Juan Carlos Bertino: “Es bueno recordar a los que se van con una sonrisa”  

El profesor Juan Carlos Bertino participó del programa “El Expreso Periodístico” en El Cordillerano Radio (93.7) y recordó, junto a Antonio Zidar, parte de un momento especial del deporte barilochense, del que formó parte el jugador Marcos Ezquerra, quien falleció recientemente.

 “Yo empecé a trabajar acá en el 68. Y justamente mis primeros trabajos fueron en básquet del CEF N° 8. Es al final de la década del setenta y toda la década de los ochenta cuando lo tuve a Marcos, en básquet primero y después en vóley”, comenzó a relatar Bertino. “Él además logró algo que pocos logran, que es estar en los primeros planos, en las selecciones de Bariloche de básquetbol, de vóleibol y de handball. Tanto en básquet como en vóley integró grandes equipos”.

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“En básquet uno de los mejores equipos de Bariloche de esa época, rodeado con jugadores que también se formaron conmigo en el CEF N° 8: Alfredo Iwan, Fredy Iwan, Gonzalo Taladriz, Také Cejas, el Tano Dal Farra, el Tano Baruzzi, Ricardo Alaniz, y otros”. En ese momento, el básquet se jugaba en el CEF. “Mucho en el CEF y, en esa época, ya estaba en funcionamiento ‘Bomberos’. Eran los torneos de la Asociación. Con esos jugadores, en cadetes y juveniles, arrasábamos en los torneos locales. Y después había torneos comerciales, en los que en general, jugábamos varios mayores: Juncos, Dal Bianco, Raúl Arroyo, yo y algún otro, mezclados con esos chicos”. Además, eran días de estadios llenos. “En muchas épocas, incluyendo la actual, al no haber torneos federativos los jugadores estaban desesperados por jugar y eso atraía mucha gente”.

También hubo espacio para una anécdota. “Además de las prácticas y los partidos oficiales, normalmente teníamos un desafío entre los profes y esos chicos, todos los sábados a la mañana en el CEF. Nos juntábamos a las 10 de la mañana y jugábamos a cien puntos. El primero que llegaba a cien puntos ganaba. Puedo asegurar que eran unos partidos impresionantes”, recordó. “Al principio, ganábamos muy bien y cómodos, con el tiempo se fueron emparejando un poco los partidos, después de emparejaron definitivamente –ganaba cualquiera- y después los ganaban los chicos. Y ahí suspendimos el desafío”.

Juan Carlos adelantó que está preparando un libro sobre la historia de la educación física, el básquet, el vóley y el atletismo de Bariloche. “Creo que es muy importante que se guarden ciertos testimonios”, señaló.

El vóley de Río Negro también se destacó durante esos años. “Fue hegemonía durante diez años con los varones –equipos que integraba Marcos- y doce años con las mujeres. En el caso del vóley, se ha mantenido mucho más, y hoy en día, está totalmente vivo”, destacó. “Ese equipo de vóley marcó toda una época. Los jugadores que jugaban con Marcos fueron el Tano Dal Farra, Cali Selpa, Claudio Gressani, Daniel Maubecin, Horacio Knell, José Juncos, Pepe Vera, Raúl Ossana, el mejor jugador que ha dado Bariloche. Realmente un equipazo que arrasaba a nivel provincial e incluso a niveles regionales. Varios de esos jugadores después integraron selecciones argentinas y muchísimos, selecciones provinciales. Realmente fue una época muy buena, una en la cual Marcos participó activamente”.

“En básquet, él jugaba como interno generalmente. No tenía altura, no era tan alto para esa posición; sin embargo, era terrible, las piernas eran un resorte, era tremendo rebotero y, en la lucha bajo los tableros, como él era voluminoso, corpulento y muy fuerte, se hacía sentir”, describió. “En vóley, era terrible la capacidad y la potencia del remate que tenía, y muy intimidante en el bloqueo porque realmente cubría grandes porciones de la red”.

“Eran grupos muy buenos, eran muy amigos todos”, valoró. “Cuando nos reuníamos, justamente Marcos y el Tano Dal Farra eran los que corrían con la cantidad de anécdotas y cuentos”, recordó.

“Yo siempre digo que es bueno recordar a los que se van, quizá con alguna lágrima o tristeza. Pero siempre es bueno recordarlos con una sonrisa y quizá hasta con una carcajada”, expresó. “Y eso es lo que me pasa con la mayoría de mis exalumnos y mis exjugadores, tanto de vóley como de básquet”.