17/08/2020

¿Qué hago?

¿Qué hago?

¿Sabías que cada día, aun sin darte cuenta, tomás muchas decisiones? Pequeñas o grandes. Todos venimos al mundo con la capacidad innata de decidir, lo cual expresa el rasgo de libertad que poseemos. A pesar de ello, a algunos les cuesta decidir y entran en conflicto cuando tienen que hacerlo. 

Tal vez actualmente contamos con muchas más opciones que antes a la hora de decidir. Es mucho más complejo para nosotros elegir hoy de lo que fue para nuestros padres y abuelos. Pero, sin duda, quien mayor dificultad tendrá para tomar una decisión es aquel que es emocionalmente inseguro.

La inseguridad nos impide avanzar y, en ocasiones, nos paraliza. Alguien inseguro no logra pararse sobre sus puntos fuertes, es decir, sobre sus capacidades. Por lo general, no las conoce ni las reconoce. Como resultado, solo se enfoca en sus debilidades y vive comparándose con otros. Esto conduce a la persona a dudar todo el tiempo, a cuestionarse, a consultar a alguien más, a analizarlo todo antes de moverse.

En el otro extremo, tenemos a alguien seguro quien posee una buena autoestima y confía en sí mismo, porque sabe con certeza cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Tener una autoestima elevada significa conocernos en nuestra totalidad de una forma completamente objetiva.
¿Qué características solemos encontrar en una persona con rasgos de inseguridad?

1. No les permite avanzar a los demás
Esto se ve claramente en una pareja donde la parte insegura aplasta la autoestima de su compañero/a. ¿Cómo? Diciéndole cosas como “vos no podés”, o “vos no sabés”, o “vos no tenés lo que hace falta”. Adopta una actitud muy negativa por miedo a ser superado y, en última instancia, abandonado. Todo aquel que busca anular a otros lo hace por temor e inseguridad, en todos los ámbitos.

2. Trabaja sin detenerse
Muchas personas inseguras trabajan sin descanso, de lunes a lunes. ¿Por qué? Puede ser por miedo a no tener lo suficiente; también porque creen que así obtendrán reconocimiento de los demás. Precisan escuchar: “¡Qué duro trabajás!”. Los trabajadores incansables rara vez delegan y pueden acabar sufriendo estrés.

3. Se esfuerza por cuidar su imagen delante de la gente
La gente con inseguridad interior cuida su imagen todo el tiempo. Al punto de convertirse en esclavos de los demás (“para no quedar mal”). Están atados al “qué dirán” y temen ser juzgados y rechazados. En el fondo, los que se juzgan y rechazan son ellos mismos. Entonces viven de las apariencias y esperan recibir de afuera la seguridad de la que carecen.

4. Es agresivo, consigo mismo y/o con otros
Algunas personas inseguras llegan a ser agresivas o violentas. En primer lugar, consigo mismas, privándose de todo lo bueno que se merecen. En segundo lugar, con aquellos que los rodean. Aquel que maltrata a todo el mundo, en el fondo, tiene mucha inseguridad.

Para concluir, necesitamos recordar que: la inseguridad no proviene del exterior sino de nuestro ser interior y se refleja afuera. Dentro de cada uno de nosotros se encuentran todos los recursos para caminar en seguridad emocional.

Por consultas, podés escribir a [email protected].

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