40 AÑOS ATRÁS HERVÍAN LAS INTERNAS PARTIDARIAS

| 05/05/2023

¿Cómo fue el retorno de la democracia en Río Negro?

¿Cómo fue el retorno de la democracia en Río Negro?
Osvaldo Álvarez Guerrero, el primer gobernador en la vuelta de la democracia.
Osvaldo Álvarez Guerrero, el primer gobernador en la vuelta de la democracia.

En 2023 la Argentina celebra cuatro décadas de continuidad democrática. ¿Cómo fue la retirada de la dictadura en la provincia? ¿De qué manera se aprontaron los partidos políticos?

El 10 de diciembre próximo se cumplirán 40 años de vigencia democrática en la Argentina, estabilidad que nunca antes se había alcanzado si se tiene en cuenta que hasta 1916, hablar de hábitos democráticos es un tanto forzado. ¿Qué pasaba en Río Negro cuatro décadas atrás, cuando la última dictadura emprendió la retirada? Con puntos en común y notables diferencias, se vivía un período preelectoral, al igual que en la actualidad.

La efervescencia databa de un tiempito atrás. “Dos años antes de culminar el gobierno dictatorial, en el marco de un permanente estado de reclamo por parte de la sociedad civil en pos de la recuperación del Estado de derecho, y en simultáneo con su par nacional, se conformó en Río Negro una Multipartidaria integrada por radicales, justicialistas, democristianos e intransigentes”. Es una historia que conocen quienes ya peinan canas, pero que quizá resulte un tanto ajena para las generaciones más jóvenes.

“A estas voces se le sumaron organizaciones de trabajadores, organismos de Derechos Humanos y voceros de la iglesia católica, en particular Monseñor Hesayne en Viedma y el obispo Jaime de Nevares en Neuquén”. Practicó la reconstrucción la historiadora barilochense Laura Méndez, una de las autoras de Río Negro. Los caminos de la historia (Pido la Palabra Editorial). En particular, el aporte que mencionamos está en el capítulo “La apertura democrática de 1983 y el proyecto de Viedma como Capital Federal”.

En primera instancia, la dictadura no quiso saber nada con la reorganización de los partidos políticos. “El gobernador de facto Julio Acuña no reconoció a la Multipartidaria como interlocutor político y la guerra de Malvinas discontinuó su accionar. Fue la contundente derrota en la guerra la que posibilitó la profundización de los reclamos e hirió de muerte al régimen militar”, reconstruye Méndez.

Al igual que en el plano nacional, “en Río Negro, el quiebre del régimen implicó la caída de Acuña, vehemente partidario de la contienda bélica. Fue reemplazado por Carlos San Juan, único gobernador civil de la dictadura, cuya breve gestión tendría la tarea de llevar a cabo la preparación de los comicios electorales”. Con las fechas a la vista, los partidos empezaron a distanciarse.

En efecto, “ya con un calendario electoral establecido, el accionar de la Multipartidaria fue perdiendo peso debido a las pujas entre candidatos y partidos”. Hay que recordar que “por entonces los rionegrinos tenían una acotada experiencia institucional, en cuanto sólo habían participado de tres elecciones a gobernadores, cuatro presidenciales y dos comicios legislativos de renovación de autoridades”. Se debe a la relativamente corta historia provincial, ya que antes de la década de 1950, Río Negro era Territorio Nacional.

Más allá de las fuerzas por entonces históricas, “encastrada en los regímenes militares a los que aludimos, irrumpió una nueva fuerza política, el Partido Provincial Rionegrino -PPR-, conducido por el ex gobernador militar Roberto Requeijo, de perfil conservador y concentrado en el desarrollo de la obra pública, que significaba una opción continuista del gobierno de facto”, aporta el texto de la historiadora.

De cara al 30 de octubre, llegó el momento de las internas. “La línea radical liderada por Raúl Alfonsín, denominada Movimiento de Renovación y Cambio, tuvo una amplia adhesión en la provincia, aunque también existieron otras líneas internas, como la Línea Nacional en la zona atlántica y el Movimiento Afirmación Yrigoyenista en el Alto Valle. Al realizarse las elecciones internas en la provincia se enfrentaron dos listas: la Blanca -de Álvarez Guerrero- y la lista Celeste -de Luis Arias, que incluía las otras facciones”.

La gente de la boina blanca votó a dos días del invierno. “Llevada a cabo el 19 de junio con el sufragio del 72 por ciento del padrón de afiliados, la lista blanca, alineada con el Movimiento de Renovación y Cambio, triunfó en las principales ciudades rionegrinas y obtuvo el 63 por ciento de los votos. Su líder quedó como presidente del radicalismo a nivel provincial para convertirse en su gobernador en las elecciones de 1983”, rememora la investigación.

En forma simultánea, “en las internas del peronismo también se había tensionado la puja por el liderazgo de los seguidores del exgobernador Mario Franco -con fuerte respaldo de las organizaciones sindicales rionegrinas- y la Corriente de Opinión Interna (COI), liderada por Omar Lehner y Remo Constanzo. El resultado de las elecciones dio como claro triunfador a Mario Franco, quien confiaba en un rotundo triunfo en los comicios para gobernador, por cuanto el justicialismo no había perdido en elecciones libres hasta entonces”. Siempre hay una primera vez.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias