El realizador oriundo de Bariloche ganó con “Esquí” la Competencia Nacional Largometraje Documental. Cuestionó que la producción audiovisual sea patrimonio exclusivo de la clase media, alta y blanca.

Si bien su película se había estrenado oficialmente nada menos que en la Berlinale (Festival Internacional de Cine de Berlín) un año atrás, Manque La Banca destiló emoción ante su reciente logro doméstico. En efecto, “Esquí” se alzó con el Premio FAB 2022 en la Sección Competencia Nacional de Largometrajes. Que el realizador resida en La Plata desde 2008, hizo que el film -más barilochense que el chocolate o el Nahuelito- compitiera en esa categoría. Además, al subir al escenario al recibir el galardón, el oriundo de Villa Los Coihues compartió algunas palabras que establishments de diverso talante podrían considerar incendiarias.

“Proyectar ‘Esquí’ en la Competencia de Documentales del décimo FAB fue la experiencia más alucinante que tuve en relación al hacer películas”, compartió el realizador, todavía con la felicidad a cuestas. “Fue el reencuentro con las formas del cine en su estado más puro: las personas abrazando la película y sintiéndose parte, la pantalla como un espacio para que dialoguen las conciencias de un pueblo”, resaltó La Banca.

“Fue como una experiencia hasta metafísica, te diría (sonrisas). Yo no podía parar de lagrimear”, mencionó. “Es muy loco, porque la película tuvo su estreno oficial hace un año en la Berlinale, un festival de altísimo renombre que funciona como espacio de exhibición internacional. De ahí, comenzó a dar vueltas por todos lados. Sin embargo, hoy puedo decir que el estreno real sucedió en esta nueva edición del FAB. Se hizo esperar, pero finalmente encontró a su público. Y bueno, lo del premio es circunstancial: no define nada, pero es un gran apoyo”, resaltó.

Sobre el escenario de La Baita y cuando se apagaron los centenares de aplausos, el director pronunció conceptos tan claros como valientes, que reprodujo en la charla por escrito con El Cordillerano. “Es muy grotesco lo que sucede en la Argentina: vivimos acostumbrados a un racismo que subyace y avanza camuflado en forma de derechos humanos. Pero cada año que pasa, queda más en evidencia que esos derechos son solo para una clase social: la clase media y alta de la Argentina. En otras palabras, el progresismo blanco del cual formo parte y me hago cargo”, disparó.

En efecto, “si ves la foto de la entrega de premios del FAB, vas a notar que lxs realizadores que subimos a recibir un premio éramos casi todxs blancos. Las personas descendientes de pueblos originarios son parte de los relatos que plantean las películas del Festival, conforman los personajes de las películas y entregan sus representaciones para que este arte exista, pero, sin embargo, no se les permite dirigir esas películas. ¿Y eso por qué? Porque los medios de producción los controla la clase media y alta del país”, cuestionó La Banca.

El realizador continuó con su enumeración crítica: “porque lxs pibis (sic) de los barrios no llegan a la universidad, porque el Estado se duerme en una disputa de poder entre empresarios y no termina de querer hacerse cargo del asunto. Y la razón más triste: porque a esos empresarios les conviene tener mano de obra barata, le conviene que lxs pibis sigan sin educación”, criticó.

Puso como ejemplo la situación que pudo advertirse en 2017: “si vemos la repercusión mediática que tuvo el asesinato de Santiago Maldonado versus la repercusión mediática del asesinato de Rafael Nahuel, la cosa se vuelve más violenta aún. En el caso de Santiago, la clase media accionó inmediatamente y puso a disposición toda la estructura política para condenar a las fuerzas represivas y hacer justicia. En cambio, Rafael Nahuel quedó silenciado, quedó minimizado por ser pobre y mapuche. La clase media tiene que hacerse cargo de ese silenciamiento. Yo soy la clase media, yo me tengo que hacer cargo de ese silencio”, enfatizó.

De nuevo en el ámbito estrictamente cinematográfico, La Banca auguró nuevos desplantes a través de próximas realizaciones. “Lo que viene es un montón y estoy muy contento. Mi militancia real en este mundo, mi militancia cotidiana, tiene que ver con las narrativas: disputar el poder de los relatos masticados por la industria de Netflix y crear nuevas formas, distintas, radicales. Así que me encuentro desarrollando un par de proyectos bien delirantes”, anunció.

En cuanto a su película ganadora en el reciente FAB, su camino no hará más que profundizarse y ampliarse. En efecto, “Esquí” se “va a comenzar a proyectar por toda la Argentina en distintas formas y formatos. Queda a disposición para cualquier organismo u organización que la quiera programar. Simplemente me escriben”, invitó. El Nahuel Hue, el cerro Catedral, las leyendas de la montaña y, en definitiva, esos universos insólitos que retrata el film, tienen bastante más recorrido por delante que por detrás.