UNA LINEA "BIEN BARILOCHENSE"

| 24/09/2020

Día del colectivero: Don Antonio recordó cómo era manejar hasta el Llao LLao en los`70

Juan Carlos Montiel  
Día del colectivero: Don Antonio recordó cómo era manejar hasta el Llao LLao en los`70

Historias del pueblo, de la aldea de montaña donde transitaba la línea de transporte público de pasajeros de la Cooperativa Perito Moreno. Don Antonio Domínguez Martins es chofer de colectivos profesional, “bien barilochense” dijo y contó que manejó la “famosa Chanchita” que iba hasta Llao Llao.

El hombre explicó que se trataba de la línea 321 “manejé la Chanchita por espacio de 2 años, que acá fue reformada por los mecánicos de Transporte Mercedes, tenía motor de 1114, caja de 1114 y caja de dirección. En Rolando y Moreno yo daba la vuelta en ‘U’ sin ningún problema”.

El relato se escuchó a través del programa “Contame algo” que se emite de lunes a viernes de 12.30 a 14 por El Cordillerano Radio (93.7). La memoria se transporta a los años 1978/1979. “Vivía en el kilómetro 8, venía al colegio en los Leyland desde Perito Moreno, eran rojos o grises y nosotros en los Leylands la única calefacción que teníamos era el motor que iba adentro y todos los chicos nos sentábamos arriba del motor”, indicó.

Siempre dentro del jugoso pasado de Bariloche don Antonio recordó que “a la mañana el chofer que iba para Llao Llao iba tocando bocina y nosotros ya a las 7.15 o 7.20 sabíamos que estaba de vuelta, nos subíamos para ir al colegio, yo iba a la escuela16”.

El servicio de la “Chanchita” en ese momento circulaba cada hora, eran 4 coches. “Pero en invierno, cuando había nieve, a los chicos que iban al Cagliero el colectivo los dejaba en Puerto Moreno, venía el cura y los buscaba, se iban caminando” y agregó que “mi padre, que le decían ‘el portugués’ tenía el negocio en el kilómetro 8, pero también estaba don Felipe, otro portugués que tenía el comercio ‘Lisboa’”.

El padre de don Antonio llegó en el año 1937 a la Argentina, estuvo en Buenos Aires y se fue en 1940 con la cantina del Ejército a Esquel, “luego vino con la cantina a Bariloche, estuvo muchos años en el Ejército, así que aquellos que hicieron el servicio militar se deben recordar”.

Domínguez Martins, padre, cuando se retiró se puso el almacén allí cerquita y también estaban Bravo y Fernández que vendían forrajes. La base de Transporte Mercedes estaba en O’Connor y Rivadavia, “ahí estábamos y anduve en esa empresa 3 años”.

Las anécdotas marcan que “cuando alguien te decía que no tenía plata, nosotros le decíamos suba señora, en cada pasajero había un amigo, después te traían torta fritas, te esperaban, uno los esperaba, por ejemplo a los mozos del Llao Llao a que terminen de trabajar”.

Moreno y Villegas era un poco el centro donde paraban los colectiveros, allí se encontraba “El Refugio” Municipal, un lugar muy apreciado donde “tomábamos un café, era un salón que tenía un buffet, hay muchas cosas que han cambiado”.

El conductor luego trabajó con transportes para INVAP, a Pilca, “había que ir”. Estaba “Manija” Fernández que tenían un 350, más una Dodge y una Ford de don Tabilade.

Antonio asimismo hizo memoria al comentar que “empecé limpiando colectivos en Playa Bonita para la empresa Turisur. Además trabajé en transporte Amulet, íbamos a San Martín por dos días, llegábamos al anochecer, nos quedábamos a dormir y al otro día volvíamos. Además cuando el guía no venía, a nosotros nos pagaban el doble y hacíamos de guía mientras manejábamos. San Martín de los Andes, Tronador, con historias que nos contaban los pobladores y que nosotros trasmitíamos a los pasajeros”.

Por último don Antonio se mostró agradecido al decir “hoy tengo mi colectivo propio, los trabajos dependen de la clientela, hoy a la mañana (por ayer) recibí un mensaje de gente de Buenos Aires, ellos vienen, yo les hago todo el servicio, afortunadamente se acuerdan de uno”.

Juan Carlos Montiel  

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