Unidos pero separados
No sé a usted, pero la sensación que me da esta cuarentena, es estar unidos pero separados, una contradicción, que en sí misma puede resultar en que muchos salven su vida. Alguna vez leí que “‘todo junto’ se dice separado y ‘separado’ se dice todo junto”… otra contradicción que puede usarse para este momento que está pasando la humanidad.
Hay quienes sostienen (y con buenos argumentos), que esta pandemia viene a enseñar que el actual sistema mundial, tanto económico como social, debe revisarse y cambiarse. Otros dicen que esto fue creado a propósito para barajar y dar de nuevo, ya que el sistema estaba por explotar, otros que es un experimento o guerra bacteriológica de baja intensidad, otros dicen que quienes provocaron esto ya tienen la vacuna y antídotos, hay tantas versiones, todas ellas con bases argumentales creíbles, que estando en cuarentena uno tiene tiempo de leer, e intentar comprender a cada una de ellas, o quedarse con un pedazo de cada una… y armar nuestra propia conclusión.
Como sea, está claro que este encierro es necesario por mí y por el otro, y en esto no hay que ser un científico, solo hay que ver lo que les está pasando a quienes no tomaron medidas de aislamiento. En pleno siglo XXI nos venimos a enterar que el primer mundo no tiene a mano las herramientas para hacer frente a este tipo de virus, que los sistemas de salud colapsan porque a nadie se le ocurrió que esto podría suceder, y que en un hospital público estará internado en una camilla el dueño del dólar, y en otra, el dueño del dolor.
Así es que este virus vino para juntarnos, para hacer desaparecer, aunque sea por algunos días o meses, el racismo, la xenofobia, el clasismo, y todo aquel sentimiento que nos hace denostar o despreciar al otro, en especial a un sistema como el de la salud pública. Los que hace meses decían que no servía para nada, hoy están rogando porque haya quien los atienda si se pescan el virus… Mucho para pensar y reflexionar estos días de cuarentena…
Jorge L. Fernández A.
DNI: 12.862.056