Después del paréntesis que motivó el arribo de la “segunda ola”, la veterana banda de rumba retorna a los escenarios. De a poco, arma su cronograma de shows.

El sábado (3 de julio) desde las 20, llegará el momento del retorno para La Gipsy, un clásico de la rumba flamenca en Bariloche. Al flexibilizarse las restricciones sanitarias, la agrupación tendrá la chance de reencontrarse con el público en el Bodegón del Náutico (Bustillo 3.500). Además, La Gipsy aguarda que, durante la inminente aunque incierta temporada invernal, pueda recuperar al menos algo del terreno perdido en los meses de paréntesis.

“Estamos muy felices por la reanudación que tenemos en los espectáculos a partir de este sábado”, compartió Emiliano Zamora, fundador y pilar del cuarteto. “Vamos a estar en el Bodegón del Club Náutico y la verdad, nos estuvimos preparando. Justo cuando me escribiste, estábamos empezando un ensayo… Nos lo tomamos muy en serio porque tenemos muchas ganas. La verdad, a todos nos cuesta mucho estar sin tocar, más allá de la parte económica”, compartió.

En los bolsillos, “el golpazo se siente, porque es como no tener un segundo trabajo, para decirlo de alguna manera, porque ninguno de nosotros en estos momentos depende solamente de tocar, sino estaríamos en graves problemas”, concedió. “Pero más allá de eso, la felicidad que tenemos es por volver a estar frente al público. Estuvimos preparando unas canciones nuevas de Ketama y siempre tenemos algo propio para hacer”, adelantó el gran guitarrista.

De cara a la vuelta, “la formación va a ser con Javito Vidal en la percusión, Javier Rena en la voz y en la guitarra, como siempre. Él es un monstruo… Cristian Marilao en el bajo y yo, también en guitarras y coros”, apuntó Zamora. “La Gipsy ya lleva por lo menos, 12 años. Es la continuación de Gipsy Soul… Cuando se fue Marcelo (Fidani), buscamos algunas cosas y cuando lo conocimos a Javi (Rena), se armó La Gipsy”, enmarcó el músico.

Hay que imaginarse las ganas de los muchachos. “Por suerte, en el verano se tocó bastante. El año pasado, ya en noviembre se empezó a trabajar un poco, pero igual, de tocar tres veces a la semana, como estábamos acostumbrados, pasamos a tocar una”, describió el guitarrista. “Por ahí, hubo un par de semanas en el verano en las que tocamos más, pero después, estuvo bastante duro”.

Antes de que llegara la así llamada “segunda ola” de COVID-19 y volviera a complicar las cosas, “tocamos en La Luna, en el mismo Bodegón, en Berlina y en lugares que se fueron dando cada tanto, pero en los barcitos chiquitos donde veníamos trabajando, ya no pasó y no creo que vuelva a pasar ahora”, pronosticó Zamora. “Por suerte, todos tenemos algún otro trabajo que nos ayuda a solventarnos”, remarcó.

De a poco, el cronograma de La Gipsy va tomando forma. “El sábado vamos a estar en el Bodegón del Náutico y el miércoles de la semana que viene, en Modo Bar, lo que antes era Patio Cervecero. Así que estamos contentos, porque ya arranca”, se esperanzó el músico. “Todavía no cerramos nada, pero suponemos que cuando venga la temporada plena, saldrán otros trabajos en el cerro y otros lugares. Personalmente, lo necesito, como fuente de ingresos y por tocar”, anheló Zamora. Que se cumplan esos anhelos.