La Plaza Sustentable del CET 21

En el marco del proyecto “La revista a las escuelas” que N& T está llevando a cabo junto con Fundación INVAP, los alumnos de 6to año del Colegio Técnico nº 21 de Catriel, Río Negro, presentaron una Plaza Sustentable que ellos mismos diseñaron en su escuela.

Aprovechando un espacio en desuso que no contaba con la infraestructura adecuada, los estudiantes encontraron una forma de darle respuesta a esa necesidad edilicia bajo el eje de la SUSTENTABILIDAD. La plaza no es sólo una plaza: es un proyecto que pone en evidencia el compromiso ambiental que el CET 21 propone desde su currícula, abocada a formar futuros técnicos en Energías Renovables.

El espacio está abastecido con paneles fotovoltaicos que se complementan con un sistema de riego, vivero automatizado, un reloj solar, y un conjunto de luces, plantas y cultivos estratégicamente ubicados para alzar la bandera de la ECOLOGÍA.

La iniciativa comenzó en 2017 gracias al impulso del profesor de Prácticas Profesionalizantes junto con el Equipo Directivo. “Este proyecto tiene un gran valor pedagógico porque exige que sus participantes ‘aprendan a aprender y comiencen a emprender a partir de la resolución de una situación problemática en un contexto real, integrando competencias intelectuales, prácticas y sociales para su consecución”, subrayó la directora del establecimiento, Claudia Simón.

La transformación de ese patio desaprovechado en una Plaza Sustentable permitió a los jóvenes “integrar todos los campos formativos, poniendo en práctica saberes propios del perfil profesional”. Su ejecución supuso la puesta en práctica del lenguaje, la actitud y el trabajo profesional que debe tener un Técnico en Energías Renovables, como “la capacidad de proyectar, diseñar, montar e instalar componentes energéticos, controlar y hacer un seguimiento de la obra”. Además, se les da la posibilidad a los alumnos de años inferiores a realizar el mantenimiento de los paneles y el generador cuando sea necesario.

“Estamos convencidos de que a los adolescentes se los debe incentivar a crear, a imaginar, a ser parte y CONSTRUCTORES de la historia. Los jóvenes siempre tienen ganas y energía. Es importante que los adultos los escuchemos, les pongamos límites con amor, los acompañemos y guiemos. El resto lo hacen ellos. La escuela tiene la obligación de dejar huellas en los chicos, buenas e imborrables huellas en esta etapa tan importante de sus vidas. Eso es lo que a diario intentamos hacer con nuestro equipo de trabajo”, finalizó la directora.