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Así se denomina el flamante espacio, sito en la casa histórica del kilómetro 1,300 de Bustillo. Como la muestra acompañó la presencia de la letrista tanguera Marta Pizzo, tiene que ver con la música ciudadana.

No hace falta recordar la carencia estructural de salas de arte que padece Bariloche para entender que se trata de una buena nueva: ya está en funcionamiento el espacio “La Gloria”, flamante reducto apto para exposiciones que funciona en el Instituto Arte y Parte. En la primera muestra, exponen Miguel Ángel Juri y Ángeles Irala, quien de ahora en más oficiará de curadora.

La sala se puso en marcha en ocasión de visitar Bariloche Marta Pizzo, una de las pocas letristas y compositoras contemporáneas de tango. “Con Perla (Gleichgerorcht, directora de Arte y Parte), venía flotando la idea de contar con un espacio que tuviera trabajo curatorial, que es mi metier desde hace tantos años”, dijo Irala a El Cordillerano. “Lo mencionamos el día que presentamos el espacio, porque si bien ya hubo exposiciones acá, la intención era darle una vuelta de rosca para poder nivelar y poner la plástica o las exposiciones a la altura que tiene la música en el Instituto Arte y Parte”, sintetizó.

“Cuando 10 días antes de la presentación, Marta Pizzo nos dijo que venía para acá, esa idea que estaba flotando se precipitó y bueno, aprovechamos”, compartió la artista plástica y curadora. “Lo armamos, lo presentamos y trajimos obra tanguera que pudiera acompañar la presentación de ese libro. Inmediatamente hablé con Miguel Ángel (Juri), quien está en este momento exhibiendo su trabajo. Son monocopias, una obra maravillosa”.

La anfitriona se deshizo en elogios para el expositor. “No pudo estar presente en la inauguración porque estaba de viaje, pero, nos dejó todo su legado desde el dibujo. Hay dibujos que son expresionistas, que tienen una fuerza y una gestualidad que casi llega a la abstracción, pero se mantienen en el expresionismo. Es un lujo tenerlo en Bariloche porque, además, puede coordinar muy bien lo que es ser artista con ser maestro, que no es tan fácil”, señaló su colega.

Es que “por lo general, hay muy buenos artistas a quienes les cuesta la labor docente, pero en el caso suyo, puede con mucha integridad, nobleza y calidad humana, integrar ambas esferas. Es un gran maestro, puedo decirlo porque lo tuve el año pasado y es un gran artista”, insistió Irala. Oriundo de Vicente López, el artista reside hace un tiempo entre nosotros y su llegada fue muy bienvenida por el mundillo artístico de Bariloche.

En cuanto a su propio aporte, mencionó la curadora: “cuando yo vivía en Avellaneda (Buenos Aires), tenía mucha obra de temática tanguera porque nací allá y porque con unas colegas del Bellas Artes trabajamos en una galería de arte, en un conventillo de La Boca. Cuando Miguel Ángel trajo estas ocho monocopias, pensé en recuperar obras de esa época, o sea que las mías son muy viejas. Fácil, tienen 25 años”, compartió la plástica.

Hay un trabajo que escapa a esa norma. “Excepto este (señala), que me lo pidió Marta cuando lo vio en Internet. Le dije que no tenía que ver con la temática, pero insistió y me dijo que ya iba a ver por qué. Cuando fue la presentación, recitó una poesía que se llama De oruga mariposa -que ya es un tango- y quería que estuviera esta obra presente”. Se titula “Las nuevas señales de Violeta” y además de destacarse por la diferencia temática, lo hace por su belleza.

El punto de partida fue vertiginoso e importante. “A la muestra la armamos en 10 días, hubo bailarines y no solo estuvo cantando Perla, también vinieron Graciela Novelino y Sergio González, el locutor, que nos dejó maravillados a todos con la voz que tiene. Fue muy ameno, pero con mucho contenido y calidad, una inauguración preciosa. Queremos perpetuar eso, darle continuidad”, avisó Irala.

Con ese propósito, “ya tenemos agenda programada y están llegando portfolios de artistas de afuera, de gente de Chile, por ejemplo”, mencionó. “Hasta fines de junio estará esta muestra y después, para la temporada de invierno, va a venir una muestra colectiva para que en esta primera parte de la sala La Gloria, sean varios los artistas que puedan ir conociendo la nueva modalidad”, anticipó.

Con el nombre de la sala, la dupla que conforman Perla y Ángeles rinde homenaje al patrimonio histórico de Bariloche, ya que así se llamaba la edificación que levantó Osvaldo Lauersdorf, prácticamente un siglo atrás, con estilo arquitectónico muy definido. Además, Gloria se llamaba una de sus hijas. En los pasillos de Arte y Parte, pueden apreciarse algunos registros históricos que legó el escultor, de origen rosarino.

Añadió Gleichgerorcht: “Que la gente sepa que el espacio está abierto y se puede visitar. La gente está invitada a venir a ver y el que quiera comprar una obra, puede comprarla, porque hay exposiciones que están a la venta y otras que no. Pero más allá de la venta, que vengan y disfruten de los artistas que tenemos, que son importantes”, resaltó. Inmejorable comienzo para una buena noticia.