POCAS VECES UN LIBRO TAN URGENTE
| 01/02/2023“Nosotras somos ellas. Cien años de historias de mujeres en Patagonia”
Con prólogo de Dora Barrancos, reúne el trabajo interdisciplinario de tres barilochenses: la historiadora Laura Méndez, la escritora Mónica De Torres Curth y la poeta Julieta Santos. Prevén presentarlo el próximo 8 de marzo.
Un libro de historia que detuviera su mirada en las mujeres de la Patagonia no podía ser convencional. “Nosotras somos ellas” abreva en el rigor y la meticulosidad con que toda producción histórica debería contar, pero además abre sus páginas a experimentar otras sensaciones, vía cuentos, poemas y fotografías que se inspiraron o ilustran la vivencia de determinada protagonista. “Ecléctico”, dijo en el prólogo Dora Barrancos. ¿Por qué no?
Con ese espíritu, el esfuerzo reunió a una historiadora; una poeta y editora; y a una matemática con doctorado en Biología amén de escritora: Laura Méndez, Julieta Santos y Mónica De Torres Curth, respectivamente. Prevén que su trabajo se presente el próximo 8 de marzo, pero dieron a conocer a través de las redes sociales que “Nosotros somos ellas. Cien años de historias de mujeres en la Patagonia” está en situación de preventa a través de http://nosotrassomosellas.com.ar/
“Si tuviéramos que definirlo, diríamos que sin duda es un libro de historia de un colectivo muy pocas veces identificado como protagonista, porque casi siempre acabó subsidiando o completando historias protagonizadas por varones, en carácter de víctimas o como circunstanciales participantes”, introdujo la doctora Méndez. “El foco está puesto en las mujeres y se narran historias de mujeres que habitaron el suelo patagónico, en especial de la Patagonia norte, entre los años 1850 y 1950”, especificó.
El amplio arco temporal impuso sus límites. “Por supuesto, no de todas y, además, diferenciadas por grupos sociales, edades, etnias y acompañado o participando momento históricos claves de la historia de la Patagonia, como el poblamiento originario, la campaña militar hacia el suelo patagónico, las organizaciones económica, social y jurídica que sucedieron después del avance militar, los procesos migratorios, los políticos, los conflictos sociales y los cambios acerca de los derechos y las vidas de las mujeres”, enumeró la investigadora.
En conversación con El Cordillerano, resaltó que “la novedad de este libro es que, sin dudas, aporta en un área sobre la que se ha escrito poco en su conjunto. Aunque existen maravillosos trabajos puntuales sobre determinadas mujeres o grupos de mujeres, como inmigrantes, fortineras o mujeres originarias, este libro sintetiza, entrelaza y resume en una historia única esa diversidad, apoyándose en escritos de investigadores y testimonios orales”, describió.
Otra novedad es que, precisamente, “parte de una concepción de la historia que no se limita simplemente a reconstruir huellas del pasado y enhebrarlas en un relato común: la historia que se narra utiliza otro tipo de lenguajes expresivos para recuperar lo que sintieron, lo que quizás pensaron, los miedos, los logros, las resistencias, los sueños y los problemas” de aquellas mujeres. Ese cometido se procura “a través de recursos literarios, como cuentos cortos y poemas”.
Cuando tengamos la chance de hojear “Nosotras somos ellas” veremos que “en cada sección, aparecen cuatro elementos, acompañados por imágenes fotográficas. En primer lugar, un breve resumen del período y un contexto histórico que piensa ese pasado patagónico en términos políticos, sociales, económicos, culturales y de relaciones”, enumeró Méndez. Sigue “un segundo momento en el cual en ese pasado, irrumpen las mujeres, a veces poderosas, a veces sumisas, a veces combativas, a veces con ninguna opción para decidir su destino y otras, absolutamente resueltas a cambiar los caminos de la vida y tomar sus propias decisiones”.
“En un tercer lugar, aparecen una poesía o un cuento que, tomando como referencia e inspirado en ese momento y en esas mujeres, dan vida a un relato particular desde la belleza estética que implica la literatura en sus diferentes versiones”, continuó la investigadora y docente. “Finalmente, imágenes intervenidas, interpeladas y transformadas por las artistas que formaron parte de la obra, para completar cada período, desde los pueblos originarios hasta 1950, cuando los territorios que fueron nacionales desde 1884, comienzan su proceso de provincialización”, completó.
La carta de presentación con que vendrá es inmejorable. “Dora Barrancos, que fue quien prologó, dijo que este libro es ecléctico y creemos que es una buena manera de definirlo, porque si bien es un libro de historia que pretende compromiso con las fuentes, intenta llegar a quien lea, no desde la rigidez y la erudición de un pasado dogmático, sino desde unas letras amables que personifican procesos históricos con nombres y apellidos. Una historia que, sin resignar veracidad y rigidez, pueda transformarse en divulgación científica”, aventuró Méndez.
Aunque, parcialmente, el terceto considera que cumplió su objetivo. “Creemos haber dado cuenta de una historia de la Patagonia que puede narrarse con una imagen que se convierte en texto, con una poesía que denuncia, con relatos que lloran o ríen y también transmiten, aparte de datos, sensación, emoción y sentimiento”, señaló la historiadora. “Nos quedan muchísimas historias no narradas, muchísimos textos a los cuales no hemos tenido acceso, muchísimas vidas que no conocemos, porque al tratarse de un libro de síntesis, esta es la historia de sólo algunas”.
De ahí que, quizás, “el objetivo más grande sea invitar a que esas mujeres, sus nietas, hijas o amigas, escriban las historias que no han sido contadas. Sólo así, la Patagonia, desde una perspectiva histórica, será un territorio más plural, al que vayan a incorporarse voces de otras personas, grupos e ideas que todavía faltan destejer y volver a tejer en una trama coral, polifónica y de múltiples colores”. Pocas veces tan urgente ese anhelo.