La vivienda, ubicada en José Luis Cantilo 4575, es la misma que el astro compró luego de ser vendido de Argentinos Juniors a Boca en 1981. Diego vivió allí casi un año junto a sus padres, Don Diego y Doña Tota, su entonces novia y futura esposa, Claudia Villafañe, y algunos de sus hermanos. Más tarde, Maradona adquiriría el famoso séptimo piso de Segurola y Habana, a escasas siete cuadras de allí.
Sin embargo, el chalet de la calle Cantilo ahora será reacondicionado para convertirse en búnker de campaña de García Moritán, quien explicó la decisión argumentando que "nosotros buscábamos una casa y surgió la posibilidad de alquilar la que Diego Maradona le regaló a sus padres. Es una alegría".
Incluso, durante el Mundial de Qatar 2022 la casa se había convertido en una suerte de fan fest, a donde los hinchas podían concurrir a ver los partidos de la Selección Argentina y, choripán mediante, disfrutar del parque y la pileta que en los 80 utilizó el mismísimo Maradona.
La propiedad de Villa Devoto había sido subastada tras la muerte de Maradona, en el marco de la división de bienes y cuando Moritán fue consultado acerca de la reacción que habría tenido Maradona al saber que un ultraliberal ocupaba la casa de sus padres señaló: "Si Diego hubiera conocido cómo yo viví, cómo sufrí y cómo grité sus goles, y con las buenas intenciones que tengo, estoy seguro de que estaría muy contento".