LA PRESIDENTA DE LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE CHILENA

| 07/07/2021

Cuatro años atrás, Elisa Loncón estuvo en Bariloche

Cuatro años atrás, Elisa Loncón estuvo en Bariloche
La imagen que dio la vuelta al mundo.
La imagen que dio la vuelta al mundo.

Fue parte de una instancia de formación que se organizara desde la UNRN. Además, informalmente, tomó la palabra en un homenaje a Violeta Parra que recreara Anahí Mariluan. Lorena Cañuqueo recuerda su aporte.

La mujer que fue noticia durante el último fin de semana al asumir la presidencia de la Convención Constituyente en Chile, estuvo en Bariloche en 2017 y desde entonces, se comprometió con firmeza en la revitalización del idioma mapuche en esta ciudad y otros puntos del Puelmapu (Territorio del Este – Argentina). Elisa Loncón, cuyo rostro ganó portadas incluso en Estados Unidos y Gran Bretaña, participó de una actividad que se organizó desde la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y fuera de programa, tuvo tiempo para correrse hasta la Biblioteca Popular Carilafquen, de Villa Los Coihues.

Como la memoria del cronista flaqueaba, vino bien que la investigadora y docente Lorena Cañuqueo la refrescara. “Vino en 2017 en el marco de una formación en mapuzungun (idioma mapuche) que hicimos con un grupo de gente vinculada a la UNRN, con (la lingüista) Marisa Malvestitti y conmigo, más parte del Equipo de Enseñantes de Mapuzungun y el grupo Taiñ Folil. Entre esos tres colectivos, armamos una propuesta de formación en mapuzungun”, reconstruyó.

Aquella instancia se pensó para “docentes, estudiantes y público en general, específicamente orientada a quienes iban a empezar a implementar la materia Mapuzungun, Lengua y Cultura, en la Escuela Secundaria Rionegrina, que se había aprobado ese año. También participaron maestros de la Escuela Intercultural Bilingüe de la provincia y mucha otra gente”, que también fuera parte de las instancias académicas.

En particular, “Elisa dio una clase en esa propuesta, mandó material y estuvo facilitando nuestra formación. Fue en octubre - noviembre, porque me acuerdo que el último día de esa formación, asesinaron a Rafita Nahuel, cuando nosotros estábamos en un koneltun (internado), que era el cierre”. Como se recordará, el luctuoso episodio tuvo lugar el 25 de noviembre, aunque la presencia de la actual convencional se concretó el mes anterior.

“Ella participó de esa propuesta y en ese marco, pasamos por la Biblioteca (Popular Carilafquen) de Los Coihues, donde estaba cantando Anahí Mariluan”. Ese año se cumplían 100 desde el nacimiento de la cantora popular y su colega mapuche, había organizado un ciclo de conciertos en homenaje. “Entonces, fuera del programa, pidió permiso para presentarse y dar a conocer el trabajo con respecto a Violeta Parra. Ella formó parte del libro Violeta en el Wallmapu, lo presentó y me acuerdo que sacó un ülkantun (canto) en ese momento”, recreó Cañuqueo.

El precioso libro es de autoría conjunta y además de llevar la firma de Elisa Loncón, tiene como coautoras a Paula Miranda y Allison Ramay. Su nombre completo es “Violeta Parra en el Wallmapu. Su encuentro con el canto mapuche” (Pehuén – Centro de Estudios Culturales Indígenas 2017). Fue disparador de la investigación el hallazgo de cantos en idioma mapuche que la gran trasandina recopilara, en esa faceta tan distintiva de su quehacer.

Pero la relación de la lingüista devenida en constituyente con Bariloche continuó. “Desde la USACH (Universidad de Santiago de Chile) donde es docente e investigadora, ha venido aportando al Equipo de Enseñantes de Mapuzungun, con material didáctico y teórico. Hemos intercambiado dudas, consultas, preguntas y en lo personal, más de una vez la fui a ver. Hicimos una amistad por el trabajo de revitalización del idioma y ella ha acompañado a distintos formadores de acá, en Puelmapu”, compartió Cañuqueo.

De ahí la trascendencia de los sucesos del último domingo. “Para nosotros es importante que su figura esté ahí, en el lugar que está ocupando. No va a ser fácil y ya tiene muchos cuestionamientos”, advirtió la investigadora. “Es un gran orgullo que esté la kimülfe (profesora) ahí”, admitió, sin embargo, su compañera de faena. Quién iba a decir cuatro años atrás, que la historia llamaría a su puerta.

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