Obras de la plástica reciben a la gente en Vertiente – Café con Ideas. Es su primera muestra desde que las restricciones sanitarias afectaron el desenvolvimiento del arte barilochense. Se titula “Los años felices”.

Moma Mozetich tituló a su muestra “Los años felices”, con indisimulable “dejo de nostalgia”. Las obras que se despliegan en la intimidad de Vertiente – Café con Ideas, constituyen “una especie de análisis, un recuento de los momentos que antes, pensábamos que eran muy difíciles”, le dijo la expositora a El Cordillerano. Claro que “después de la pandemia y de casi dos años encerrados, viviendo para adentro, los empezamos a añorar”.

Es difícil no coincidir. Antes de marzo de 2020, “esperábamos que todo mejorara, pero no estábamos tan mal (sonrisas). Todo puede empeorar, así que Los años felices es una reflexión de añoranza”, redondeó la plástica. Artísticamente, el concepto se expresa desde tres ángulos diversos: “hay algunas obras nuevas y otras que pude articular mediante un texto”, desgranó Mozetich.

En efecto, “hay dos que se llaman Volcán vacío y Volcán lleno. Son una ironía porque si se compara con aquello del vaso lleno y el vaso vacío, el Volcán vacío quiere decir que se pudrió todo”, declaró. “Quise jugar con la ironía, con lo que fue y con lo que puede ser”. Simultáneamente, “también tomé algunas obras de una muestra que se llamaba Serie Probatorio e hice dos acrílicos nuevos: Había una pez y Los años felices”.

El conjunto se completa con una expresión de dolor. “Colgué otra que es una especie de retrato de una penitente, porque yo también perdí a una amiga en pandemia”, confió la expositora. “La muestra no alude a un presente feliz, más bien alude a un presente de duelo y es una manera de acompañar a todos”, definió. Por último, pero no menos importante, “hay una pequeña reflexión a través de unos dibujos, por medio de una esfera simple que es la Tierra, el lugar que nos alberga, un planeta muy complejo pero muy simple a la vez. Con la esfera simple, aludo a la fragilidad”, describió.

La artista junto a su anfitriona, Helen Cowan Green.

Para Mozetich, estar presente a través de su trabajo en 20 de Febrero 698, es una ocasión especial desde diversas perspectivas. Como se recordará, las restricciones sanitarias inaugurales tuvieron consecuencias directas en su faena como artista. “Tuvimos durante un tiempo obra secuestrada, obra que quedó en Neuquén Contemporáneo y también en Buenos Aires, en el CCK”, recordó. El Cordillerano dio cuenta de aquella situación.

Casi un año y medio después, “por supuesto que estoy contenta de volver a mostrar, pero como todos, siento una sensación de fragilidad”, admitió. “Todo es momentáneo, pero hoy podemos estar acá, en esta muestra… Que sea lindo y que la gente lo disfrute, aunque siento una sensación de fragilidad”, insistió. La propuesta podrá apreciarse en el horario de Vertiente (8 a 18) hasta fines de agosto.

Durante los sucesivos períodos de encierro, la plástica continuó con su labor, aunque “por ahí, con otra dinámica. Fueron tiempos de reflexión, de mirar las cosas y buscar textos, de hacerlos jugar con las imágenes… Pinté y dibujé”. Como consecuencia, “hice una obra que se llama Deriva y que justamente, es de este momento. No está acá, está en otro lugar”, aclaró. “Voy a seguir pintando siempre porque es mi lenguaje, mi manera de comunicar… Con idas y vueltas, pero todo siempre sucede en mi taller y en mi vida. No puedo separarme de eso”, proclamó.

La segunda exposición de la que Mozetich es parte por estos días, está consideración del público en La Luna – Libros y Café. “Es curada por Pilar Vega, comparto sala con Cris Rocha, Ingjerd Hansen Juvik y su hijo Nikolai (Gowda). Ahí tuve la suerte de poder colgar obra grande, entre ellas, las que estuvieron en el CCK: El color del deseo, Deriva y El presente está solo”, enumeró. En este caso, se podrá visitar hasta mediados del mes que entra. “Quizás el mejor momento sea este, nuestro presente, imperfecto, estamos aquí y ahora, sin más”, dice la artista en su texto de sala de Vertiente - Café con Ideas. Irrefutable.