En la escuela 201 realizaron un acto de reconocimiento a un vecino del Lera. José Carriqueo es un excombatiente de Malvinas y aunque sabía lo que se estaba organizando, jamás se imaginó un momento tan emotivo y lleno de sorpresas.

En diálogo con El Cordillerano, Carriqueo dijo: “Me crie a tres cuadras de la escuela y mis padres todavía están en el barrio”. 

Todo comenzó porque en los establecimientos educativos hay actividades al cumplirse 40 años de la guerra de Malvinas. “Nosotros somos del Centro de Veteranos de Bariloche y vamos a los colegios que nos invitan, a dar charlas, yo fui dos veces en mayo y después, me llamó el director y me dijo que me iban a hacer un reconocimiento”.

 Agregó “fui al acto pero no me esperaba la sorpresa que me tenían preparada, habían mucha gente, fueron invitadas autoridades del Ejército, de Gendarmería Nacional y un sacerdote, sabiendo que soy muy creyente”.

El mural

Los chicos junto a sus docentes realizaron en una de las paredes del edificio, un mural alusivo a Malvinas. La imagen es nada más ni nada menos que una de las pocas fotos que le quedaron a Carriqueo. “Era una que me sacaron de Télam con el equipo de Nicolás Kasanzew en pleno combate a mediados de mayo de aquel año”.

Recordó “en ese momento estaba en alerta roja, mirando el cielo, pasaban por arriba nuestro los aviones Harrier”.

Esa foto es un tesoro familiar pero lo que Carriqueo no sospechaba, era que lo utilizarían de motivo para la realización del mural. Iba pensando en recibir un diploma y nada más; “Ya cuando entré a la escuela me llamó la atención porque grandes y chicos me empezaron a aplaudir y al ver la pared me embargó la emoción”.

José es católico, “en ese momento me puse a rezar para no llorar porque todo era muy emocionante”. Agregó “cuando rezo me hago fuerte y eso lo hacía todo el tiempo cuando estaba en Malvinas”. Allá fortaleció su fe.

No lo hacía por miedo, “rezaba para que mi familia entendiera que si me moría en combate, tenían que asumirlo, como le pasó a tanta gente que no volvió a ver a sus hijos o hermanos”.

Dijo “hay una cosa muy grosa de Malvinas que poca gente sabe, hay familias que todavía hoy, a 40 años, no han modificado las habitaciones de sus hijos, pero lo hacen desde el honor y no del dolor”.

Malvinas hoy se entiende desde otro lugar, “los que sobrevivimos nos sentimos fortalecidos porque creemos que por fin se entendió la verdadera gesta”. Explicó “combatimos por nuestra soberanía y hoy recién el pueblo entiende que fuimos a recuperar algo que es de todos”.

Agregó, “estuvimos muy cerca de obtenerlo pero otros países ayudaron a Inglaterra, lo que vivimos fue muy impresionante pero impulsados por el amor a la Patria”.

Apenas regresaron al continente para la mayoría fue muy doloroso, “no había un respeto, nosotros somos medio raros porque nos mostramos muy fervorosos en la alegría o el triunfo pero cuando perdemos no lo sabemos manejar”.

Dijo “nos echaban la culpa de ser pibes, de no haber tenido instrucción y millones de cosas que ahora a los 40 años ven que fue una gran ofrenda por amor a la Patria”.