Las máximas autoridades del área de todo el país emitieron una declaración por unanimidad. Extraño caso de superación de la “grieta”.

El Consejo Federal de Cultura se integra con las máximas autoridades de las áreas de Cultura de las 23 provincias y también de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por unanimidad -es decir, sin distinción de banderías políticas- insistió al Senado de la Nación que prorrogue la vigencia de los así llamados fondos específicos, de los cuales surge el financiamiento del Instituto Nacional de la Música (INAMU); el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA); el Instituto Nacional del Teatro (INT) y otros organismos.

Al igual que sus pares, firmó la declaración que se dio a conocer el miércoles (21 de septiembre), el secretario de Cultura de Río Negro, Ariel Ávalos. En articulación con el Ministerio de Cultura de la Nación, los funcionarios provinciales hicieron público que reafirman su apoyo “a la media sanción del proyecto de ley aprobada en junio de este año por la Honorable Cámara de Diputados de La Nación que propone la extensión por el término de 50 años la caducidad de los fondos específicos que financian el INAMU, INCAA, INT, RTA S.E., ENACOM, Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y las Bibliotecas Populares a través de CONABIP”.

Además, “manifestamos nuestra insistencia y solicitud al Honorable Senado de la Nación, para que trate y apruebe, en tiempo y forma -antes de su vencimiento parlamentario y sin modificaciones- el proyecto de Ley con media sanción para ser incorporada al presupuesto 2023 y su entrada en vigencia a partir del año venidero”, explica la declaración.

El texto también advierte que “si no se extiende la vigencia de las asignaciones específicas, estos fondos, que garantizan la continuidad de los recursos que se distribuyen de manera federal y equitativa en todo el territorio nacional, dejarán de ser percibidos por los organismos el 31 de diciembre del 2022 (Ley 27.432 de 2017). Estas asignaciones resultan imprescindibles para el fomento y el desarrollo del teatro, la música, la danza, el cine, la televisión, el audiovisual, las bibliotecas y medios de comunicación comunitarios y para miles de puestos de trabajo que dependen de ellos”, enfatiza.

En consecuencia, “dejamos sentada la importancia de la extensión de su vigencia por su impacto para el desarrollo de nuestra cultura a nivel federal y en beneficio de nuestro pueblo. Así también, recordamos que dichos fondos han contado con amplios consensos políticos a lo largo de la historia generando entramados de políticas públicas sostenidas en el tiempo. El impacto de los mismos se expresa en aspectos simbólicos de diversidad de nuestra cultura y en aspectos productivos, generando puestos de trabajo y potenciando nuestro entramado productivo a lo largo y ancho de todo nuestro país”.

Entre otras consideraciones, afirma el pronunciamiento que “próximo a cumplir 40 años de la restauración de nuestra democracia, declaramos que este documento cuenta con un amplio apoyo de todas y todos las trabajadoras y trabajadores del quehacer cultural y el pueblo argentino en general, que han decidido en torno a este y otros temas, levantar más que nunca la bandera de nuestra soberanía cultural”.

Además de Ávalos, acompañaron el planteo Adriana Maggio, secretaria de Cultura de La Pampa; Marcelo Colonna, ministro de las Culturas de Neuquén; Lucía Rossi, secretaria de Cultura de Tierra del Fuego; Carla Olivet; subsecretaria de Cultura de Chubut; y Oscar Canto, secretario de Cultura de Santa Cruz, es decir, toda la Patagonia. Todo el país, en realidad. Al menos en esta coyuntura del acontecer cultural, parece superada la tremebunda “grieta”.