La exposición conjunta se denomina “Hilo Latente” y versa en torno al arte textil. Seis universos creativos muy distintos, que precisamente, se vinculan merced al “acto repetitivo que calma, transporta y relaja”.

“Un hilo recorre nuestras obras, a veces visible, a veces invisible, siempre latente. Late en nuestros corazones y late en nuestra cabeza, en silencio, como meditación y como necesidad. Un acto repetitivo que calma, transporta y relaja. Una labor siempre minuciosa, a veces concentrada, otras expansiva”. Así arranca el texto de sala que recibe a las y los visitantes de La Bachmann, antes de adentrarse en “Hilo Latente”, la muestra que está a disposición del público desde el jueves de la última semana.

La propuesta reúne trabajos de Catalina Galdón, Ingrid Roddick, Soledad Escudero, Wendy Merchant, Diana Núñez y Beatriz Romano. El Cordillerano se hizo presente durante la inauguración para dialogar con las expositoras que acompañaron la puesta en marcha, es decir, todas salvo Soledad, ausente por cuestiones de viaje. “Es una muestra de arte textil. Somos seis artistas de Bariloche y lo hacemos desde distintos lugares, cada una trabaja, hace y piensa desde su interior, sus experiencias y contacto con la naturaleza. Hacía rato que teníamos ganas de hacer una muestra juntas y Diana fue la que convocó, fue muy espontáneo por parte de ella, después de alguna charla previa”, introdujo Ingrid Roddick.

Ingrid Roddick y sus algas. Foto: Eugenia Neme.

En cuanto a su participación individual, “se destacan las algas, las didymo, que se llaman Algas D y son exóticas, entonces, están pensadas y hechas con una forma rápida, que es la imagen digital impresa. Toda especie invasora se reproduce mucho más rápido que las especies nativas, entonces, el método habla de eso”, explicó. “En cambio, las Algas G son nativas del lago Nahuel Huapi y están hecha mucho más laboriosamente. El grabado también es reproducción, pero está contrastada con la de las algas didymo. Son tres pequeñas matrices de linóleo que se imprimen individualmente, se recortan y después se unen a través del bordado”, redondeó la artista.

En el caso de Beatriz Romano, “estoy mostrando lo que sería una antología, porque son obras de bastantes años atrás, pero que nunca había tenido oportunidad de mostrarlas todas juntas. Entonces, es muy bueno. Las compañeras me han recibido muy bien, porque soy nueva en Bariloche, hace dos años que vivo acá y quiero mostrar lo que hago”, señaló. “En general, son obras que unen cosas queridas para mí: de la familia, de las abuelas y de todo lo que enseñaron a los nietos. También recuerditos que uno va guardando, plasmados en una obra pictórica”, describió.

Beatriz Romano. Foto: Eugenia Neme.

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Para la barilochense más nuevita, la interrelación entre las seis estéticas está “muy bien. Desde el punto de vista textil están todas perfectas”, resaltó. “Desde otro punto de vista, creo que en este momento hay una gran amistad. Después, con respecto a color, tenemos que agradecer a Moma (Mozetich) que nos ayudó en la curaduría para armar la muestra. El texto lo escribimos un poquito cada una, pero fue Ingrid la que más lo armó y Moma nos dio una manito desde el punto de vista de la curadora”, compartió.

A pesar de las diferencias, “el hilo conductor es el arte textil y cada una participa con su forma de expresarse. Me parece que está muy bien curada y armada. Me gusta mucho como está”, subrayó Wendy Merchant. “Por eso le pusimos Hilo Latente: más allá de la diversidad de formas y de expresión, hay algo latente en todas que tiene que ver con lo textil y con cómo expresarlo”, aportó Catalina Galdón.

Para Roddick, cada aporte “expresa la variedad de materiales, de posibilidad y de formas de hacer. Eso me parece interesante”. Para una breve descripción sobre las creaciones de Catalina, Wendy Merchant y Diana Núñez, ver otra nota en esta misma sección de El Cordillerano.

En definitiva y en general, “lo que hacemos nace del encuentro con historias familiares, con lo emocional y lo íntimo, con nuestras experiencias, o del contacto con la naturaleza. Surge a través de materiales impregnados de vidas anteriores, hilos variados, cálidos vellones, plásticos industriales, negativos de fotos, cuentas, piedras o líquenes de nuestros bosques, encontrando así, el sentido de nuestra dedicación”, completa el texto de sala. “Hilo latente” podrá visitarse hasta fines de mayo.