pelea no tiene tanto que ver con las motos o las guitarras eléctricas, sino con la necesidad de resguardar a los jóvenes de la violencia institucional y también de la que detona después del consumo de alcohol y drogas.

La sinopsis “oficial” dice que “Carlos Agustín Fuentes es un asistente social responsable de un centro asistencial para menores judicializados, ubicado en la zona de El Alto, de la ciudad cordillerana de Bariloche. Emiliano (Facundo Sáenz Sañudo) es el compañero que intenta socavar el rol de Carlos a fin de ascender a su puesto. Carlos a su vez es abandonado por Analía (Lihue Vizcaíno), su pareja, quedando él solo a cargo de su madre inválida (Ana María Conejeros)”.

Para complicar más las cosas, “el arribo de dos menores, Javier y Luis, pone en evidencia las grietas administrativas conduciendo al centro asistencial a una situación crítica cuya resolución no admite demoras”. Cualquier semejanza con la realidad… Comentó el crítico Diego Batlle que “en el universo de este nuevo film de Campusano aparecen varios personajes secundarios como Alicia (Nadia Fleitas), una joven de formación religiosa y un pasado con intentos de suicidio que se ofrece como voluntaria en el centro; Javier, un muchacho golpeado en todos los sentidos imaginables y que encima ha tenido un hijo con una joven del lugar; y Luis, un niño al que nadie quiere aceptar por sus antecedentes violentos”.

En definitiva, “lejos del glamour turístico de la ciudad, Campusano construye un mundo dominado por la miseria, el consumo de drogas y alcohol, prostitución y abuso infantil, bandas bastante pesadas, policías violentos, familias disfuncionales, una fuerte impronta machista y funcionarios y profesionales que no se toman demasiado en serio su trabajo por lo que la reinserción de delincuentes o el progreso de jóvenes hoy marginados parece una utopía”.

Todo el equipo

Guion y dirección: José Celestino Campusano; Producción ejecutiva: Leonardo Padín, Mónica Amarilla; jefe de Producción: Miguel Ángel Rossi; asistente de Dirección: Marcos Izaguirre; jefe de Locaciones: Constanza Rojas Romper; director de Fotografía y cámara: Eric Elizondo; ayudante de Dirección: Mariángeles Casella; asistente de Producción: Tatiana Cannistraci; ambientadora: Verónica Manzanares; Vestuario: Jazmín Fernández Murgia; Maquillaje: Manuela Segovia; Foto Fija: Gustavo Grassano; director de Sonido: Nahuel Reyes Sosa; Microfonista: Lázaro De Giovanni; gaffer: Fabián Forte; foquista: Sebastián Bravo Almonacid; ayudante de Cámara: Mario Varela; Key Grip: Horacio Florentín; utilero: Emilio Sánchez; jefe Eléctrico: Matías Moccia; eléctrico: Miguel Garcés; Meritorio de dirección: Nahir Jalil; Meritorios Enerc: Matías Tapia, Aysha Mayor; Montaje: Horacio Florentín; Música: Claudio Miño; Postproducción de Sonido: Assiz Alcaraz Baxter, Nahuel Horacio Reyes Sosa; Mezcla de Sonido: Gerardo Kalmar; Postproducción de Imagen: Lahaye Post; Conformado y Finishing: Damián Bentrón; Colorista: David Vargas.

El elenco

Carlos: Kiran Sharbis; Emiliano: Facundo Sáenz Sañudo; Alicia: Nadia Fleitas; madre de Carlos: Ana María Conejeros; Javier: Gastón Cardozo; Luis: Federico Romero; Analía: Lihue Vizcaíno; vidente: Diana Huusmann; director: Jorge Onofri; Víctor: Pablo Sebastián Reyes; vendedora: Adriana Castelli; policía 1: Rubén Olivares; enfermera 1: Cintia Oliva; madre de Javier: Alicia Tealdi; padre de Javier: Rubén Fernández; madre de Luis: Susana Da Silva Evora; adolescente 1: Juan Fernández Morato; adolescente 2: Julio César Román; adolescente 3: Jonathan Villegas; policía mujer: Melody Guerra; subcomisario: Maximiliano Altieri; maestra: Cecilia Mora; adolescente 4: Fernando Caro; adolescente 5: Carlos Javier Parra; asistente social: María Sol Sánchez Tamer; médico: Leonardo Espíndola; enfermera 2: Camila Vicente; policía 2: Horacio Paradela; policía 3: Mauricio Biava; policía 4: Ayrton Marín; policía 5: Fabián Ampuero; joven: Francisco Spadano; polaca: Ximena Miranda; hermano de Analía: Agustín Saenz; tía de Luis: Verónica Tessoni.

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