CONCIERTO DE CIERRE EN EL HOTEL EDELWEISS

| 30/09/2019

Coros barilochenses y brasileños coinciden en festival internacional

Adrián Moyano / Fotos: Tonny Romano
Coros barilochenses y brasileños coinciden en festival internacional
Olga Liudkova en El Cordillerano. (Foto: Tonny Romano)
Olga Liudkova en El Cordillerano. (Foto: Tonny Romano)

Hacen las veces de anfitriones el Likui Bariloche y el Coral Melipal. La primera de las agrupaciones estrenará una obra que compuso especialmente para su interpretación el director y compositor brasileño Sergio Chnee.

Desde hoy y hasta el domingo se llevará a cabo el Festival Internacional de Dirección Coral y Orquestal (FIRSC), que desde la perspectiva del público, tendrá su momento culminante el próximo domingo a las 20 en el hotel Edelweiss. En la ocasión, se presentarán el Coro Likui Bariloche, el Coral Melipal y el Coro Municipal de Extrema, además de la Camerata y el Coro del FIRSC (las dos últimas formaciones, de Brasil).

Compartió pormenores con El Cordillerano Olga Liudkova, directora de la primera agrupación y en cierto sentido, anfitriona del acontecimiento. “A partir de mañana (por hoy) llega un grupo de gente de Brasil junto con su director, Sergio Chnee, que ya hizo un evento el año pasado, cuando trajo su coro y directores que dirigieron unas obras particulares. Esta vez, escribió una obra para el Coro Likui Bariloche y con ese obsequio, nos ofreció cantar. Me pareció poco que cantara solamente el Likui Bariloche, entonces invité otra vez al Coral Melipal, con quien nos llevamos muy bien y somos amigos”, recordó.

Así que estaremos frente a un estreno con todas las de la ley. “Hace ocho meses que estamos trabajando con esta obra, una reflexión espiritual para la que Chnee se inspiró estando acá el año pasado, con las montañas, el lago y la naturaleza. La reflexión humana lo llevó al punto de proponer música que no es sacra, pero sí espiritual”, definió Liudkova. “Entonces, ellos vienen con su grupo y con sus músicos, alrededor de 30 personas”.

Puertas adentro, “durante jueves, viernes y sábado vamos a trabajar haciendo master clases para mejorar la obra, que se llama Un camino, y son ocho movimientos. El domingo vamos a exponernos a cantar en el hotel Edelweiss y mostrar el trabajo final”, anticipó la directora barilochense. Para el elenco anfitrión, la expectativa es considerable porque Chnee “siempre trae gente nueva, siempre tiene nuevos alumnos”. En concreto, “ahora trae un alumno de Japón, muchos brasileños y también va a venir uno de Finlandia. Nosotros no los conocemos, pero durante el año escuchamos sus obras para saber cómo dirigen en sus países y qué arreglos hacen. Conocemos sus músicas”, señaló.

Cariño ruso

La afinidad entre el Likui Bariloche y la experiencia del director brasileño surgió porque “es hijo de rusos. Cuando viajamos a Brasil en 2018, él nos invitó a cantar en un geriátrico que dirige su padre y ahí surgió este cariño a partir de la tierra rusa, las costumbres y el folklore. Su música es ruso-brasileña porque escribe una cosa particular que para mi gusto es algo exótica”, admitió Liudkova. En la noche del domingo, “cada coro va a presentar lo que canta, para que nos conozcamos y veamos cómo somos. Luego vamos a cantar una obra en común, con músicos de la Escuela Militar de Montaña, así que viene bien poderosa la música”, anticipó.

Si bien la contrapartida todavía no está pactada, “nosotros queremos viajar y tenemos muchísimas ganas. Probablemente armemos un viaje en abril y como él también dirige una orquesta en el Teatro Municipal de San Pablo, ya nos dijo una vez que podíamos tener la suerte de cantar en ese espacio”, se esperanzó Liudkova, cuyo elenco parece tener serias dificultades a la hora de quedarse quieto.

También participó de la conversación con este diario Franco Nicolini, “tenor dos” en la formación que dirige Liudkova. “Nos preparamos bien, todos los coreutas y yo. Me parece muy importante, como el nombre lo indica, empezar a construir un camino entre dos países para compartir la cultura y la música. Me parece algo muy positivo que amerita mucha energía y esfuerzo en cada uno de los ensayos y prácticas, además de otras cosas que están vinculadas a otros conciertos”, señaló.


Franco Nicolini. (Foto: Tonny Romano)

“La complejidad musical habla por sí sola, lo que hacemos nosotros es una cosa difícil”, resaltó Nicolini. “Desde lo artístico, esa dificultad se ve plasmada o trasciende la música y se hace materia en el desafío, en cosas que son atípicas pero que también tienen mucho que ver con los sueños de uno y las expectativas óptimas de realización, como esto de viajar y conocer, de empaparse de cultura, de historia y de idiomas”, valoró.

Si bien 2019 ya entra en su recodo final, el Likui está lejos de llamarse a silencio. “El 18 de octubre tenemos un importante evento con Bariloche Highlander, un festival de música escocesa. Nos invitaron a participar y nos dieron un espacio para cantar nuestras obras, en la apertura de su festival. Y después tenemos una devolución de concierto post-viaje a Rusia, que organizó Provincia en la Biblioteca Sarmiento (24 de octubre)”, avisó la directora. Incansable.

Unidad y concentración

Después de la experiencia que protagonizara en Rusia meses atrás, “el grupo está como nunca, unido y concentrado”, resumió Olga Liudkova, su directora. “Agradecido con todo lo que hicimos porque fue un antes y un después.

Con este grupo en particular, fue como tocar una puerta que nunca se había tocado y subir, entonces ahora miramos de otra manera a los proyectos, a la preparación”, valoró.

Si bien “a ellos nunca los tuve que convencer para hacer algo, ahora ellos mismos dicen: no nos quedemos quietos, vamos a organizar otra cosa… También mejoró muchísimo el nivel musical, te diría que en dos ensayos la obra ya está lista, es decir, leída y preparada. No tengo que hacer trabajos previos porque ya son muy musicales. Nos enriqueció muchísimo ir a Rusia y ver toda la cantidad de coros y músicos que hay”, señaló la directora.

En Moscú y otros destinos, “les preguntaban a los chicos dónde estudian, dónde hacían su capacitación y muchos tenían que decir: nunca me capacité, siempre canté con el coro, la profesora del Likui nos enseña… Eso hace latir algo en el corazón, porque acá necesitamos un lugar donde los chicos puedan estudiar música profesionalmente. Así que nos quedamos pensando”, compartió Liudkova.

En el Festival Capilla de Cristal “obtuvimos el segundo puesto entre 40 coros, nos ganó un coro de polacos, que fueron preparados excelentemente. La diferencia estuvo en que nosotros cantamos con carpeta y sin carpeta, aumentaba la puntuación. Esta vez, fue mucho más exigente que años atrás. La melodía que elegimos para cantar era demasiado exigente, pero los chicos interpretaron muy bien y la acústica ayudó”.

La experiencia moscovita “fue como si pasara un terremoto por nosotros. Si viajamos una próxima vez, vamos a ir sin carpeta, sin estos pequeños errores, porque nadie miró la carpeta pero bueno, fue un punto menos… Se puede corregir, no es que no afinamos o que algo provocó alguna incomodidad. Los profesores jurados están con un diapasón a mano, entonces sí o sí escuchan las notas, tanto al comienzo como al final. Eso fue bien pulido”, ponderó Liudkova. Seguro irá por más.

Adrián Moyano / Fotos: Tonny Romano

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