FALLECIMIENTO DE ARNALDO VELÁZQUEZ

| 30/10/2020

Familiares agradecen las muestras de cariño

Familiares agradecen las muestras de cariño

Esposa e hijos/as de Arnaldo Velázquez queremos agradecer de corazón los cientos de mensajes de amor, acompañamiento, cercanía y reconocimiento de Arnaldo que expresaron amigos/as, funcionarios/as, dirigentes, colectividades, empresarios, compañeros/as de trabajo, vecinos/as del campo y la ciudad, colegas de los medios de comunicación locales y regionales.

La partida de Arnaldo no es para nada fácil, pero tanto cariño que hemos recibido fortalece el alma y el corazón. En este momento de pandemia tan complejo que atraviesa y condiciona todas nuestras relaciones sociales, esta red de amor “virtual” nos sostiene y ayuda a  resignificar este profundo dolor.

Permítanme ahora unas palabras como hija…

Muchos de los mensajes que recibimos destacaban que Arnaldo además de tener una hermosa voz única e inconfundible, era un buen compañero, atento, generoso con sus saberes, solidario, afectuoso, humilde, con una gran capacidad humana y profesional para adaptarse a diferentes situaciones…les cuento que en casa también era así, adentro y fuera del hogar, Arnaldo era la misma persona.

Mi viejo eligió ser locutor y lo hizo con pasión por más de 60 años, pocas veces he visto a una persona disfrutar tanto del trabajo como lo hizo él, quizás porque aún en momentos lindos y en momentos duros la radio y la locución no fue sólo un trabajo para Arnaldo, fue su vida. Y su esposa y la familia acompañamos esa decisión: sábados, domingos, contingencias, elecciones, actos, animaciones de fiestas, horarios nocturnos, navidades, cobertura de eventos, programas artísticos, informativos, de interés general, de entretenimientos...si había que trabajar, ahí estaba Arnaldo con su micrófono en la mano, convencido de que estaba en el lugar que quería y debía estar.

Mi papá fue un hombre íntegro, lógicamente con errores y aciertos, pero realmente todo lo que hizo o intentó hacer en la vida, lo pasó por el corazón, con fe, decisión, fuerza, voluntad y un optimismo de fierro, aún frente a las adversidades que tuvo que afrontar desde su cuna humilde y a lo largo de toda su vida. Con mi mamá formaron un gran equipo y juntos se apoyaron para construir y sostener todo lo que se vivió dentro y fuera del hogar, aunque a veces sólo se haya visto al que salió a la cancha.

Arnaldo siempre valoró la fuerza de la palabra, quizás por eso eligió ser locutor, pero siendo fiel a sus convicciones, el arte de la palabra no fue sólo su profesión, también lo transmitió en casa, casi les diría que nos lo heredó a través del ADN. En mi familia, gracias a Arnaldo y a Marta, la palabra está siempre presente: la palabra amorosa, la palabra que dice te amo, la palabra sanadora acompañada de abrazos y lágrimas, la palabra del debate ideológico, pero siempre respetuoso, la palabra hecha discusión en medio de un enojo, la palabra perdón, la palabra que fortalece la autoestima, la palabra hecha oración a través de la fe, la palabra que construye identidad y valora quién sos y cómo sos, la palabra que corrige, que te dice que te equivocaste, que pidas disculpas, que te hagas cargo y sigas adelante, la palabra que contiene, la palabra que consuela…la palabra que dice GRACIAS!.

Y tomo esta última palabra para decirles una vez más, en nombre mío, de mis hermanos y de mi mamá, MUCHAS GRACIAS por todas sus expresiones de amor, por el acompañamiento y la presencia a pesar de este tristísimo distanciamiento físico. ¡Verdaderas y sinceras gracias a todos y a todas! ¡Un abrazo grande!

Marta, Fernando, Silvia, Valeria, Nicolás, nietas y nietos.

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