Jimena López Dávalos presenta su primer disco

Por Adrián Moyano
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Desde las 21 del sábado, Jimena López Dávalos dará a conocer “Agüita de acequia”, su primer disco. La placa adquiere un interés relevante para los amantes del folklore porque contiene una recopilación de obras inéditas de Arturo Dávalos, hermano de Jaime que dejó de existir de manera prematura. La cantante reunirá en el concierto a Graciela Novelino, Claudio Chehébar, Pepa Díaz y Emilio Roncoroni. La cita se pactó en Espacio Arte (Campichuelo 1197).

Con el trabajo en sus manos y a días del show, la cantante le dijo a El Cordillerano que “recupera obra inédita de Arturo Dávalos, uno de los hermanos más grandes de Jaime, que murió joven por una repentina enfermedad. Se han conocido algunos temas suyos pero quedaban unos cuantos sin editar y grabar. Un poco por casualidad, me llegó de la mano de su hija la noticia de que había varios temas y entonces, estuvimos trabajando un tiempo en terminar el registro en SADAIC y demás. Después, me vine con el material para acá. Es un trabajo que terminamos de grabar en 2014 y también hicimos algo en 2015”.

El lanzamiento fue posible durante el año en curso gracias a los aportes del Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional de la Música. En términos de género, “son zambas y vidalas”, confió López Dávalos. “Trabajamos con Leopoldo Caracoche, que fue quien hizo la dirección musical y todos los arreglos. La verdad, para mí fue alucinante porque hizo unos arreglos muy lindos. Como eran zambas y vidalas solamente, pensé que por ahí en Salta la gente está muy acostumbrada a escucharlas y le parece lo más normal, pero hacer un disco para que se pudiera escuchar en el resto del mundo y del país era un desafío”, confió.

La prueba se superó. “Para mí está logrado. Leopoldo hizo arreglos muy diferentes, hay uno con acompañamiento de unos amigos que hacen un coro de base, por ejemplo. Las sonoridades son distintas”, adelantó. “Desde lo personal fue un aprendizaje muy importante. Canto desde los 15 años acá en Bariloche, empecé con Laura Esteves en el CAB Coral, que fue uno de los primeros coros del Centro Atómico. Siempre canté en coros pero estaba con las ganas de cantar folklore por esto de cantar las cosas de la familia, entonces surgió la oportunidad de poder trabajar vocalmente de una manera diferente, de cambiar la forma de cantar”, señaló.

Sello personal

Historió López Dávalos que “cantaba como soprano y de las más agudas. Hay algunas cantantes de folklore que cantan de esa manera pero a mí mucho no me gusta (risas), entonces traté de cambiar un poco y bueno, hice un trabajo muy importante con Graciela Novelino. Ella me acompañó mucho en ver cuál era la impronta personal que le quería dar. Si escucho hoy el disco, para mí todavía le falta algo de eso, sobre todo en los agudos pero bueno, cuando uno está en el estudio hay un momento en que tiene que decir: listo, ya está… Si no se engolosina con seguir mejorando las cosas”.

En definitiva, el conjunto del trabajo “fue muy interesante, también por las características particulares de la música de Arturo, que tiene giros melódicos muy desafiantes, con muchos agudos y graves. Parece que él cantaba así, la gente que lo conoció se sorprendía por eso. Realmente, fue muy útil para el trabajo que tenía que hacer, así que fue muy lindo”, compartió la cantante.

En su trayectoria, “Agüita de acequia” marca en cierto sentido un quiebre, por “lo que fue vocalmente dejar de cantar de manera coral y llegar a cumplir esa asignatura pendiente que siempre tuve cuando escuchaba a Julia Elena o a Jaime: siempre pensaba que me gustaría cantar esto. Las cosas no se dieron, estuve estudiando música y demás pero siempre por el lado del coro, entonces este disco es concretar eso. Sin querer me salió una cosa muy interesante por esto de hacer algo de música nueva”.

En ese sentido, “fue un desafío cantar algo que nunca nadie había cantado, no era copiar o ponerle algún sello particular sobre algo que ya existía. Acá había partituras y quise ponerle un sello. Yo no compongo aunque he hecho alguna que otra cosa, pero hacer una cosa propia es distinto.

Acá es la música de otro y hacerla desde la nada fue muy importante”, señaló López Dávalos desde su perspectiva.

Entonces, el sábado “a las 21 va a ser la presentación. La idea es presentar no sólo a Arturo sino a toda la familia, así que va a haber una cuestión visual con los cuadros de Ramiro, que también son bastante particulares, del mismo sello regional. Hay varios con los músicos, los bagualeros, los leñadores… Son muy interesantes como estudio de toda la idiosincrasia de la vida en Salta”, prometió. Un ratito del Norte en el Sur.

Todos artistas

“Agüita de acequia” tiene un sentido muy relevante para Jimena López Dávalos. “Hay una cosa que es importante. Como acá estamos tan lejos y además, ha pasado el tiempo, es interesante el tema de lo que pasó con los Dávalos. Juan Carlos fue uno de los poetas salteños más significativos y padre de Jaime, de Arturo, de Ramiro y de varios más. De hecho, la hermana más grande hacía canto lírico, por ejemplo. Todos salieron artistas y eso fue porque Juan Carlos lo generó”, compartió.

Enseñó la cantante que “en su casa se juntaban muchos jóvenes, como el Cuchi (Leguizamón), como (Manuel) Castilla… O sea toda la movida del folklore salteño tuvo mucho que ver con Juan Carlos. Entonces, para mí es importante mostrar algo de eso acá. Es lo que vamos a intentar el sábado… Lo que hizo Juan Carlos fue contar cómo vivía la gente y después, lo hicieron Jaime y Arturo en la música y Ramiro con la pintura”.

López Dávalos trajo a colación un aspecto literario. “Por ejemplo, Juan Carlos tiene un cuento muy lindo que se llama Viento blanco, que relata el traslado del ganado de Salta a Chile por la Puna, los agarra la nieve y pasan ciertamente, mucha angustia. Para mí es algo común entre todos ellos, que relataran la cuestión regional, por eso son tan valorados en Salta”, señaló la artista. Aspectos de esa atmósfera pondrá en común en la noche preelectoral del sábado.