PONENCIAS, DEBATES Y EXPOSICIONES

| 29/05/2021

Un texto de Cristina Rafanelli integra el libro “Cultura Metálica 7”

Un texto de Cristina Rafanelli integra el libro “Cultura Metálica 7”
La especialista barilochense en heavy metal
La especialista barilochense en heavy metal

Es el resultado escrito e impreso de la 7° Ferial del Libro Heavy de Buenos Aires, que se llevó a cabo en octubre de 2019. El aporte de la barilochense gira en torno a bandas mexicanas que cantan en idiomas indígenas.

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La escritora de Bariloche Cristina Rafanelli aportó un texto a “Cultura Metálica 7”, el libro que reúne las “ponencias, debates y exposiciones de la 7° Feria del Libro Heavy de Buenos Aires”. La publicación salió a la calle recientemente y se alcanzó a presentar en la gran urbe antes de las nuevas restricciones, gracias al empuje de Clara Beter Ediciones, con compilación de Gito Minore. La contribución de Rafanelli se titula “Revolución y metal: la experiencia mexicana”.

El particular aporte de la autora deriva de un viaje que pudo concretar seis años atrás. “En el año 2015 viajé a México. En ese inmenso país de Centroamérica se habla principalmente el español y el náhuatl -lengua indígena con mayor cantidad de hablantes. Pero además existen 68 lenguas originales y 364 variantes lingüísticas pertenecientes a distintos pueblos. Sin embargo, durante mucho tiempo los indígenas fueron reprimidos y se les prohibió el uso de la lengua y su cultura”, introduce su texto.

Después de repasar someramente la experiencia zapatista, que entró en escena en 1994, Rafanelli añade: “Diez años después, llegué a la ciudad San Cristóbal de las Casas. En un centro cultural llamado el ‘Paliacate’ conocí una banda que hacía rock y metal llamada Lumaltok que cantaba en tzotzil, lengua maya de los Altos de Chiapas. Ellos son de un pueblo llamado Zinacantán que significa ‘lugar de murciélagos’. En una entrevista que pude hacerles, contaron que antes del movimiento no podían hablar su lengua. Entonces, estar haciendo heavy metal en lengua maya y con los trajes tradicionales es en sí mismo, un acto revolucionario”, afirma el estudio.

La insurrección del EZLN tuvo consecuencias insospechadas en el ámbito del heavy metal mexicano. Es que “a partir del movimiento zapatista, empezaron a aparecer también otras bandas como Vayijel de San Juan Chamula (Chiapas) que además de cantar en lengua madre hablan de su cosmovisión. Por ejemplo, para ellos los animales son espíritus. Tienen un tema que se llama ‘La lechuza’ y cuenta que si aparece este animal en tu casa significa que trae un mensaje de algún ancestro fallecido”.

En la variante indígena del más pesado de los géneros, “las letras tienen que ver con lo mítico, con las leyendas y están recuperando su cultura desde el metal y se presentan con máscaras de animales”, destaca Rafanelli. “Hay otra banda llamada Sak Tzevul que significa ‘relámpago’ en tzotzil. Esta banda de rock y metal progresivo es también de Zinacantán como Lumatok y no dudan en mostrar la influencia que ha tenido en la zona, el EZLN”.

Claro que la emergencia de las músicas contemporáneas en lenguas indígenas tiene sus bemoles. “Todas estas bandas han tenido que pasar por un filtro enorme porque la misma gente de su comunidad los criticaba ya que no podían entender porque su música tenía que hacerse con guitarras eléctricas y batería y no con instrumentos tradicionales. O sea, no eran aceptados por los mayores de su comunidad y para los mexicanos nunca dejaron de ser indios exóticos. No los toman en cuenta por su talento sino porque son como bichos raros”.

El fenómeno no se limita al área de influencia zapatista, porque “saliendo de San Cristóbal, también hay varias bandas en el D.F. que forman parte del llamado ‘Prehistoric metal’ que reivindican la cultura azteca. Una de ellas, es Xipe Topec, una banda de death metal que canta en náhuatl, idioma azteca. Otra banda se llama Cemicán y es de Jalisco. De alguna manera, hay un paralelismo con lo que está pasando en la Patagonia argentina”, compara la escritora, quien afirma: “son bandas de metal que recuperan la lengua y la cultura originaria como un signo de resistencia”.

Precisamente sobre el último tema -las bandas de metal patagónicas que se valen de vocablos en lenguas mapuche o tehuelche- había incursionado la barilochense en su primera participación en la Feria del Libro Heavy de Buenos Aires. En esa oportunidad, su conferencia se tituló “Pueblos originarios en el rock y el metal” y versó sobre las bandas de metal que difunden la cultura mapuche en la Patagonia”.

Por entonces, Rafanelli les contó a los metaleros y metaleros porteños que “en el sur del país, incluso muchos músicos de origen mapuche cantan en mapuzungun, su idioma originario. Eligen al metal como forma de resistencia y se identifican con este género musical para expresarse y decir lo que está pasando con su pueblo”. Como pudo comprobar la periodista en México, el fenómeno no es exclusivo de las latitudes más sureñas. El libro puede conseguirse a través de www.clarabeterediciones.com.ar.

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