Podrá disfrutarse de la propuesta el sábado desde las 17.30, en la sala de la Biblioteca Sarmiento. Un trabajo distinto de la compañía teatral que ya conmovió con sus puestas para público adulto.

Baco Compañía Teatral repondrá el próximo sábado (25 de junio) “Travesía en la maquinaria. Al rescate de las ideas”, el primer trabajo que elaboró para el público infantil. La función comenzará a las 17.30 en la sala de la Biblioteca Sarmiento – Usina Cultural del Cívico, con la actuación de Manuel Gutiérrez Arana, Carolina Rodríguez e Ingrid Velásquez. La dirección es de Rodolfo Fernández Lisi. Con el primero y el último dialogó El Cordillerano para ampliar la información.

Fernández Lisi hizo un poco de historia. “Baco decidió encarar un proyecto dedicado a las infancias como un desafío para encontrarse con nuevos públicos, nuevas dialécticas y nuevas formas de llevar su arte a los espectadores”, introdujo. “También, como manera de interpelarse en la exploración y en las dinámicas, con un deseo muy grande de encontrarse con los chicos y las chicas en ámbitos no convencionales, no solo en salas sino también en escuelas e instituciones, para tender un puente entre nuestra investigación teatral y los ámbitos escolares, donde están los niños y las niñas”.

El propósito consistió en avanzar hacia “un intercambio fluido, tanto para los niños como para los actores y actrices, miembros de la compañía”, destacó el teatrero. “El deseo de poder crear un material que no solo conmueva desde lo artístico, sino también desde un mensaje que nos lleve a todos a mejorar y a generar un ámbito más agradable de convivencia a partir del arte”, resaltó.

Sobre el escenario, “la familia, los niños y las niñas, se van a encontrar con un espectáculo dinámico, con movimiento y también con una historia muy bonita que nos lleva a reflexionar sobre el poder cumplir nuestros deseos”, anticipó el director. “La propuesta es que, a partir de una dinámica artística de movimiento, sonora y visual, se pueda contar una historia que nos haga reflexionar a todos y todas sobre la importancia de nuestros sueños y nuestras ideas. Un espectáculo alegre, dinámico y con mucha música”, destacó.

La obra ya tiene algunas funciones a cuestas y después de las primeras, “los actores y actrices frente al nuevo público se sintieron bien, creo que fue una buena experiencia como para ampliar la mirada”, sostuvo Fernández Lisi. “Muchos de los actores no tenían experiencia de trabajo con niños, pero, principalmente, les ha permitido tener un nuevo registro de su oficio y un vínculo más cercano. En eso, los chicos expresan directamente lo que les está pasando y eso es muy bueno para construir el hecho artístico”, señaló.

En el caso de Gutiérrez Arana, “la experiencia de seguir montando Travesía en la maquinaria. El rescate de las ideas, viene siendo muy novedosa dentro de Baco por la historia del grupo y lo que fueron los primeros montajes, que estaban dirigidos a audiencias adultas”, recordó. “Este es un espectáculo para las infancias, niños y niñas de 6 años, poco más o poco menos. Entonces, el montaje, el texto y el uso del cuerpo me invitaron a un universo lúdico, por momentos desfachatado y payasesco, algo que, por mi procedencia del clown, me invita, me convoca y seduce mucho”, admitió.

Sin embargo, “hacía mucho tiempo que no trabajaba para las infancias. Había hecho algunas obras en Buenos Aires, pero acá no, así que es un desafío nuevo para mí y estimulante: salir al encuentro de niños y niñas de 6, 7 u 8 años, porque en general, el trabajo que hago está más bien dirigido a adultos. Para mí, no deja de ser un vértigo, un salto al vacío y siempre a los que hacemos teatro, algo de eso nos gusta, nos interpela y hasta nos incomoda, pero estamos felices de mostrar este material para públicos que no vienen siendo los clásicos para Baco”, apuntó.

Por otro lado, “Travesía en la maquinaria. El rescate de las ideas” es “una obra que se planteó para viajar, para llegar a distintos públicos, no solo en las salas, sino también en escuelas. Eso está bueno, porque es el teatro que sale al encuentro de las personas y ya no el clásico público que se acerca a la sala. Es un desafío que está bueno, porque hace que nos podamos encontrar con públicos distintos, que, en algunos casos, no necesariamente tienen el hábito de ir al teatro”, resaltó Gutiérrez Arana.

En forma simultánea, “es un doble desafío al validar el material que creamos porque una cosa es que alguien decida ir a verte y otra distinta, ir a un lugar donde no necesariamente, cada uno de esos niños y niñas, decidió ir. Entonces, el material tiene que defenderse aún más, para cautivar al público”, resaltó. El staff se completa con Lihue Vizcaíno como asistente de Dirección, mientras que la dramaturgia corrió por cuenta de Aravinda Juárez.

En la escenotecnia trabajó Michay Fernández Quintero; en vestuarios y utilería Liliana D’Urzo; en el dispositivo escénico hicieron otro tanto Ignacio Regueiro y Fab Lab Bariloche; el diseño sonoro es de Jimena Aguilar y el propio Fernández Lisi, en tanto la primera ideó la música original. La mezcla y masterización es de Cristian Busamia, mientras que la fotografía, el diseño y la comunicación es obra de Virginia Salamida. La producción, de Baco Compañía Teatral, una maquinaria de travesía interminable.