El sábado pasado después de una capacitación interna para parte del personal de la empresa Alliance, durante el almuerzo, una de las personas se ahogó con un bocado de comida.

Eran aproximadamente 40 personas y ante el grito de auxilio de una de sus compañeras, la mujer afectada fue asistida de manera inmediata por Mariano Ibañez, subgerente de Roket, que estaba participando del encuentro.

El miércoles pasado Protección Civil había dado el curso anual de RCP del cual participó Mariano, por lo que tenía muy frescos los conocimientos. “Estas capacitaciones son obligatorias y hace 27 años que trabajo en la empresa así que tengo hechos muchísimos cursos”. Como Cruz Roja siempre cambia algunos protocolos y hay que estar actualizado.

Momento difícil

Habló de lo sucedido el sábado “estábamos en un pequeño refrigerio y una de las capacitadoras de ahogó con un pedacito de sándwich, yo estaba de espaldas y al escuchar el pedido de ayuda fui inmediatamente”. Continuó relatando “al verle la expresión enseguida le practiqué la maniobra de Heimlich y pudo tirar lo que no le permitía respirar”.

Consultado sobre si alguna vez había vivido una situación similar dijo “sí, hace muchos años en Roket, una chica tuvo un paro cardíaco, todavía se hacían las insuflaciones alteradas con los masajes y se pudo recuperar”. Antes, cuando vivía en Rosario, asistió también en un accidente de tránsito.

Dijo "el sábado en un primer momento no pensé nada, solo fui a ver qué podía hacer, los nervios vinieron después cuando ya bajó la adrenalina”.

Agregó “tenía los brazos a los costados del cuerpo, intentaba respirar pero ya se le habían puesto azules los labios, no se alcanza a esperar ayuda, por eso existe esta maniobra que es indispensable conocerla”.

Cree que no pasaron más de dos segundos en llegar a donde estaba la mujer, “no estoy acostumbrado a hacer esta clase de asistencias pero el saber hacerla es una seguridad muy grande que uno tiene”.

Un susto por lo sucedido y una experiencia gratificante el haber sabido qué hacer.