27/12/2020

EMOCIONES ENCONTRADAS: Un año más

Foto: Facundo Pardo.

En medio de las fiestas de fin de año, entre la navidad y el año nuevo, me he sentado a escribir esta, la última columna del año. La Nochebuena, una vez más, nos ha reunido. Para los cristianos, un momento de recogimiento y gozo; para los demás, una buena noche, oportunidad para reunirse y abrazarse (aunque este año tan particular no lo permite o lo hace a medias). Vendrá el año nuevo y ojalá sea eso: Un nuevo año. Que se lleve a este, que ha sacado a relucir lo mejor y lo peor de la especie y que, seguramente, quedará en el recuerdo de toda la humanidad. Nos hemos cuidado y lo seguimos haciendo, con la ilusión de que el comportamiento social y las vacunas nos alejen al bendito COVID.

Para fin de año se suelen decir al pasar, en tarjetas, mensajes por celular o videos, palabras tan serias como Paz y Amor. Cortitas ellas, pero contundentes. Un beso de paz y una lágrima de amor tienen tanto poder que podrían besar y bañar al mundo. Debemos hacernos cargo de ellas, en lo individual y aportar a que formen parte de la comunidad en que vivimos y se irradien al universo. Nunca es tarde. Como el sol que sale cada día debe salir la porfía de anhelar un mundo mejor.

Desde esta columna, que ya transita sus años, hemos estado en contacto y lo seguiremos estando. En lo personal agradezco a la dirección del diario permitirme desgranar cada domingo alguna cosita. Cuentos, que son ficciones basadas en hechos reales o tomados de la imaginación de tiempos vividos. No soy historiador. A veces narro hechos históricos o cito cuestiones basadas en testimonios de vecinos y protagonistas, sin recurrir tanto a fechas sino más bien contando sentimientos y particularidades, tratando de meterme “en la cocina”. Esta columna nos permite el encuentro y ejercitar la lectura, aunque sea en un dispositivo electrónico. En estas épocas, en que todo está resumido a algunas pocas palabras en redes sociales, tomarse el tiempo para leer algo con detenimiento es una sana costumbre.

Lectores y lectoras de estas líneas, les deseo lo mejor y les agradezco el estar cada domingo allí, leyendo mis cuestiones, las que más allá de estar bien o mal escritas, de ser lindas o no tanto, están hechas con respeto, tratando de ser una buena compañía. Gracias por los comentarios y aportes, no solo volcados en las páginas o aplicaciones, sino también por comentarios que me acercan de manera personal. Para el mes de enero voy a repetir alguna de las notas de este año o años anteriores.

Por un año nuevo que nos encuentre juntos cada domingo: salud.

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