HOMENAJE A DOS GIGANTES

| 29/12/2020

Descubrieron obras que recuerdan a Chingolo Casalla y Gabino Tapia

Adrián Moyano
Descubrieron obras que recuerdan a Chingolo Casalla y Gabino Tapia

Los trabajos de Horacio Ferrari se dispusieron en la plazoleta que linda con el SCUM y la Feria Municipal. Cálidas palabras para recordar a dos artistas que dejaron huella en Bariloche.

Obras del plástico Horacio Ferrari Sol homenajean desde la mañana del martes a dos grandes que dejaron huella indeleble en Bariloche: Gabino Tapia y Carlos “Chingolo” Casalla. Se descubrieron en la pequeña plazoleta circunscripta por el SCUM y la Feria Artesanal Municipal, mientras unas pocas gotas amenazaban con aguar el pequeño acontecimiento festivo. Pero la lluvia no pasó a mayores y entonces, hubo evocaciones, sonrisas y palabras para recordar a los homenajeados.

El micrófono se abrió primero para Carlota von Gebhardt, la última compañera del enorme historietista. Destacó que entre Gabino y Chingolo -el lector o lectora sabrá disculpar la familiaridad- fueron “muy amigos y era hermoso cuando estaban juntos. Se encontraban siempre en la Mitre porque para Chingolo, la Mitre era su quiosco”, recordó la actriz. “Los dos necesitaban de la gente” para sus respectivos trabajos, resaltó.

Ante la presencia del intendente y del subsecretario de Cultura, von Gebhardt aprovechó para sugerir iniciativas similares a partir de la pinacoteca municipal, cuyos artistas también merecen recordarse. Señaló una pared blanca en uno de los edificios con que linda el espacio de Moreno y Villegas, para pedir “más murales” porque el arte ayudaría a “superar los afanes críticos de la ciudad”. Con calidez, hizo saber que aplaudía la decisión.

A su turno, Gustavo Gennuso compartió que durante su niñez y adolescencia, fue “fanático de El Tony y D'Artagnan”, dos de las revista que durante décadas supieron cobijar a los personajes más renombrados de Casalla. Cuando varios años después, tuvo la oportunidad de conocer personalmente al creador del Cabo Savino o el Álamo Jim, tocó el cielo con las manos. “Uno de los grandes regalos que me dio la vida”, admitió.

El intendente también atesora vivencias con Gabino. “Lo conocí antes que naciera Lara, cuando vivía cerca del Ejército. En esa época, Virgen Misionera dependía de la parroquia de Melipal y con (Juvenal) Currulef empezamos a hacer una revista. Los militares recién estaba saliendo y Gabino dibujaba. Siempre disruptivo, siempre escandalizaba”, recordó Gennuso, por entonces integrante de la Fundación Gente Nueva.

Lara es hija del dibujante, quien también estuvo presente en el descubrimiento de las obras, pero prefirió no hacer uso de la palabra. Sin embargo, el barbijo resultaba insuficiente para disimular su sonrisa. “Gabino era una persona adorable para conversar”, siguió el intendente. “Sabía interpretar al barilochense”, concluyó. “Los dos dejaron huella”. Ninguna duda. Chingolo nos dejó hace más de tres años, en abril de 2017. En noviembre del mismo año, Gabino siguió su camino. Seguro están charlando, mientras afinan algún trazo.

Adrián Moyano

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