“MÁS ALLÁ DEL AZUL” EN SALA FREY
| 21/09/2023Cinco maneras de estar e intervenir en la pintura

Mónica Miliauskas, Viviana Fernández, Estela Bruera, Mariana López y Susana Krause comparten jornadas en el taller de Juan Manuel Ferrarini, pero también trabajaron en conjunto desde febrero último para la muestra que las une y las diferencia.
Exposiciones colectivas hay muchas, pero más allá de cierta sintonía que pueda procurar el curador o curadora, en general cada artista trabaja individualmente en su respectivo atelier. No es que las participantes de “Más allá del azul” idearan obras que puedan catalogarse de colectivas, pero detrás de la muestra que estará hasta el próximo 28 de septiembre en la sala Frey hay un proceso de creación que se caracterizó por las puestas en común, los intercambios y la búsqueda de afinidades.
Desde el último lunes se puede visitar el resultado final de la experiencia que animaron Mónica Miliauskas, Viviana Fernández, Estela Bruera, Mariana López y Susana Krause. Ausente la última por cuestiones de viaje, El Cordillerano dialogó con sus compañeras sobre la experiencia de trabajar juntas a partir de una propuesta unificadora que, a la vez, permitió la expresión diversa.
Por ejemplo, “en mi forma de trabajar siempre hago bocetos, sea sobre figura humana o sobre una foto que yo saque”, comentó Mónica. “Después, había que hacer las pruebas de color porque había que jugar con el azul y terminar pintando. Los armé, dejé un tiempo y si me conformaban y me sentía bien con lo que había pintado, lo daba por terminado”, compartió la expositora.
Puertas afuera, “cada tanto nos juntábamos y veíamos qué teníamos, si íbamos encaminadas con el azul o si nos íbamos para otro color”, relató. “Cada cual tiene su forma de trabajar, la mía era esta: bocetar en casa, probar los colores, charlarlos con Juan, pasarlos a papel de acuarela y pintarlos. Ese fue el proceso durante todo el año”, indicó la pintora, cuya obra se caracteriza por la presencia de rostros.
Como contrapartida, “yo he sido más intuitiva y espontánea”, señaló Estela Bruera. “Cada una tiene un estilo propio, si se puede llamar así… Juan nos apoya en lo que intentamos transmitir, nos acompaña y después tuvimos reuniones cada tanto entre nosotras. También tenemos un grupo de WhatsApp larguísimo y bueno, le pusimos muchas ganas a esta exposición”, sintetizó. Y siguen en eso.
Conversaciones al término de un taller. Foto: Facundo Pardo.
“Me encantó el proceso, estaba muy entusiasmada”, resaltó Mariana López. “Algunas obras las hice sola en mi casa, por ejemplo, el del mar (señala) o el collage que hice con papeles. Otros trabajos, como Pausa y movimiento, los hice en el taller de Juan cada viernes que iba. Pero el trabajo no es solo en el momento en que se está pintando, porque toda la semana en tu cabeza, cuando vas a dormir o se escucha música, cuando estás con tus compañeras o sola, el trabajo se va formando en tu mente”, aportó.
Para la pintora, el arte no se limita “solamente al momento en que se toma el pincel y se pinta”, insistió. “El trabajo se va proyectando dentro tuyo y después sale en la forma que sea: intuitivamente, a través de un croquis o de lo que cada una quiera”, expresó. Además de las obras que están en exposición, cada una aportó trabajos pequeños para alimentar una pequeña tiendita, en el caso de querer llevarse alguna creación a casa.
En el caso de Viviana Fernández, “no solo tengo obra que hice en el taller de Juan, sino de otros también. Yo trabajo sobre la obra, yo siempre digo que mi obra tiene peso, pero porque tiene mucha materia (sonrisas), voy poniendo color sobre color y así va saliendo. No trabajo con bocetos, me voy inspirando sobre el lienzo y sobre la paleta en sí. Me encanta el proceso de la pintura, el proceso de la exposición y de intercambiar con mis compañeras. Esto es como mi vida y trabajar en grupo me gusta mucho”, resaltó.
Nuestra última interlocutora es oriunda de Buenos Aires, pero reside en Bariloche desde 1994. Expuso no solo aquí, sino también en su ciudad de origen, en Viedma y Pinamar. Mónica Miliauskas vino al mundo en el conurbano bonaerense pero también está aquí desde el mismo año que su colega. Además de participar activamente en varios grupos de exposición barilochenses, llevó su arte a Ecuador y México.
Mariana López llegó al Nahuel Huapi desde Mar del Plata y en los últimos años, se convirtió en habitué del SCUM o de la sala Frey. Integra la Asociación de Artistas Plásticos de Bariloche y, de hecho, participó la muestra colectiva con que se abrió la Casa Bachmann. En tanto, Susana Krause arribó aquí proveniente de Bahía Blanca y su sumó al taller de Natalia Lukacs. Estela Bruera estudió Bellas Artes en La Plata y desde que está en Bariloche, no deja sala sin visitar con sus obras. En “Más allá del azul”, dialogan historias que pueden ser distintas, pero se unen en una manera de ser e intervenir en el mundo: la pintura.