Del festejo participarán Carlos Lastra, Rodrigo Domínguez, Germán Lema, Santiago Rapoport, Marcelo Bragagnolo y otros notables. Desde las 20:30 en Fylgja.

El noveno mes del año terminará con jazz. Desde las 20:30 del viernes (30 de septiembre), la Escuela de Artes Musicales Bariloche festejará su primer año de existencia con un pequeño gran festival, del que participarán Carlos Lastra, Rodrigo Domínguez, Germán Lema, Santiago Rapoport, Marcelo Bragagnolo y muchos otros músicos. La cita se pactó en el Centro Cultural Fylgja, donde precisamente dio sus primeros pasos la experiencia de formación.

El Cordillerano acercó unas preguntas al hijo del inolvidable Diego, para que trazara un balance, de cara al cumpleaños. “Se cumplió un año del inicio de este proyecto, que en realidad se había originado a principios del año pasado. Lo iniciamos con Carlos Lastra y Marcelo Bragagnolo y consistía en la idea de soñar una escuela de jazz en Bariloche, un espacio donde aprender y no tener que irse tan lejos para tocar esta música, que necesita de mucha práctica y trabajo. También, es necesario tener una guía en ese proceso”.

El contrabajista indicó que “como todas las músicas, obviamente también es intuitiva, pero necesita de mucho trabajo”, insistió. El camino de la Escuela de Artes Musicales Bariloche se inició “con las clases que arrancaron en septiembre del año pasado, con lo que llamamos el curso introductorio: una preparación para la formación que nosotros brindamos, que es de 3 años y aprendemos a tocar jazz en sus distintos estilos”.

En esa oportunidad, “la respuesta fue muy buena” y como consecuencia, “hay un grupo relindo. Aquel curso introductorio se dio hasta diciembre y después, en marzo, arrancó el primer año de la formación, más de nuevo el curso introductorio, para la gente que ya se está preparando para entrar el año que viene. Fue muy sorprendente la respuesta porque hay mucha gente estudiando”, apuntó Rapoport.

En efecto, “enseguida notamos que hay muchas ganas de aprender y compartir, de tener un espacio, porque una escuela no solo es un lugar donde aprender, sino también un espacio de conectarse con gente que piensa y ama lo mismo que vos”, definió. “Viste que, por ahí, con una música tan específica como el jazz, es muy difícil encontrar colegas o comunidad. La verdad, siento que eso fue sucediendo durante este año: se armó una comunidad”.

En consecuencia, se nucleó en la flamante institución “un lindo grupo de gente con la que hablamos de jazz, nos juntamos a comer, tocamos y sí, relindo grupo se armó”, subrayó el músico. “La escuela empezó en el Centro Cultural Fylgja pero después nos achicamos un poco y ahora estamos en un espacio por el kilómetro 7,500. Ahí estamos, estamos bien, creciendo, con un grupo haciendo la formación y otro preparándose para el año que viene”, remarcó.

Para Rapoport “es un proceso lento, un proyecto que por ahora es totalmente autogestionado”. En el transcurso “se sumó gente importante y enriquecedora, como Rodrigo Domínguez o Germán Lema, que saben un montón y vinieron a apoyar el proyecto porque todos estamos convencidos de que es necesario que Bariloche tenga una escena de jazz, no solo de músiques activos y preparados, sino también para una jam o un festival, que algún día podamos concretar”, anheló.

Sobran las razones, entonces, para el festejo. “El viernes festejamos este año y vamos a tocar en el Centro Cultural Fylgja”, anunció el contrabajista. “Vamos a hacer un festival de jazz, en el cual van a participar los ensambles de la carrera, es decir, se va a poder escuchar a la gente que está estudiando en la formación y nosotros, los docentes, vamos a estar tocando también”, destacó, porque “es un espacio para compartir escenario entre los que están estudiando y los que estamos coordinando la formación”.

Esa horizontalidad “es parte del espíritu que proponemos: no hay maestros y alumnos, somos todos músicos en distintas etapas de nuestra formación y carrera. Nos une la música y por eso vamos a estar compartiendo escenario”. En definitiva, “además de los ensambles de la carrera, van a tocar Germán Lema con su trío, Rodrigo Domínguez con el suyo, que se forma con Diego Beveraggi en batería y conmigo en contrabajo. Después, va a estar el cuarteto de Carlos Lastra, que también es con Marcelo Bragagnolo, Diego y conmigo”, informó. “Va a estar buenísimo, porque va a haber muchísima música”. ¿Qué más hace falta?