14/07/2020

Crónicas escolares de una cuarentena inesperada

Por Horacio Luciano Smidt*

La cuarentena cambió rotundamente nuestro modo de vida. Durante meses tuvimos que buscar (y lo seguimos haciendo) otras maneras de organizarnos, de convivir, de trabajar. La escuela, acostumbrada a sus rituales y a sus viejas estructuras, sufrió un cimbronazo. De golpe, se vio en la urgente necesidad de hacer lo posible para sobrevivir, valiéndose de la tecnología.

Las primeras semanas de enseñanza a través de medios virtuales, se caracterizaron por la aplicación de las mismas lógicas y propuestas de la escuela tradicional. Fue un fracaso. Las actividades no despertaron interés alguno. Es que había sido un error pensar que el lenguaje instantáneo e hiper estimulante de las redes y los entornos virtuales, podían entenderse con las viejas tecnologías escolares de papel y lápiz.

Y seguimos durante varias semanas obstinados en pensar que la tecnología debía encajar en nuestro modo habitual de dar clases. Así, usábamos el correo electrónico para que nos mandaran dudas o “fotos” de las hojas para corregir, más allá de que existieran herramientas digitales mucho más útiles para lograr estas y otras tareas.

De a poco, fuimos comenzando a implementar el uso de redes sociales educativas, los puzzles online, los cuestionarios interactivos, los muros virtuales, los podcasts, la creación de vídeos, entre otras tantas posibilidades que exploramos.

Al ver el enorme interés que despertó el uso de estas herramientas entre nuestros estudiantes, tomamos conciencia que la escuela presencial (sin ninguna duda, irremplazable), necesita hoy más que nunca de la virtualidad para complementar su labor y así recuperar algo que perdió hace mucho tiempo: la posibilidad de motivar a sus estudiantes. Esperemos que al volver a nuestros colegios, cuando todo esto pase y no haya necesidad de distanciarnos, no olvidemos este valioso camino recorrido.

Quizás esta pandemia, independientemente de las consecuencias negativas que ha traído, haya sido el único catalizador posible para que las instituciones educativas por fin lograran el cambio tan ansiado.

Es hora de borrar el pizarrón y comenzar una nueva historia…

* Horacio Luciano Smidt. Docente de nivel primario, escuela Nº 273. San Carlos de Bariloche. Activista educativo y crítico de la educación tradicional. Especialista en juego y recreación. Fundador del sitio: www.chicosquesonrien.com

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