El primero integró la lista de la UCRI y la segunda, defendió los colores de la UCRP. Al inclinarse la ciudadanía por las boletas que postulaban a Edgardo Castello, Luelmo se convirtió en el primer diputado nacional de Bariloche de la historia.

Como ciudadanos y ciudadanas de una provincia, la primera vez que Río Negro fue a las urnas fue en 1958, en una fecha que hoy resultaría extraña: 23 de febrero. La jornada fue doblemente histórica porque además de votar en las elecciones presidenciales y legislativas que marcarían el fin de un período de facto, debía consagrarse al primer gobernador y también, la composición de la flamante Legislatura.

La provincialización se había resuelto el 15 de junio de 1955 pero el proceso quedó trunco, al derribar la autodenominada Revolución Libertadora al gobierno de Juan Perón. Para recuperar el camino institucional y profundizarlo, el 10 de diciembre de 1957 se había sancionado la primera constitución rionegrina, que estableció la elección de un gobernador y de 23 legisladores.

Recordarán las y los memoriosos o bien quienes gusten de la historia, que por entonces el peronismo estaba proscripto y el radicalismo dividido en dos facciones: la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) y la UCR del Pueblo (UCRP). El primero de los sectores alentaba el levantamiento de la interdicción, el segundo se oponía férreamente. En Río Negro, las divisiones se profundizaron, inclusive en el seno de la UCRI.

En efecto, Edgardo Castello recibió la bendición desde Buenos Aires por parte del sector que postulaba a Arturo Frondizi como presidente. La disidencia llevó como candidato a Justo Epifanio, de la UCRI-Lista Verde. Por su parte, la UCRP tenía como candidato a José Enrique Gadano. Al igual que en las elecciones a convencionales constituyentes, el peronismo de Río Negro llamó a votar en blanco.

Si bien en la elección nacional Frondizi triunfó con amplitud, los resultados rionegrinos presentaron una mayor dispersión: Castello logró 16.985 sufragios (casi el 35 por ciento), cantidad que permitió a la UCRI ocupar 12 bancas en la Legislatura. Gadano consiguió 13.383 votos (algo menos del 28 por ciento) y nueve escaños en el Poder Legislativo. La tercera fuerza fue el Partido Demócrata Cristiano, con 6.261 sufragios y dos bancas.

No consiguieron sitiales otros cuatro partidos: la UCRI – Lista Verde; el Partido Socialista; el Partido Demócrata de Río Negro (PDRN) y el Partido Demócrata Progresista. El voto en blanco se acercó al 24 por ciento, dada la convocatoria del peronismo. Dato de color, el PDRN había llevado como candidato al último gobernador del Territorio Nacional, Adalberto Pagano. No llegó ni al 5 por ciento de los votos.

Mencionemos que, por entonces, el padrón se reducía a poco más de 42 mil varones y 35 mil mujeres. Esos números hacían que en Río Negro correspondiera elegir en términos nacionales, ocho electores para presidente y vice, más dos diputados. Hay que recordar que antes de la reforma del régimen electoral, la elección era indirecta y se votaban integrantes del Colegio Electoral, que luego designaban a la fórmula ganadora.

Para el Congreso, la lista de Castello postuló a Pablo Oreja (General Roca) y a Horacio Luelmo (Bariloche). La UCRP llevó como candidatos a la recordada Nelly Frey de Neumeyer (Bariloche) y a Próspero Saint Martin (General Roca). Ingresaron a la Cámara Baja los candidatos de la UCRI, por lo que Luelmo fue el primer legislador nacional barilochense.

Otro condimento: en el marco de la campaña electoral, estuvo en Bariloche en diciembre de 1957 Ricardo Balbín, como candidato a presidente por la UCRP. Uno de los grandes dirigentes históricos del radicalismo, más allá de los vaivenes internos, y protagonista de la política argentina durante tres décadas. Otro capítulo de la historia electoral rionegrina se escribirá el domingo, 63 años después de aquellos primeros pasos.