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El compositor barilochense ideó 12 temas que respetan las variantes rítmicas de la región y a través de las letras, imprimen identidad patagónica.

Con la perseverancia de quien siempre busca el sello propio y procura aportar a una identidad en permanente construcción, Edgardo Lanfré alumbró “Danzas rionegrinas”, nueva obra de 12 temas que está disponible en YouTube. El propósito del compositor fue claro: a los ritmos que consagra la gente en sus variantes regionales, añadirles personalidad patagónica a partir de las letras, las historias que narran y sus paisajes.

En charla con El Cordillerano, el músico rehízo el camino que condujo a su trabajo más reciente. “Son 12 temas que grabé y subí a YouTube para que estuvieron a disposición de los bailarines. Tenía esta inquietud porque en los últimos años, fui jurado de Pre-Cosquín y algunas otras instancias, aunque de danza solo sé desde la posición del espectador”, aclaró. Sin embargo, “vi que hay una intención de meter de prepo cosas, cuando en realidad no está muy claro cuál es la danza tradicional regional y además, con letras que no son propias”, cuestionó.

Lanfré ejemplificó con “una zamba en la que presentan un cuadro regional y la letra habla del norte, o rancheras muy viejas y otras cosas”. Ante ese panorama, “pensé en cómo hacer un aporte para danzas que yo he visto que se bailan en festivales o en peñas y también en señaladas o bailes camperos, tratando de darle desde la poética o la narración, un contenido regional”.

En cuanto a las variantes, “elegí algunas que se bailan en alguna fiesta familiar, como puede ser un valse… Viste que acá se dice valse, a pesar de que son los valses que han traído los europeos, pero acá en la cordillera se le da un aire un poquito más apurado y sencillo, en tono, semitono y dominante”, enseñó. “También puse una ranchera y lo que tienen de bueno las danzas que se bailan de entrecasa es que no tienen coreografía”, resaltó.

Para el cantor y guitarrista, ese ingrediente se cuenta a favor porque “lo que pasa a veces con la zamba, la chacarera o los escondidos, es que por más vuelta que dé el músico, siempre terminamos encorsetados para cumplir con la coreografía. En cambio, la ranchera, el valse y estas cosas, duran lo que duren los bailarines bailando o se cansen de tocar los músicos. Eso es un valor que tenemos nosotros”, destacó.

Esa flexibilidad explica ciertos fenómenos. “Creo que por eso ha trascendido tanto y se ha metido en la zona rural el chamamé, pese a que aquí, en el campo se toca un poquito más apurado”, contó Lanfré. “Además, he notado que se le pone cencerro, que marca el tiempo fuerte del rasguido. A veces, digo fantaseando un poco, que ese sonido lo han puesto los gauchos al tenerlo presente por la majada de las ovejas”, comparó.

El crisol sonoro del campo rionegrino ofrece además otras particularidades. “También se ha metido de una manera terrible el corrido. Por mi modesta investigación, ha venido del lado de Chile, con Los Charros de Lumaco y otros grupos”. La paleta se nutre también con “la cumbia campera… La raíz se ha esparcido de Colombia para abajo pero acá tiene diferentes realidades, porque está la cumbia santafesina, la villera o la tradicional, pero a la campera, acá también se la llama milongón”.

Lanfré continuó con su tarea docente: “por ejemplo, Pancho Millamán toca algo muy parecido y le dice milongón. Yo le puse cumbia campera porque así lo pide la gente. ¿Sabe alguna cumbia campera? Es muy lindo verla bailar: el gaucho vestido como cuando va a la doma o jineteada, bailando a la noche con las mujeres, también con ropa típica y un paso muy particular”, ilustró.

En “Danzas rionegrinas”, también “hay una huella y bueno, entren a YouTube y en la solapita que dice Danzas rionegrinas, están los 12 temas. Hay una ranchera que se llama Ranchera de barrio, que pinta o trata de pintar un domingo en un barrio, el día de casa. El tipo y la dueña de casa se levantan más tarde, aprovechan para hacer algún arreglito en el patio o la quinta, el gallinero, pegar un par de ladrillos, dejar que los hijos se levanten más tarde, prender un fueguito y hacer un churrasco… Todas esas cosas de barrio. Hay más, pero no te voy a hacer un desglose se tema por tema”, se disculpó Lanfré. Sus palabras son muy ilustrativas, pero siempre será mejor hacer un par de clics y sumergirse en la música. Mejor dicho, bailarla.