Una empleada administrativa de un prestigioso centro médico de la localidad es investigada por fiscales barilochenses, bajo sospecha de haber cometido una estafa de varios miles de dólares. En las últimas horas hubo allanamientos y, aunque el caso avanza, la propia víctima advirtió que si le devuelven el dinero, no tiene interés en continuar el proceso judicial.

La trabajadora del complejo asistencial de la zona Oeste de la ciudad creó un personaje, entabló una relación a la distancia con una mujer y con el tiempo generó un vínculo tan fuerte que comenzó a manipular a la damnificada, quien creyó en su historia y comenzó a enviarle dinero.

Según confiaron algunas fuentes consultadas, primero la sospechosa se puso en contacto con la mujer engañada. Así de a poco se fueron conociendo hasta que se generó una relación de amistad virtual. Mediante charlas vía Whatsapp, Facebook, mensajes de texto y otras vías, mantuvieron un trato frecuente y constante hasta que la mujer sospechosa la engañó para obtener una importante cantidad de dinero.

La estafadora inventó el personaje de un paciente terminal en tratamiento oncológico, apeló a la lástima y la manipuló diciéndole a la víctima que estaba solo, que era la única persona que podía ayudarlo y que necesitaba plata. La víctima creyó y le envió diferentes montos de dólares en varias ocasiones, hasta completar una cifra aproximada en veinticinco mil dólares.

Creyendo que le enviaba dinero a su amigo urgido, la víctima en realidad le envió sus dólares a una mujer de unos treinta años que hoy es investigada porque en el camino cometió algunos errores.

Según trascendió, la mujer se valió de la cuenta de correo institucional que le había asignado la empresa para la que trabajaba, con su nombre y apellido ligado al nombre de la institución sanitaria.

El caso fue denunciado en el Ministerio Publico Fiscal y la Unidad Fiscal Temática 2, a cargo de los fiscales Tomás Soto y Gerardo Miranda, lleva adelante la investigación.

De hecho, según pudo conocer El Cordillerano, esta semana el fiscal Gerardo Miranda desplegó diversas medidas entre las que se destacó un allanamiento en la vivienda de la sospechosa. Trascendidos indicaban que las pesquisas también se desplegaron en el centro médico involucrado de manera involuntaria en el suceso, aunque fuentes oficiales consultadas lo negaron de manera enfática.

De acuerdo a la información que pudo ser confirmada, los hechos se denunciaron semanas atrás, apenas horas antes del inicio de la feria judicial de invierno. Aunque se habían desplegado algunas medidas, fue tras el regreso normal de la actividad en los tribunales que el caso tomó fuerza con las nuevas directivas emanadas de los fiscales.

La damnificada en el hecho se constituyó como querellante en el caso y adelantó que no tiene un interés especial en avanzar con un proceso judicial, más allá de lograr la restitución del dinero que entregó tras ser vilmente engañada.