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| 07/01/2022

Se fue uno de los grandes padres de la montaña, Juan Bautista Barrientos

Se fue uno de los grandes padres de la montaña, Juan Bautista Barrientos
Foto de culturademontania.org.ar
Foto de culturademontania.org.ar

Anoche se conoció la noticia del fallecimiento de Juan Bautista Barrientos, quien además de haber sido instructor de montaña del Ejército Argentino, lo fue de una cantidad incontable de niños y jóvenes de la Patagonia. 

La Escuela Municipal de Montaña lleva su nombre en reconocimiento al compromiso, esfuerzo y trabajo deportivo y social. Fue un ser humano maravilloso que dedicó gran parte de su vida a la enseñanza.

Nació en la vecina localidad de El Bolsón el 20 de junio de 1928. Siendo muy pequeño perdió a su mamá y tiempo después a su padre, por lo que quedó a cargo de una de sus abuelas. Su infancia transcurrió en Esquel, transitando los senderos y paisajes se enamoró de las montañas.

Quizás la partida de sus padres siendo muy pequeño lo llevó a dar ese amor que tanto necesitó, incluso su abuela partió cuando él tenía 12 años. Quedó entonces a cargo de un tío que participaba en la construcción del Regimiento en Esquel. Ante la apertura de inscripciones para la banda de música del Ejército, ingresó. Cuatro años más tarde, ya conocía las técnicas del esquí y la escalada. El tambor y la trompeta fueron los instrumentos que eligió ejecutar.

Lejos de todo egoísmo, ese amor por la montaña decidió compartirlo desde un principio, convirtiéndose en un gran instructor. Más allá de la técnica, creó una filosofía de vida.

Según Bautista, todo lo que sucedía en los senderos podía ser aplicado en la vida cotidiana, inculcando valores que seguramente quedaron grabados en los corazones de cada una de las personas que tuvo a su cargo.

En 1952, ya como cabo del Ejército, llegó a la Escuela Militar de Montaña y así se terminó de unir su carrera militar con su pasión por la naturaleza. Desde entonces, todos los ejercicios que observaba después los intentaba poner en práctica en soledad. Así llegó a ganar su primera competencia de esquí para enorme sorpresa de sus superiores.

Un año más tarde conoció otra forma del amor y decidió proponerle matrimonio a Tolma, formando así una gran familia.

Su primer rescate de montaña fue en el cerro Pontoneros ante la caída de un avión en noviembre de 1957. A fines de ese año, ascendió al cargo de sargento, destacándose ya como uno de los mejores instructores de andinismo y esquí de la Escuela Militar.

Se sentía atraído por todas las ramas del deporte, practicando también ciclismo y boxeo. Con el fútbol pasó por los clubes Huracán y Perito Moreno.

Los años y la experiencia lo llevaron a ser instructor de la Escuela de Instrucción Andina hasta que se retiró con la máxima jerarquía de suboficial.

Su paso por el Ejército no quedó en el olvido puesto que, en muchas oportunidades, se le volvieron a entregar reconocimientos y menciones especiales.

Fue campeón argentino de esquí y participó de expediciones a las grandes cumbres del mundo.

De manera paralela a su vida militar, comenzó a compartir su experiencia de cazador de montaña con niños y jóvenes de barrios más vulnerados de la ciudad, convirtiéndose en un guía cariñoso para cada uno de ellos.

Fue el responsable de que, además de conocer nuestros cerros, los caminaran, escalaran y amaran como él lo hizo desde pequeño.

Se fue un ser humano maravilloso que dejó una marca en miles de personas que compartieron trayectos de su vida y será responsabilidad de todos que nunca quede en el olvido.

Despedida

Para todos aquellos que deseen darle el último adiós a Bautista, pueden acompañarlo hoy de 10:30 a 12:30 en Sepelios Bariloche de Vicealmirante O'Connor 745. Sus restos serán trasladados al Cementerio Valle del Descanso donde a las 13 recibirán el último adiós.

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