Rosario Ibarra de Piedra, por los más vulnerables

México durante las décadas del 60 y 70 condenaba las guerras sucias en el resto de Latinoamérica mientras fronteras adentro hacía lo mismo. En 1974, a raíz de la desaparición de uno de sus hijos, Rosario Ibarra de Piedra enfrentó a las autoridades recibiendo todo tipo de amenazas. Logró entrevistarse en 39 oportunidades con el presidente Luis Echeverría (1970-1976) quien negó tener conocimiento de los hechos. Las investigaciones posteriores demostraron su enorme responsabilidad en la represión. Gracias a la desclasificación reciente de documentos se supo que el hijo de Rosario fue torturado y detenido en instalaciones clandestinas durante nueve años, hasta que desde 1984 no hay más rastros de él.

Ella fue la primera mexicana en ser candidata a la Presidencia, logró ser diputada y senadora. Se ha unido a los reclamos de los sectores más vulnerables, acompañando las luchas de los indígenas de Chiapas, exigiendo el esclarecimiento de los femicidios de Ciudad Juárez, y a favor de los derechos de las mujeres entre otras. Su lucha no cesa: “a nuestros hijos no les vamos a quitar la vida ni con el pensamiento”.